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El Lazio-Nápoles, suspendido cuatro minutos por cánticos racistas

El colegiado interrumpe el encuentro debido a los insultos y a los ‘buuuuu’ contra Koulibaly, jugador senegalés del equipo de Sarri

Eleonora Giovio
Kalidou Koulibaly durante el partido contra la Lazio.
Kalidou Koulibaly durante el partido contra la Lazio. ALBERTO PIZZOLI (AFP)

No ocurría desde octubre de 2010, desde el día en que el colegiado del Cagliari-Inter suspendió tres minutos el partido por los cánticos racistas dirigidos a Samuel Eto’o. El camerunés, por cierto, se quedó en el campo y marcó el gol de la victoria. Anoche, en el estadio Olímpico  de Roma (cerrado por racismo por orden de la UEFA unas cuantas veces) el árbitro Irrati también decidió parar el partido. Lo hizo durante cuatro minutos.

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Jugaban Lazio y Nápoles y desde la curva Nord (el fondo de los radicales de la Lazio) empezaron a escuchar cánticos racistas, insultos, y el vergonzoso ‘buuuuu’ cuando Koulibaly tocaba el balón. El colegiado convocó a los dos equipos en el centro del campo, habló con los jugadores, se dirigió luego a los banquillos y pidió que se avisara por los altavoces del estadio que, en caso de seguir escuchando insultos, pararía el partido. Lo paró en el minuto 24 de la segunda parte.

Los periódicos italianos hablaban esta mañana también de otros insultos. “Vesuvio, lavali con il fuoco”, cantaban los hinchas de la Lazio. Vesubio, en referencia al volcán, lávalos con el fuego. El racismo es uno de los males, además de la violencia, que más sufre el fútbol italiano. El año pasado, la Federación (su presidente, por cierto, fue inhabilitado durante seis meses por la UEFA por racismo) lanzó una campaña para erradicar esta lacra. “El único color es el de las camisetas”, era el mensaje que Fiona May, la madrina que eligió la Federación, trasladaba en las escuelas.

“Felicito al colegiado porque la situación estaba empezando a ser embarazosa. Lo sentimos mucho por Koulibaly. Lo vi después del partido y parecía sereno”, contó Maurizio Sarri, entrenador del Nápoles, que ganó 0-2. “Yo no habría suspendido el encuentro. Los cánticos no tienen justificación y son algo muy feos, pero nosotros también tenemos jugadores negros en el equipo. Si se para el partido se da importancia a una minoría”, replicó Pioli, el técnico de la Lazio. Una minoría que, en su día, llegó a colgar una pancarta de apoyo a Arkan, uno de los genocidas más crueles en la guerra de los Balcanes. “Honor al tigre Arkan”, se podía leer.

Keita, después del partido, colgó una foto en Instagram abrazado a Koulibaly. “Questo gioco é molto di piú che nero, bianco o verde. Tanta ammirazione per te, amico”. [Este deporte es mucho más que negro, blanco o verde. Te admiro mucho, amigo].

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Sobre la firma

Eleonora Giovio
Es redactora de deportes, especializada en polideportivo, temas sociales y de abusos. Ha cubierto, entre otras cosas, dos Juegos Olímpicos. Ha desarrollado toda su carrera en EL PAÍS; ha sido colaboradora de Onda Cero y TVE. Es licenciada en Ciencias Internacionales y Diplomáticas por la Universidad de Bolonia y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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