_
_
_
_
_

El Rayo sabe jugar al fútbol

Los de Paco Jémez ganan con solvencia a Las Palmas y salen del descenso

Alejandro Prado
Momo y Tito disputan un balón.
Momo y Tito disputan un balón.Mariscal (EFE)

Cuando al Rayo Vallecano le salen las cosas, se producen partidos como este. Los de Paco Jémez estaban sumidos en la penumbra hace unas semanas, hundidos en la tabla y sin la salvación a tiro de piedra, pero desde la derrota ante Levante hace tres jornadas el equipo ha roto a jugar liderado por un Jozabed que se ha convertido en un fenomenal mediapunta, juega, hace jugar y está en todas. Este sábado el cuadro madrileño derrotó a Las Palmas, que lo intentó con armas parecidas a las de su rival, pero que bastante hizo con no salir goleado de Vallecas. Tres puntos esenciales para un Rayo que dormirá a gusto fuera del hoyo.

La puesta en escena no pudo ser más explosiva. Los dos equipos tiraron la defensa muy arriba y se afanaron en presionar la salida del balón del rival. En una rápida combinación logró burlar el Rayo el agobio y Bebé se encontró con el carril izquierdo despejado. Su disparo fue repelido de mala manera por Javi Varas y el balón quedó bailando sobre la línea de gol sin que Bigas pudiese alejarlo de allí debido a un resbalón. Del doble fallo de Las Palmas se aprovechó Miku para empujar el cuero a la red.

Eso fue a los dos minutos, pero el Rayo ya había tenido tiempo antes para amenazar con un cabezazo de Jozabed que exigió a Varas. Y poco después del gol David Simón se internó por la derecha y obligó a Juan Carlos a sacar una buena mano. El partido no tenía tregua y con la intensidad sufría Valerón. El eterno mediapunta canario fue alineado en el doble pivote y la presión ordenada por Paco Jémez provocó que cometiese varios errores de bulto en las entregas. El más gordo acabó con el balón besando el larguero después de un chutazo de Jozabed desde casi medio campo.

La propuesta de Quique Setién y Las Palmas era loable y generosa, siempre intentando tratar bien la pelota, pero el Rayo estaba desbocado. Bebé alternaba una banda y otra y en las dos creaba peligro. Jozabed, que está en estado de gracia, aparecía siempre para hacer daño a la defensa amarilla. Y Diego Llorente mandaba desde atrás con solvencia y elegancia.

Que el 1-0 se mantuviese durante tanto tiempo fue algo sumamente extraño, ya fuese por el despliegue ofensivo del Rayo o porque Las Palmas tenía campo por delante cuando recuperaba el balón. Pero el que gobernaba el partido era Jozabed. Por él pasaba todo el fútbol de su equipo, y de ello se aprovechaban Bebé y Miku. Esos fueron los tres protagonistas del segundo gol con una bonita secuencia de pases que culminó Bebé. Quedaba un cuarto de hora pero ya el partido dio para homenajear a Piti en su regreso a casa y a Valerón por ser Valerón.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Alejandro Prado
Redactor en la Mesa de Edición del diario EL PAÍS. Antes prestó sus servicios en la sección de Deportes y fue portadista en la página web. Se licenció en Periodismo en la Universidad Carlos III y se formó como becario en Prisacom.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_