La pole de Argentina es para Márquez, pese a una fea caída

Marc Márquez llegó al corralito andando. No llevaba casco. Se hidrataba e iba acompañado de su gente. Su moto, bueno, una de ellas, no precisamente aquella con la que había logrado el mejor tiempo en la clasificación, le esperaba ya allí, bien puesta. La otra esperaba a ser recogida por los comisarios de pista. No estaba presentable. Había rodado por los suelos escasos minutos antes. Como él. Que tuvo que regresar a su box en scooter –desde donde saludaba, a la grada y a su madre, Roser, que debía estar en casa viéndole por televisión– después de dar un par de volteretas por la grava y golpearse la cabeza y la espalda severamente. El accidente se produjo a final de recta, el mismo sitio en el que también se había caído Lorenzo en los últimos minutos de la cuarta sesión libre.

“Esta caída ha sido de las grandes. He cometido un error en la primera curva. He tirado un poco más de lo que debía”, explicó poco después del accidente. A pesar de todo, Márquez conservó la primera posición de la tabla. Le bastó con su primer intento. En su primera salida a la pista y su primera vuelta lanzada, el de Honda marcó un tiempo de 1m,39'4s que le coloca en la primera posición de la parrilla de salida este domingo en el circuito de Termas de Río Hondo. A su lado, estará Valentino Rossi, que corre como en casa, recibido en este trazado como si fuera el mismo Maradona, que terminó a solo tres décimas. Completa la primera fila su compañero en Yamaha: Jorge Lorenzo. Tanto uno como otro progresaron al tiempo que mejoraba la pista, muy sucia el primer día de entrenamientos y con escaso agarre, lo que había perjudicado enormemente a las M1.

Ocurre, sin embargo, que después de que a Redding le reventara la goma trasera en plena sesión los problemas de puesta a punto de uno u otro piloto pasaron a ser secundarios. “Me siento muy bien con la moto, pero veremos, porque con el neumático más blando es con el que me siento realmente bien y no sé si Michelin nos dejará utilizarlo para la carrera”, decía Márquez. Lo mismo pensaban los pilotos de Yamaha: “El neumático será un problema para todos. No iremos tan rápido con el duro que con el blando”, asumía Lorenzo. Pero la seguridad es lo primero.

¿Es seguro el trasero blando?

Ya había ocurrido en Sepang, en los primeros tests de pretemporada. A Loris Baz le explotó el neumático trasero cuando iba a toda velocidad (prácticamente 300 km/h) en plena recta. Se llevó un susto de muerte. Pero, por suerte, no se hizo nada. Michelin optó por retirar de aquellos tests los neumáticos blandos y argumentó que el chico era muy alto (1,88m), más que el resto. Volvió a ocurrir este sábado, en el segundo gran premio de la temporada, durante la cuarta sesión libre. A Scott Redding (1,85m) le reventó el compuesto exterior de la goma y, aunque no cayó, la explosión fue destrozando en cuestión de segundos el colín y todas las piezas traseras del carenado de su Ducati satélite. Dejó rastro por toda la pista. Y obligó a cerrar el pit lane durante un buen rato. Además, sembró las dudas en el paddock. Qué ocurre con el compuesto blando de los Michelin. ¿No son seguros cuando sube la temperatura?

La sesión de clasificación se celebró con normalidad, pues Michelin debió entender que las gomas blandas no suponían un peligro para los pilotos siempre que estos no las utilizaran más de tres vueltas seguidas, como se hace en las sesiones en las que se pelea por la pole position. Sin embargo, aunque queda por ver cuál es la posición oficial ante la carrera de este domingo, ha quedado claro que esas gomas no se podrán utilizar para la prueba, a 25 vueltas.

Después de que a Baz le reventara el neumático en Malasia, Michelin no asumió responsabilidades y consideró que el peso del piloto y la baja presión de la goma habían causado el problema: “Loris es un chico muy alto, lo que puede haber ayudado, si la presión del neumático era baja”, dijeron. Dirección de carrera obligó al francés, solo al francés de entre todos los pilotos de la parrilla, a colocar un sensor para poder controlar la presión de sus neumáticos. Pero un Michelin, otro, ha vuelto a explotar este sábado. Las dudas se ciernen sobre las gomas blandas de la fábrica francesa.