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Orlando Ortega, contra el récord

El vallista corre en Berlín para mejorar su plusmarca (7,49s), mejor marca mundial del año en 60mv

Conxi Mollà
Orlando Ortega, a la derecha, la semana pasada en la reunión de Lodz (Polonia).
Orlando Ortega, a la derecha, la semana pasada en la reunión de Lodz (Polonia).Grzegorz Michalowski (EFE)

Este sábado, Orlando Ortega intentará bajar de 7s 49 en el 60 metros vallas de la tradicional reunión ISTAF de Berlín. Su mejor marca, lograda cuando competía como cubano, es de 7,45s. La prueba contará con doble representación española; junto a Ortega estará Yidiel Contreras en la capital alemana.

Orlando Ortega no piensa en récords ni marcas cuando sale a competir, pero sabe que cuando está en forma, las marcas salen solas y este sábado podría salir en Berlín un segundo récord nacional. Hace una semana, Orlando rompió en Düsseldorf los 7s 52 que Jackson Quiñónez poseía desde 2008 y dejó el récord de España de 60 metros vallas en 7s 49, mejor marca mundial de la temporada. Y ahora, vallista del CAVA-Ontinyent tiene entre ceja y ceja rebajar los 7s 45 –mejor registro mundial de 2015– que consiguió el año pasado en Lodz (Polonia), su mejor marca personal. “Físicamente estoy muy bien y en Berlín se va a correr muy fuerte”, aseguraba Orlando en el hotel berlinés donde está concentrado desde el viernes.

Su padre y entrenador, también Orlando Ortega, quien se acaba de trasladar a España y lo acompaña en la competición, asegura que para bajar de 7s 45, a su discípulo solo le hacen falta una o dos competiciones con fuerte nivel.

Nivel no le va a faltar en Berlín. A diferencia de 2015, este año no será final directa, sino que habrá dos semifinales en las que se clasificarán los seis mejores tiempos. Orlando se las verá, entre otros, con Yidiel Contreras (7s 62) y los franceses Dimitri Bascou y Darien Garfield –con marcas personales de 7s 46 y 7s 47 respectivamente–. Aunque habrá ausencias destacadas, las de los estadounidenses David Oliver y Aries Merritt, y la del actual campeón olímpico de 110 m. v., el ruso Serguéi Shubenkov.

Otros dos de los grandes atractivos de esta edición de la ISTAF serán la pértiga y el disco. El público vibró el año pasado con Renaud Lavillenie, el pertiguista francés –récord mundial con 6, 16 m y campeón olímpico– se alzó con el triunfo con 6,02 metros en presencia del mejor pertiguista de todos los tiempos, el ucranio Serguéi Bubka. Y se despidió con una promesa: volver a Berlín y mejorar su propio récord mundial. Esa promesa no será tan fácil de cumplir. Pese a todas las expectativas, Lavillenie confesaba hoy que su nivel de forma no es óptimo. Desde enero, arrastra molestias en la parte trasera de la rodilla y eso le ha impedido entrenar al cien por cien. Algo clave para él que, a diferencia de su rival alemán Raphael Holzdeppe –subcampeón mundial este agosto con 5,90 m en Pekín– intenta alcanzar la máxima altura posible entrenando para trasladar esa constante a la competición: “Entrenando puedo pasar diez veces de 5,80 metros. Sé que si salto 5,90 m entrenando, compitiendo puedo saltar 5 o 10 centímetros más”, explicaba la estrella francesa tras llegar a Berlín.

Hace solo unos días, en Karlsruhe, Lavillenie se tuvo que conformar con 5,91 m, por lo que, de momento, este sábado su único objetivo será ganar. Pisándole los talones llegan otros cuatro atletas capaces de superar los 5,80 metros del listón: Holzdeppe, que quiere atacar los 6 metros, el brasileño Tiago da Silva (5,92 m), el polaco Piotr Lisek (5,90 m) y otro alemán, Malte Mohr (5,90 m).

En disco, destaca la vuelta de un lanzador muy querido en Alemania que ya demuestra una relación casi de amistad con los medios de comunicación: Robert Harting. El campeón olímpico y mundial ha estado 531 días apartado de las pistas debido a una grave lesión que le obligó a someterse a varias operaciones de rodilla. Este sábado se reestrena en el estadio Mercedes Benz Arena ante la mirada de las televisiones alemanas. Sabe que todos van a estar pendiente de él pero, lejos de estar nervioso, llegó a la rueda de prensa el viernes con sorprendente tranquilidad y bromeando con los periodistas: “Es la edad, que te vuelve más sabio. Ya tengo 31 años…” Se refería a que en todo este tiempo apartado de la competición ha aprendido a tomar distancia de proyectos que le supusieron un desgaste personal. El lanzador de Cottbus ha sido uno de los abanderados alemanes de las protestas contra el dopaje en el atletismo. Ahora, quiere centrarse en entrenar y competir, dice que se encuentra bien porque llega menos machacado muscularmente que en otras ocasiones y, por lo tanto, con mejor coordinación y que este sábado le va a servir para reordenarse en el ranking mundial y quitarse presión psicológica.

En total participarán 71 atletas de 18 países en una sala de conciertos convertida de la noche a la mañana en estadio de atletismo para la tercera edición de la ISTAF. Las entradas están vendidas, unos 12.600 aficionados al atletismo disfrutarán hoy del doble espectáculo que ofrece Berlín: el de la élite mundial y el de los efectos especiales, la animación y el ambiente que tanto gusta al público y a los atletas. 

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