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El Madrid arranca la Copa sin contemplaciones

Los de Laso atajan la secuencia de sorpresas tras la eliminación de Barça y Valencia y vencen con suficiencia al Fuenlabrada (101-84)

Faustino Sáez
Carroll pasa ante Smits y Sobin
Carroll pasa ante Smits y Sobin Lavandeira jr. (EFE)

El Madrid se presentó en A Coruña aplicado en la misión de defender el título y concienciado para atajar la secuencia de sorpresas de un torneo que por primera vez en 18 ha visto caer a dos cabezas de serie en la primera jornada. Avisado tras los patinazos de Barça y Valencia, el equipo de Laso no dio opción al Fuenlabrada y el partido en el Coliseum apenas duró 20 minutos. Con la Copa como territorio fetiche tras la conquista de tres títulos en las últimas cuatro ediciones, los blancos declararon el estado de excepción competitiva y enseñaron su pujanza tras un curso plagado de complicaciones en forma de lesiones, cambios de piezas en la plantilla y agobios clasificatorios. Los pentacampeones de la 2014-2015 descifraron la temporada pasada los tiempos y el guion para afrontar la pelea por los trofeos y se ventilaron el duelo de cuartos con firmeza de quien conoce el camino y está decidido a reproducir la secuencia.

El Madrid luchaba contra las magulladuras de un calendario claustrofóbico y el Fuenlabrada con la inexperiencia de manejarse en un escenario desconocido. Los primeros confiados en la inercia de una rotación amplia y lujosa, los segundos en la efervescencia de un grupo iluminado por el optimismo. Triunfó la experiencia sobre la intrepidez y el campeón se presentó en las semifinales sin contemplaciones, ahora cargando con el cartel favorito tras la eliminación del primer y el segundo clasificado de la Liga. Los blancos batieron el récord histórico de valoración en un partido de Copa (136) y la plusmarca de asistencias (26). Contundencia, generosidad y concentración tras ver como el Bilbao cortaba las barbas de su vecino azulgrana.

REAL MADRID, 101 - FUENLABRADA, 84

Real Madrid: Llull (11), Carroll (18), Maciulis (15), Felipe Reyes (10) y Ayón (12) –cinco inicial-; Sergio Rodríguez (2), Doncic (3), KC Rivers (-), Taylor (12), Nocioni (14), Lima (2), Hernangómez (2).

Montakit Fuenlabrada: Tabu (5), Popovic (-), Paunic (27), Wear (2) y González (8) –cinco inicial-; Urtasun (22), Uriz (2), Stevic (9), Llorca (3), Smits (-), Sobin (6), Scott (-).

Parciales: 25-21; 29-13; 23-25; y 24-25.

Árbitro: Emilio Pérez, Óscar Perea y Francisco J. Araña. Jose Mª González fue eliminado por cinco personales (m. 35).

Coliseum de A Coruña: 9.800 espectadores

Gustavo Ayón gestionó la puesta en escena del equipo de Laso con otra demoledora exhibición de poderío ante el equipo que le proyectó en España. En sus primeros nueve minutos en pista, el pívot mexicano coleccionó en su expediente 10 puntos, tres rebotes, dos recuperaciones y cuatro faltas recibidas para un 16 de valoración que delimitó la inabarcable misión que afrontaba el Fuenlabrada. Se defendió el equipo de Cuspinera con la productiva brega de Stevic en la pintura y la puntería de Paunic desde el perímetro, pero esos argumentos apenas le sirvieron para retrasar unos minutos un despegue que se intuía inevitable. El Fuenlabrada se reivindicó antes de la Copa con un sobresaliente esprint de seis victorias en nueve jornadas con triunfos ante Bilbao, Obradoiro, Gran Canaria y Madrid, incluidos. Los blancos cayeron en el Fernando Martín en la 16ª jornada de Liga, pero llegado el momento de la lucha por los trofeos demostraron la diferencia entre lo contingente y lo necesario. “Vamos para arriba”, anunció Sergio Rodríguez antes de la cita. Lo refrendaron las sensaciones y el lenguaje corporal de un grupo que peleó tanto su llegada a la cima que ahora quiere agarrarse con fuerza al éxito.

El Madrid manejó desde el principio el libro de instrucciones del partido mientras que el Fuenlabrada pagó la indefinición de su plan. Sin armadura para contener la embestida ni repertorio para sostener una batalla a campo abierto, el modesto fue persiguiendo al grande hasta que en el segundo cuarto llegó el demarraje definitivo del campeón. El equipo de Laso se agigantó en el rebote con la aparición de Nocioni y se desató desde el 6,75 con los bingos de Maciulis, Taylor y el propio Nocioni. Antes de poder apretar los dientes los fuenlabreños bajaron los brazos y, coincidiendo con el bocinazo que daba paso al descanso, la competitividad bajó el telón (54-34, m. 20).

Recuperados Felipe y Nocioni y con margen para la gestión milimétrica de los esfuerzos, Laso repartió minutos en una rotación en la que, sin Rudy, Thompkins ni Ndour, solo se descolgaron Doncic y Hernangómez, con menos de dos minutos en pista. La segunda mitad corrió de cuenta de Jaycee Carroll que, con un cuatro de seis en triples en los últimos 20 minutos, descartó cualquier ilusión de epopeya para el Fuenlabrada. Hasta siete jugadores madridistas sumaron por encima de los 10 puntos y tres de ellos (Llull, Ayón y Nocioni) valoraron por encima de 20. Sin noticias de Tabu y con Popovic a 0 en su casillero, de nada sirvieron la recolecta de puntos que hicieron Urtasun y Paunic. 20 de los 27 puntos del escolta croata, principal amenaza fuenlabreña, llegaron cuando la victoria blanca estaba decidida. El Madrid de Laso solo ha perdido uno de los 11 partidos de Copa que ha disputado en las últimas cinco ediciones. Fue el encuentro de cuartos de la cita de Vitoria 2013 en un memorable pulso con el Barcelona. Desde entonces se manejan infalibles los blancos que afrontan a partir de ahora el momento crucial de un calendario que ya les ha exigido hasta el extremos en los cuatro primeros meses de la competición. Del equilibrio entre los achaques y la memoria del campeón dependerá la cosecha.

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Sobre la firma

Faustino Sáez
Es redactor de deportes del diario EL PAÍS, especializado en baloncesto. Además del seguimiento de ACB y Euroliga, ha cubierto in situ Copas, Final Four, Europeos y Mundiales con las selecciones masculina y femenina. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y ha desarrollado toda su carrera en EL PAÍS.

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