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Un francés en Monterrey

André Pierre Gignac se ha convertido en motor de Tigres, que busca su cuarto título

Luis Pablo Beauregard
André-Pierre Gignac celebra su gol frente a Pumas.
André-Pierre Gignac celebra su gol frente a Pumas.Miguel Sierra (EFE)

“Falta un pasito más para la gloria”, tuiteó hace unos días André Pierre Gignac. Esa es la distancia que el futbolista calculó le hace falta recorrer para hacer historia en el fútbol mexicano. El jugador se convirtió en junio en el primer francés que aterrizó en la Liga MX. En ese entonces, muchos alzaron la ceja sorprendidos de que dejara el Olympique de Marsella por los Tigres de la Universidad de Nuevo León, un equipo de Monterrey, la segunda ciudad más importante de México. Algunos pensaron que el jugador de 30 años venía a jubilarse con un cheque de cuatro millones de dólares al año. El tiempo demostró que estaban equivocados. Gignac fue uno de los motores de Tigres en el torneo y artífice de la goleada a Pumas en el partido de ida de la final. Este domingo se jugará la vuelta, en el Distrito Federal (Estadio Universitario, 20:30 hora local).

Gignac o Dedé, como le llaman, terminó la temporada regular con 11 goles. Quedó a dos tantos de la cima de anotadores del Apertura 2015, en manos de dos argentinos, Mauro Boselli (León) y Emanuel Villa (Querétaro). Gignac guardó su magia para la liguilla. En la final frente a Pumas fue el primero en abrir el marcador tras convertir un dudoso penalti marcado en el área del equipo capitalino. Al francés le es fácil anotar a los equipos de felinos. En cuartos de final marcó un par de goles a Jaguares de Chiapas. Los tantos abultaron su cuenta, que llega a 14, y afianzaron las aspiraciones de Tigres, que están muy cerca de conseguir su cuarto título desde su fundación, en 1960.

Tigres invirtió cerca de 30 millones de dólares en refuerzos durante 2015. Es el equipo de la Liga Mx que más gastó. No lo hizo por conseguir nombres que llenen las gradas, como el Querétaro con Ronaldinho. La inversión ha conseguido una de las plantillas más sólidas del torneo. Gignac dejó Francia por primera vez cuando se escuchaban rumores que lo colocaban en la Premier o en otra liga de Europa. Después de haber anotado 41 goles con el Tolouse (2007-2010) y 77 con el Marsella (2010-2015) encontró vida en Monterrey. Y la inversión sirvió para jugar una final de la Copa Libertadores, la Champions de América, donde los regios perdieron frente a River Plate.

Una mujer muestra la camiseta de Gignac, la más vendida de Tigres.
Una mujer muestra la camiseta de Gignac, la más vendida de Tigres.JULICO CESAR AGULAR (AFP)

Ricardo Tuca Ferreti, el entrenador de Tigres, puso a Gignac en la punta del equipo junto al brasileño Rafael Sobis. Sin embargo, los felinos se han convertido en la máquina que son porque la delantera está asistida por Jurgen Damm, una promesa del fútbol mexicano de 22 años, y Javier Aquino, que concluyó su aventura española tras pasar por las filas del Villarreal y el Rayo Vallecano. A esto se suma una defensa, la que menos encajó goles en este torneo, que juega junta desde 2011.

La gran actuación de Gignac en México impide que caiga en el olvido para los franceses. Hace un mes, vestido con la camiseta de la selección gala, anotó un gol frente a Alemania en el partido amistoso que se disputaba en París la noche de los atentados terroristas del 13 de noviembre. La sanción al madridista Benzemá multiplica sus posibilidades de alinear con Les bleus en la Eurocopa del próximo año.

Gignac es una sensación para la afición regiomontana, una de las más apasionadas de México. La tienda del club en Monterrey asegura que ocho de cada diez camisetas que se venden tienen estampado el apellido del nacido en Martigues, cerca de Marsella. En julio pasado, una pareja de Nuevo León nombró a su bebé André Gignac Quistian Palomo. Dedé ha dejado huella en Monterrey. Este domingo podrá dejar también otro trofeo en las vitrinas de Tigres.

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Sobre la firma

Luis Pablo Beauregard
Es uno de los corresponsales de EL PAÍS en EE UU, donde cubre migración, cambio climático, cultura y política. Antes se desempeñó como redactor jefe del diario en la redacción de Ciudad de México, de donde es originario. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana y el Máster de Periodismo de EL PAÍS. Vive en Los Ángeles, California.

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