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Konoplyanka ilumina al Sevilla

Dos goles de Gameiro, el primero tras un penalti muy dudoso, doblegan la resistencia de un Sporting digno y trabajador

Gameiro y Krychowiak celebran el primer gol del Sevilla.
Gameiro y Krychowiak celebran el primer gol del Sevilla. José Manuel Vidal (EFE)

Se trata, sin duda, de una de las sensaciones de la Liga. Konoplyanka le cambió la cara al Sevilla con un espléndido repertorio de pases, fintas, disparos y estupendos regates. Justo lo que necesitaba un Sevilla que tiró media parte con un fútbol insulso y plano. Emery reactivó a su equipo con la entrada del ucraniano, que provocó una mejoría general del equipo andaluz. Solo en la segunda parte mostró el Sevilla credenciales de equipo importante, con las que desarmó a un Sporting muy digno. A los cambios realizados por Emery y el talento de Konoplyanka se unió, también, una jugada decisiva. Luis Hernández forcejeó con Llorente y el colegiado vio penalti. La jugada es más que dudosa. Gameiro marcó y el Sporting, con uno menos, se rindió.

Llegó otro gol, también de Gameiro, lo que vino a demostrar que la profundidad de plantilla del Sevilla es importante, a años luz de la del Sporting, por ejemplo. Emery utilizó bien sus recursos y se pudo observar, por ejemplo, que el equipo andaluz puede jugar con dos delanteros (Llorente y Gameiro), y que Krohn-Dehli se desenvuelve bien de mediocentro gracias a su polivalencia. Cerró el Sevilla, en vísperas del derbi ante el Betis, una semana sensacional, pues batió a la Juventus y sigue en Europa. Con estos tres puntos, además, se acerca mucho a los puestos europeos. El Sporting, por su parte, mostró trabajo y dignidad, cualidades a tener en cuenta a pesar de sus limitaciones. La juventud es su mejor aval, aunque también, a veces, su mayor pecado, como pudo ocurrir en la jugada del penalti a Llorente.

SEVILLA, 2-SPORTING,0

Sevilla: Rico; Mariano, Rami, Kolo, Escudero; Krychowiak, Nzonzi (Konoplyanka, m. 45), Banega; Vitolo (Gameiro, m. 69), Llorente (Reyes, m. 80) y Krohn-Dehli. No utilizados: David Soria; Coke, Tremoulinas y Cristóforo.

Sporting: Cuéllar; Luis Hernández, Meré (Álex Menéndez, m. 61) Bernardo, Isma López; Mascarell, Cases; Halilovic, Ndi (Rachid, m. 77), Jony; y Castro (Lora, m. 58). No utilizados: Alberto; Guerrero, Carmona y Pablo Pérez.

Goles: 1-0. M. 75. Gameiro, de penalti. 2-0. M. 80. Gameiro.

Árbitro: Del Cerro Grande. Expulsó a Luis Hernández por doble amarilla (m. 74). Amonestó a Kolo, Ndi, Luis Hernández, Bernardo, Banega y Gameiro.

Ramón Sánchez Pizjuán. 29.127 espectadores.

Para jugar al fútbol de élite hace falta ritmo e intensidad. Bien por el cansancio acumulado después de su partido de Liga de Campeones ante la Juventus o bien por una inexplicable apatía, el Sevilla decidió jugar andando ante el Sporting. Así, en Primera División, es imposible imponerse a cualquier rival que defiende con entusiasmo, está bien colocado en el campo y muestra cierta vitalidad. Es el caso del Sporting, que si bien no atesora la calidad de los jugadores del Sevilla, se movió por Nervión con absoluta comodidad. El partido fue soso porque el Sevilla se mostró incapaz de apretar al Sporting, lastrado por la lentitud exasperante de Nzonzi y la escasa vitalidad de Banega. A la vez, Krychowiak jugaba con el freno de mano echado para no ver una tarjeta amarilla que le pudiera impedir jugar el derbi ante el Betis del próximo sábado.

Solo Mariano, por la derecha, daba síntomas de intentar jugar con una marcha más, la adecuada para desarbolar a un Sporting que no fue puesto en aprieto en toda la primera mitad. No obstante, la mayoría de sus centros fueron bien repelidos por los centrales del conjunto asturiano. En especial Bernardo, que se las tuvo con Llorente.

No debe extrañar, por lo tanto, que los de Emery no le crearan ni una sola ocasión al Sporting en una primera parte desesperante. Tampoco, que la grada despidiera con una sonora bronca al equipo andaluz, pastoso, sin chispa, sin energía para crear peligro. A los de Abelardo solo les faltaba convicción. Creer en sus opciones de ataque para poner en peligro al Sevilla. Ni Halilovic ni Jony alteraron el pulso de los andaluces, pues se movieron con demasiada timidez.

El Sevilla necesitaba un revulsivo para alterar el orden del Sporting, un equipo entusiasta y rápido, como su mediapunta Ndi.

Emery movió bien las piezas. Entró Konoplyanka y el intrascendente Nzonzi se quedó en el vestuario. En cuatro minutos, los locales tiraron cuatro veces a puerta y Cuéllar salvó al Sporting con una gran intervención a mano cambiada tras un disparo de Banega. Luego entró Gameiro. Llegaron el penalti y la expulsión. Una acción muy dudosa que rompió el partido y encarriló el triunfo del Sevilla, muy bien guiado por el espectacular Konoplyanka, que sirvió en bandeja el segundo tanto a Gameiro. El francés no marcaba desde el 24 de octubre, ante el Getafe.

Partido 300 de Emery en Primera

R. P.

El entrenador del Sevilla, Unai Emery, cumplió su partido 300 en un banquillo de Primera División en el enfrentamiento ante el Sporting. "En el primer tiempo hemos estado muy espesos, pero sabíamos que el Sporting es un equipo que compite bien, como demostró, por ejemplo, en Vigo, donde perdió al final. De todas formas, ya mostramos algunas cosas positivas en la primera mitad, pues ellos no nos llegaban", indicó el preparador vasco después del triunfo de su equipo. "La entrada de Konoplyanka nos dio profundidad y velocidad. Su frescura ha revitalizado al equipo", añadió Emery, quien no se mojó a la hora de analizar la jugada clave del encuentro, el dudoso penalti de Luis Hernández a Llorente. "Nos abrió el encuentro. Luego llegamos mucho y todo fue más fácil". Abelardo, el técnico del Sporting, también se refirió a la jugada del penalti. "No lo he visto desde la banda, pero le he preguntado a Luis Hernández y me ha dicho que era dudoso".

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