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El día en que el Papa fue declarado persona ‘non grata’

El entrenador Alfio Basile expulsó del vestuario de San Lorenzo de Almagro a Francisco, un "cura" que descentraba a sus jugadores

Jorge Bergoglio, en el metro de Buenos Aires
Jorge Bergoglio, en el metro de Buenos Aires

Alfio Basile es un experimentado director técnico del fútbol argentino de voz desgastada por el tabaco. Su pelo, completamente blanco, y su altura, de defensor central que intimida al contrario, le confieren una autoridad que supo ganarse en las canchas y en los banquillos. En 1998, el Coco, su apodo en el mundo del fútbol, llegó a un acuerdo para entrenar a San Lorenzo de Almagro, uno de los equipos más populares de Argentina.

En la charla previa a su debut, la directiva estaba acompañada por un “cura” que siempre saludaba y bendecía a los jugadores. Eso le molestaba, porque rompía la concentración de sus muchachos. El técnico se acercó al presidente Fernando Miele y le pidió que aquel párroco no se presentara más en los vestuarios, pues sólo podía haber una autoridad en aquel lugar y no era la religiosa. Miele accedió, sólo después de explicar que era un hincha del equipo y sus intenciones no eran oscuras. El sacerdote era, en realidad, el arzobispo de Buenos Aires y su nombre, Jorge Mario Bergoglio

La última experiencia del argentino en los banquillos fue en el Atlético de Madrid. Los problemas en el vestuario, causados en su mayoría por el entrometido presidente del club colchonero, Jesús Gil y Gil, provocaron que el entrenador desconfiara de todas las figuras “externas” que se presentaran en los vestuarios antes y después de los partidos.

Basile volvió a coincidir con Miele, los dos retirados del fútbol, unos meses después del nombramiento de Bergoglio como nuevo Papa en sustitución de Benedicto XVI. El expresidente del club cuervo, como se le conoce a San Lorenzo en Argentina, le recordó aquella anécdota, pero con un giro hasta entonces ignorado por Basile: “¿Viste quién es el papa? Ese es Bergoglio, al que vos echaste del vestuario.”

Basile remata la anécdota, que se puede ver en el inicio del siguiente video de YouTube, diciendo que visitará al Papa para contarle la historia. “Seguramente va a recordarlo mejor que vos”, le contesta el entrevistador.

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