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Nadal, ¿denunciar o no denunciar?

El tenista, que sufrió en su estreno en Indian Wells ante Muller (6-2, 2-6 y 6-4, en dos horas y 11 minutos) y ahora se medirá a Verdasco, afronta la disyuntiva jurídica tras la acusación de la exministra Bachelot

Alejandro Ciriza
Nadal, durante su partido en Indian Wells ante Muller.
Nadal, durante su partido en Indian Wells ante Muller.M. J. Terrill (AP)

Harto, hastiado, cansado de las acusaciones, de las sátiras y de la rumorología, de estar en el objetivo y ser señalado cuando nunca –tras 15 años de carrera y más de 400 controles– ha saltado el chivato antidopaje, Rafael Nadal clama por su honestidad y su inocencia. “He trabajado muy duro durante toda mi carrera para tener el palmarés que tengo, así que es hora de que me hagan justicia. Estoy cansado de todo esto. Yo quiero justicia”, expresaba el tenista desde Indian Wells, poco antes de estrenarse (6-2, 2-6 y 6-4 ante Gilles Muller) en un torneo que ha quedado relegado a un segundo plano por la confesión de Maria Sharapova y la inculpación de la exministra francesa Jocelyn Bachelot sobre el campeón español.

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Pretende Nadal aparcar el asunto, centrarse en la pista y en la recuperación de su antiguo cordaje, en los entrenamientos y los detalles técnicos que le ayuden a emerger de nuevo. Ahora, sin embargo, el presente le empuja hacia otro lado, a simultanear un intento de resurrección deportiva con un dilema jurídico. Porque ahora, aunque su entrenador y su círculo anticipen que no dejarán a Bachelot irse de rositas y que acudirán a los tribunales, él y su entorno se enfrentan a una encrucijada: la de limpiar su nombre, denuncia mediante, o evitar la vía de los juzgados.

En este contexto, aparecen los interrogantes. ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde debería ejercer el de Manacor su legítima defensa? O, tal vez, ¿debería no llevarla a cabo? “Debe, lo primero, tomárselo con calma, porque el proceso puede ser largo”, responde el español Gerardo Viada, letrado especializado en casos de este tipo, pero acostumbrado a defenderlos desde el otro lado de la barrera, en lo que atañe a periodistas culpabilizados por intromisión en la intimidad, el honor y la propia imagen [Ley Orgánica 1/1982 en España], cuestión que ahora afecta a Nadal.

Preguntado por este periódico, el abogado explica que en el caso de seguir adelante, el deportista “debe optar por la demanda civil, que requeriría de un periodo de tiempo más prolongado, y no por la penal, puesto que la acusación de esta mujer ya no se juzga por un delito como tal, ya que las injurias y las calumnias están ya casi despenalizadas”. Incide Viada en que, en el caso de apostar por esa vía civil, Nadal tendría todas las de ganar, porque Bachelot no ha ofrecido prueba alguna y no puede demostrar veracidad en lo que dice.

Si va al juzgado, precisa un jurista, tendría todas las de ganar porque se ha lesionado su honor sin prueba alguna

“Lo que dijo, y cómo lo dijo, no fue una opinión, sino información”, indica; “y cuando dices algo así, de esa forma y señalando a una persona, tienes que aportar algo, un escrito o una evidencia clara, de que lo que dices es cierto. No puedes inventarte la información y en este caso no hay un soporte jurídico que sostenga lo que dijo, así que ha lesionado el honor de Nadal, por mucho que luego matizase sus declaraciones y se ciñera a que ella expresó lo que había escuchado en boca de otros deportistas y había leído en los medios de comunicación”.

Lo ideal, precisa el jurista, “sería que Rafa ejecutase la denuncia en España. Puede hacerlo donde quiera, en un juzgado de Manacor, Madrid o París, pero el marco legal no le obliga a hacerlo en Francia; la competencia es del tribunal del domicilio del demandante. De hecho, si lo hiciera aquí la obligaría a litigar aquí, a someterse a la jurisdicción española, a buscar y contratar un abogado español…”. De momento, la intención del deportista es clara y plantea una acción judicial contra Bachelot. Su tío y preparador, Toni, adelantó que el tema está ya en manos de sus abogados y su entorno aseguró a este periódico que no aceptará más especulaciones –"se acabó la barra libre"–.

Nadal, a su salida a la pista central del Indian Wells Tennis Garden, en California.
Nadal, a su salida a la pista central del Indian Wells Tennis Garden, en California.ROBYN BECK (AFP)

De momento, a la espera de más acontecimientos y ante la disyuntiva, Nadal reitera su inocencia –“nunca lo hice y nunca lo haré. No quiero hablar de eso otra vez”– y sigue peloteando en California. La pasada madrugada, entre el ruido mediático, superó en su estreno en Indian Wells a Muller. Lo hizo después de dos horas y 11 minutos, en una noche intempestiva en la que las ráfagas de viento que circulaban por el Valle de Coachella dificultaron enormemente el juego de ambos. Ahora, en la siguiente ronda, se medirá al madrileño Fernando Verdasco (adelante tras la retirada de Martin Klizan), su verdugo hace dos meses en Melbourne.

Nadal arrancó el pulso con fuerza y buen tenis, con una doble rotura en el primer parcial, sellado sin contratiempo alguno, pero a partir del segundo se diluyó. Su escaso porcentaje en el servicio (48% de puntos con primeros y 33% con segundos durante el segundo set) rehabilitaron al luxemburgués, que quebró los dos primeros saques del número cinco, muy trabado, y equilibró el partido con un nuevo break. Así, la tercera manga transcurrió sobre un fino alambre para el español, entorpecido con el aire gélido que entraba de costado y por el buen hacer del veterano Muller, 32 años y 45º en la ATP.

El español se movió sobre un fino alambre contra Muller en una noche intempestiva de viento

Tuvo este a Nadal contra las cuerdas, con 3-3 y servicio para el de Manacor, pero no logró aprovechar dos opciones de rotura ni el estado de confusión de su rival, que en ese tramo del partido falló algunas bolas aparentemente fáciles y sufrió. Fue esa la franja crítica de la noche, sellada al final con el oficio de Nadal. Igualados en la ofensiva (27 winners del balear, por 28 de su oponente), el balear erró menos y avanzó a la tercera ronda. Escala en la que estará también el rey del circuito, Novak Djokovic, con el que se cruzaría hipotéticamente en las semifinales. El serbio tampoco tuvo una jornada del todo plácida y cedió el primer set (2-6, 6-1 y 6-2) a Bjorn Fratangelo.

Tras el partido, Nadal aseguró que no dejaría pasar ni una sola insinuación de dopaje y que emprenderá una acción legal contra Bachelot. "La voy a demandar a ella y a todos los que hagan comentarios de estos en el futuro", aseguró el tenista español.

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Sobre la firma

Alejandro Ciriza
Cubre la información de tenis desde 2015. Melbourne, París, Londres y Nueva York, su ruta anual. Escala en los Juegos Olímpicos de Tokio. Se incorporó a EL PAÍS en 2007 y previamente trabajó en Localia (deportes), Telecinco (informativos) y As (fútbol). Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra. Autor de ‘¡Vamos, Rafa!’.

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