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Llull impulsa al Madrid a la final de la Copa del Rey

El base menorquín rinde al Baskonia con ocho puntos consecutivos en los dos últimos minutos que decantan para los blancos un partido bravo

Faustino Sáez
Llull entra a canasta ante el Raga.
Llull entra a canasta ante el Raga.kiko delgado (EFE)

El Real Madrid disputará en A Coruña su cuarta final de Copa en los últimos cinco años en busca del tercer título consecutivo 41 años después de apuntarse hasta seis de un tirón entre 1970 y 1975. Será la 15ª final de las 19 posibles en la era Laso, que alcanzó el primero de sus 10 títulos en territorio copero en 2012 y si vence al Gran Canaria consolidará su monopolio reciente en el palmarés del torneo. El campeón defenderá título gracias al impulso indomable de Sergio Llull, MVP en la conquista de hace cuatro años y artífice del tiro de gracia en Málaga 2014. El base menorquín rindió a un titánico Baskonia con ocho puntos consecutivos en los últimos dos minutos de un partido cargado de bravura. Los blancos estiraron su capacidad agonística e impusieron su conocimiento del territorio del éxito.

Baskonia 80 – Real Madrid 86

Baskonia: Causeur (14), Hanga (12), I. Diop (3), Tillie (8), Adams (15) – quinteto inicial – James (6), M. Diop, Bouroussis (16), Blazic (5), Corbacho y Bertans (1).

Real Madrid: Maciulis (8), Reyes (8), Ayón (14), Carroll (8), Llull (15) – quinteto inicial – Rivers (5), Nocioni (11), Doncic, Sergio Rodríguez (13), Lima (2), Hernángomez (2) y Taylor.

Parciales: 17-25; 27-15; 17-20; 19-26.

Árbitros: Pizarro, Pérez Pérez y Peruga.

Coliseum. Unos 10.000 espectadores.

El Madrid pentacampeón de la temporada pasada escribió un manual de disposición para afrontar citas cruciales. Una hoja de ruta grabada con la solvencia del que se ha curtido en la derrota hasta hormigonarse en el éxito. Con intensidad y aplicación en el comienzo del partido los de Laso acostumbran a marcar territorio y enseñar galones en las batallas de colmillo. Así afrontaron el duelo contra el rocoso Baskonia. Ayón y Carroll, en primera instancia, y Nocioni posteriormente, establecieron las revoluciones de la semifinal con un parcial de 2-10 que se consolidó en un 10-20 cuando El Chapu desembarcó en el parquet. El argentino, con 8 puntos en apenas tres minutos y un dos de dos en triples, otorgó el mando de las operaciones a los blancos en el primer acto acreditando su baqueteado expediente en días D. Felipe Reyes, con un puñado de rebotes y otro bingo desde el 6,75 completó la puesta en escena del campeón ante un Baskonia destemplado.

Sin la velocidad de reacción del Madrid, los de Perasovic se agarraron a Caseur y Adams para equilibrar el pulso mezclando paciencia y agitación. El escolta francés y el base estadounidense comenzaron a discutir el tempo del partido y a cargar de puntos el ataque del Baskonia. Juntos activaron al conjunto vitoriano y de camino conectaron a su jugador franquicia. Bourousis comenzó a agigantarse en el rebote (siete en el segundo cuarto) y el aire del partido cambió de rumbo. Los de Laso, que llegaron a estirar su ventaja hasta los 12 puntos (17-29, m. 12), perdieron el paso primero y el oremus después. Se destensó la defensa y se espesó el ataque madridista y, en un santiamén, el marcador pasó del 26-36 al 42-38 en la frontera del descanso.

El contundente parcial de 16-2 dejó sonado al Madrid y desató la charanga de la multitudinaria afición vitoriana desplazada al Coliseum coruñés. Para retomar el camino, los blancos focalizaron su plan en surtir de balones a Ayón. Cuando el recurso comenzaba a convertir el ataque madridista en un embudo, aparecieron los puntos de Llull (siete en el tercer cuarto). Las piernas y las muñecas del menorquín desataron al Madrid justo cuando el Baskonia comenzaba a hacerse fuerte (47-40, m. 22). La tercera falta de Ayón lastró el rearme del conjunto de Laso, pero para entonces Bourousis estaba recuperando el resuello en el banquillo y apenas Hanga anotaba a buen ritmo en el cuadro vitoriano.

Un mate del alero húngaro del Baskonia y una canasta de Bourousis en su regreso a la pista colocaron a los de Perasovic por delante en la recta de meta (65-60). Pero, en ese instante, Sergio Rodríguez se vistió de artificiero. Con siete puntos en apenas cuatro minutos y un paso adelante en pleno estado de excepción, El Chacho opositó con éxito a gobernador del encuentro (67-70, m. 35). La meritoria aportación de Lima, en su aparición episódica para proteger a Ayón, y la constancia silenciosa de Maciulis complementaron al base canario y lanzaron al Madrid. Pero este Baskonia está hecho de piedra.

La tercera falta del Chacho y el tarascazo que se llevó Nocioni en el hombro izquierdo en un rebote áspero, enviaron a ambos al banquillo y dos triples consecutivos de Bourousis colocaron el partido en el territorio del miedo (75-75, a 3m 09s del final). El Baskonia había ganado al Madrid en sus dos enfrentamientos esta temporada pero los blancos, liderados por Llull en otra de sus hazañas (ocho puntos consecutivos en los últimos dos minutos), impusieron la experiencia y la memoria del campeón.

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Sobre la firma

Faustino Sáez
Es redactor de deportes del diario EL PAÍS, especializado en baloncesto. Además del seguimiento de ACB y Euroliga, ha cubierto in situ Copas, Final Four, Europeos y Mundiales con las selecciones masculina y femenina. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y ha desarrollado toda su carrera en EL PAÍS.

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