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España despierta a tiempo para vencer a Rumania en el Mundial

La selección femenina de balonmano arrolla en la segunda parte con los goles de Pena y Cabral y las paradas de la portera Zoqbi

Naiara Egozkue tras marcar un gol contra Rumania.
Naiara Egozkue tras marcar un gol contra Rumania.R. Stergaard (EFE)

Darly Zoqbi echó este martes el cerrojo a la portería de España. Desesperó a las jugadoras rumanas. Hasta 13 paradas sumó la guardameta hispanobrasileña, dos de ellas desde el punto de penalti. Fue el revulsivo para despertar a la selección femenina de balonmano del letargo; y también para atenuar los nervios iniciales. Rumania marcó a placer en casi toda la primera parte, sobre todo con tiros de media distancia que parecían obuses, hasta que Zoqbi relevó a Silvia Navarro y dijo basta.

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Las Guerreras ofrecieron dos caras completamente opuestas. Si en la primera parte no tenían nada de ritmo, estaban atascadas, empeñadas en percutir por el centro, en la segunda parecían un ciclón. Aguantaron el tipo durante 25 minutos y, a partir de ahí, se desataron. Como si el despertador hubiera sonado en ese instante. Una alarma que no necesitó, ni mucho menos, Sandy Cabral, que destrozó la defensa rival con sus penetraciones, con su nervio habitual sobre la cancha. Nerea Pena tampoco tuvo que espabilar. Aguantó la pájara de sus compañeras con siete tantos. Armó y armó su brazo desde la frontal para descoser las mallas del rival.

Para entender la ciclotimia que vivió el equipo español, solo hizo falta observar el rostro de Jorge Dueñas, el seleccionador. En el primer acto paró el partido a mitad del parcial para corregir la sequía y en el segundo arengó a sus pupilas por el buen trabajo: “Ahora sí, estamos muy bien en defensa”. Tan excelsa fue la labor en la zaga que Rumania tuvo que conformarse, por mucho que no quisiera, con estar 13 minutos sin subir un tanto al marcador.

A España le restan dos partidos antes de la fase final del Mundial. El primero lo juega este jueves contra la más que asequible Puerto Rico (18.15, Tdp). El viernes será otra historia. No solo porque decidirá el cruce de octavos, sino porque aguarda la temible Noruega. Una de las favoritas y que le birló el oro a Las Guerreras en el Europeo del año pasado.

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