Benítez tampoco frena al Leicester

Suma y sigue el Leicester, que no necesita grandes exhibiciones para aguantar el tirón, mantenerse cinco puntos por encima del Tottenham y con Arsenal y Manchester City a 11 y 12, respectivamente, aunque ambos con un partido menos que el líder de la Premier League. Atrás quedó el Newcastle, al que superó por la mínima (1-0) para situarse a tan solo ocho pasos del éxito. Quizás hasta precise menos.

El nuevo equipo de Rafael Benítez comenzó el partido con aseadas intenciones y una cierta fluidez, pero se diluyó como un azucarillo, lo propio de un equipo sin confianza. El Newcastle atesora una colección de problemas. Tiene potencial económico y social para no sufrir, pero se ha acostumbrado a jugar por no descender porque en tres de las últimas cuatro temporadas se ha visto apurado. Su inversión en fichajes no ofrece frutos y lo peor de todo es que tampoco sorprende porque esta temporada, entre las dos ventanas de mercado, se ha gastado 110 millones de euros en incorporar a Wijnaldum, Mitrovic, Thauvin, Shelvey, Townsend, Mbemba, Saivet y obtener la cesión de Doumbia.

Ninguno de ellos marca diferencias, todos juntos no han llegado a conformar un equipo e incluso Thauvin regresó cedido hace mes y medio al Marsella tras haberle pagado en verano 16 millones por su ficha. Todo el desastre se trufa con una nómina de lesionados que en esta última jornada estaba integrada por 12 hombres, algunos de ellos tan expertos como el meta Krul, el zaguero Coloccini, el centrocampista Tioté o el delantero Demba Cissé.

El Leicester le ganó porque tuvo la virtud de la paciencia y recibió el premio de los equipos tocados por la providencia. Hay algo mágico ya en lo que rodea al equipo que prepara Claudio Ranieri, el favorito de todos los seguidores neutrales. Contra el Newcastle se dejó hacer de inicio, sufrió cuando tuvo que abordar a su rival replegado y le dañó en cuanto forzó el error en el pase y salió al galope. Esperó su momento y golpeó con dos avisos tras sendas pérdidas de Vurnon Anita en zonas sensibles.

Okazaki, de chilena

Y marcó tras un balón al área en el que faltó contundencia en la zaga antes de que Vardy lo tocase y Okazaki, un japonés, firmase un gol de chilena. Situado en su escenario favorito, sin que el marcador le obligase a tomar la iniciativa, el Leicester gestionó el partido con suficiencia durante bastantes minutos, incluso con la pelota en los pies. Se abrigó en la resta con N’Golo Kanté y Drinkwater para frustrar cualquier atisbo de respuesta rival, pero le faltó una marcha más para llegar al área del Newcastle y se abocó a tener que contener el dominio de su oponente, que creció a partir de la hora de juego. Tampoco con excesivos alardes, siempre controlado y a la postre derrotado, incluso puede que hasta perjudicado porque el árbitro Pawson dejó pasar un posible penalti por mano de Morgan en la recta final del partido.

El calendario le da, con todo, una oportunidad a Benítez y al Newcastle, que está a un punto de la salvación. Le restan nueve citas porque aplazó una contra el Manchester City, pero entre los ocho restantes se encontrará con los cinco equipos que le acompañan en el fondo de la tabla. Por su parte, el Leicester visitará el sur de Londres el próximo sábado para tratar de dar continuidad a su fantástica trayectoria en Selhurst Park, el feudo del Crystal Palace, un equipo que no gana un partido de liga desde el 19 de diciembre, pero que se ha metido en las semifinales de la Copa.

Justo en la tarde de ayer quedó emparejado con el Watford para dilucidar quién juega la final. El Everton, tercer semifinalista confirmado, se las verá contra el ganador del duelo entre West Ham y Manchester United. También anoche el Middlesbrough, que pese a caer el domingo en Charlton sigue en puesto de ascenso a la Premier, confirmó que Aitor Karanka continuará en su trabajo como entrenador del equipo después de que fuese relevado de manera provisional en sus funciones.