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Un Real Madrid en alerta recibe a la Roma

Los blancos se miden a la Roma con el mismo resultado favorable (0-2) con el que hace un año, también en octavos, acabaron por sufrir una pesadilla en Chamartín ante el Schalke (3-4)

José Sámano

Cabe prever que el técnico del Roma, Luciano Spalletti, haya rebobinado más de una vez el Real Madrid-Schalke del pasado 10 de marzo. Los alemanes, equipo de la misma escala que este conjunto italiano, habían caído en casa, también en la ida de octavos, por 0-2 con el Real de Carlo Ancelotti. En la vuelta se preveía un paseíllo blanco, pero Chamartín vivió una pesadilla, una congoja total hasta que bajó el telón (3-4). El club superó la eliminatoria, pero tal fue la conmoción que dos días después, el presidente, Florentino Pérez, compareció ante los medios para capear la tormenta, pese a que el equipo estaba muy vivo en la Liga. Tras el susto alemán, el Madrid iba rumbo al Camp Nou con solo un punto de desventaja con el Barça, pero sucumbió.

Hoy, ante los romanistas, el Madrid defiende un resultado similar y con ocho de los 14 futbolistas que se alistaron aquella noche de tiritonas en La Castellana. Ya no están Casillas, Coentrao y Khedira, mientras que Nacho y Arbeloa no han sido convocados por Zidane y Benzema es la única baja. Con todo, el técnico sorprendió al no dar carrete a Borja Mayoral, recambio lógico del delantero francés. Al canterano le tocará la Champions juvenil, ante el Benfica. Nada explicó Zidane.

Se supone que también el técnico madridista y su equipo hayan tomado nota de un precedente tan cercano como el del Schalke. Al Madrid, con su etiqueta de favorito, le conviene estar en alerta. Su irregularidad no le hace del todo fiable. Para el Roma se trata de un sueño alpinista, pero con Spalletti se ha fortalecido en el calcio, donde ha encadenado siete victorias. Ya es tercero y el equipo más goleador del campeonato italiano. Eso sí, sus 59 goles son migajas respecto a los 81 que lleva el Madrid en su decepcionante Liga. Spalletti, no le queda otra, se ha mostrado optimista: "Si hacemos las cosas bien podemos ganar a cualquiera". Como mínimo, su escuadra tendrá que gestionar el partido tan bien como en 2008, cuando con el mismo entrenador, eliminó al Madrid al imponerse por 1-2 en el Bernabéu (2-1 en la ida).

La Roma, sin prisa

Libra por libra, el conjunto español es superior a su adversario, pero ya se sabe que en el fútbol se suceden los desmentidos e imprevistos, máxime cuando puntúa el estado de ánimo, fortalecido en el Roma de estos días. La Copa de Europa exige patrullar en cada encuentro con el máximo rigor, sobre todo si el rival se plantea un día sin freno, a tumba abierta, lo que hizo el Schalke, que se enfrascó en un duelo de esgrima. Ya en Madrid, Spalletti se mostró comedido sobre el planteamiento: "Hemos de pensar en meter un gol, no tres, para cambiar las condiciones psicológicas del partido. Lo que debemos hacer es controlar los momentos en que podamos ser agresivos y en los que podamos reservarnos". El entrenador italiano, consciente de la inferioridad de los suyos, sabe que el mejor partido para su Roma se daría en el diván si logra que de nuevo se enrede el ambiente en las gradas, por mucho que el público europeo no siempre sea tan severo como el de la Liga.

El Roma no está perfilado para gobernar, sino para esprintar con futbolistas con turbo como El Shaarawy, Salah y Perotti. Será interesante comprobar si el Madrid gestiona el marcador y cierra los contragolpes rivales o intenta finiquitar cuanto antes el reto. Con Modric y Kroos de vuelta y la pujanza en las últimas fechas de Lucas y Casemiro, Zizou tendrá que elegir entre clásicos y emergentes para escoltar a CR y Bale. James, que purgó el sábado, e Isco, fino ante el Celta, quedaron tocados por el bajonazo con el Atlético.

El derbi ya pasó y la Copa de Europa ha sido no pocas veces el motor de emociones con el que se ha redimido el Madrid, incluso en los tiempos más convulsos. El personal anda con la mosca con tanta oreja apuntando a la grada y el sesgo de las pancartas. Goleadas como la del sábado reconcilian. Un tembleque como el del Schalke —no digamos algo peor— originaría una ventisca colosal. En este Madrid nada es intrascendente. Ni con 0-2.

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Sobre la firma

José Sámano
Licenciado en Periodismo, se incorporó a EL PAÍS en 1990, diario en el que ha trabajado durante 25 años en la sección de Deportes, de la que fue Redactor Jefe entre 2006-2014 y 2018-2022. Ha cubierto seis Eurocopas, cuatro Mundiales y dos Juegos Olímpicos.

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