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A la espera del mejor Arda

El turco, que no podrá jugar en Londres por ser expulsado el año anterior con el Atlético, no acaba de encontrar su hueco

Bernat Coll
Arda pelea el balón con Momo en Las Palmas.
Arda pelea el balón con Momo en Las Palmas.JAIME REINA (AFP)

La última vez que Arda Turan saltó al campo con el himno de la Champions de fondo su equipo acabó eliminado y él, expulsado. Por aquel entonces el turco aún vestía la zamarra del Atlético de Madrid y la sanción de aquella tarjeta roja la cumplirá mañana, por lo que verá desde casa la ida de los octavos ante el Arsenal.

Su ausencia no parece que sea un dolor de cabeza para el técnico Luis Enrique, que de momento ve en el turco a un multiusos más que a una pieza distintiva. En sus cuatro primeros partidos, jugó en otras tantas posiciones: interior derecho e izquierdo, y extremo izquierdo y derecho. Su polivalencia era una de las aportaciones que se le intuía cuando llegó a primeros de julio por petición expresa del técnico. Con el club en pleno proceso electoral, la Comisión Gestora se encargó de agilizar uno de los dos únicos fichajes del verano. Todo envuelto en un halo de polémica porque autorizó el fichaje con la contraprestación de que la junta electa podría deshacerlo pagando 3,4 millones, el 10% del monte total.

Tras seis meses sin poder competir por culpa de la sanción de la FIFA, las primeras semanas como jugador activo forman parte de su proceso de adaptación al Barça. Ha sido convocado en 12 partidos y ha tenido minutos en todos a excepción del choque contra el Levante. En ocho encuentros salió de titular, si bien solamente completó cuatro.

Su proximidad geográfica con futbolistas ofensivos como Messi y Alves dificulta sus tareas

Con el tridente monopolizando las posiciones de ataque, las últimas cinco intervenciones del futbolista se ciñen al centro del campo. Su exquisito trato del balón se presupone el denominador común para asociarse con Iniesta, Busquets, Rakitic y Messi, pero sus últimas actuaciones no acaban de convencer. La sustitución en el descanso ante Las Palmas es un reflejo del momento que vive. “Tenía una tarjeta amarilla y como suele tirarse al suelo para robar el balón, pues no me quería arriesgar”, justificó después Luis Enrique en la rueda de prensa.

Resulta que como interior diestro se encuentra unas obligaciones tácticas que pretendía olvidar tras su paso en el Atlético, donde Simeone exige el máximo esfuerzo por definición. “Aquí se corre mucho”, se supone que dijo el jugador antes de irse. Ocurre que su proximidad geográfica con futbolistas ofensivos como Messi y Alves dificulta sus tareas, algo que Rakitic asume con mayor naturalidad por sus capacidades físicas. En cambio, cuando Luis Enrique le perfila a la izquierda, Turan puede centrarse en la creación de juego porque Alba se recoge rápido en su posición de lateral y la tendencia de Neymar es la de abrirse al costado, al contrario que Leo, que prefiere las diagonales. Aunque ahí juega Iniesta.

Una de las grandes virtudes de Arda es su capacidad para esconder el balón y combinar en espacios cortos, también para pausar el juego como en su día hacía Xavi. Pero no es un futbolista que llegue al área desde la segunda línea y tampoco se prodiga en ocupar los espacios. Hasta la fecha no ha conseguido ningún gol, uno de los aspectos que menos domina: en las cuatro temporadas que pasó en el Atlético, sólo en el curso 2013-2014 superó los cinco tantos. Festejó nueve. Sí ha dado en el Barça, sin embargo, tres asistencias (dos en la Liga y una en la Copa). Pero todavía le falta encontrar su sitio y su mejor fútbol.

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Sobre la firma

Bernat Coll
Periodista centrado actualmente en la información sanitaria. Trabaja en la delegación de Catalunya, donde inició su carrera en la sección de Deportes. Colabora en las transmisiones deportivas de Catalunya Ràdio y es profesor del Máster de Periodismo Deportivo de la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona.

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