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El Celta fulmina al Espanyol con un golazo de Iago Aspas

El delantero marca el gol del triunfo para el equipo gallego frente al conjunto blanquiazul, que desaprovecha su superioridad numérica

Iago Aspas remata frente al Espanyol.
Iago Aspas remata frente al Espanyol. MIGUEL RIOPA (AFP)

No le salen las cosas al Espanyol, de nuevo abatido, ayer en Balaídos. Al Celta le alcanzó con un golazo de Iago Aspas para marcar las diferencias a pesar de que jugó media parte con un futbolista menos por la expulsión por doble amonestación del chileno Tucu Hernández. A Raíllo se le escapó el empate por muy poco a falta de seis minutos para acabar un partido que finalizó con una nueva declaración de Burgui. El delantero cedido por el Madrid se quejó públicamente la pasada jornada por no disponer de minutos y ayer pidió perdón después de ser elogiado en la sala de prensa por el técnico Sergio González.

Burgui no pudo arreglar el encuentro cuando fue requerido por el técnico a partir del momento en que el Espanyol dispuso de superioridad numérica sobre el Celta. El equipo gallego conserva el cuarto puesto en la tabla después de un choque irregular, discontinuo, bien comenzado y mal acabado, a rebufo del Espanyol. Los blanquiazules aguantaron en su cancha con dos líneas de cuatro hasta que llegó el gol de Iago Aspas. Habían intercambiado incluso ocasiones con el Celta cuando Iago Aspas tomó la pelota en la mitad del campo, se marchó por calidad del central Álvaro y con una espectacular vaselina superó a Pau López ante la ovación de la hinchada del Celta.

A pesar de jugar con un futbolista menos, el equipo de Berizzo dispuso de suficientes ocasiones para cerrar el partido, sobre todo en dos tiros a los postes, uno de Iago Aspas y el segundo de Bongonda, y especialmente en un remate fallido de Nolito, ayer especialmente impreciso en el disparo ante Pau López. Animado por la esterilidad del Celta, el Espanyol se fue arrimando poco a poco al área de Sergio Álvarez, y el portero tuvo que intervenir de forma excelente en un cabezazo del central Raillo. “No salimos bien, prácticamente ni competimos, regalamos la primera media hora pese a no ser arrollados, y eso me preocupa”, zanjó Sergio González.

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