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Los laterales del Barcelona ordenan el ataque

Ante el Madrid se quedaron cortos, pero el equipo se encomienda a los carrileros para abrir las defensas rivales y organizar su ataque con profundidad y centros

Alba, ante Bale durante el clásico.
Alba, ante Bale durante el clásico.Paul Gilham (Getty Images)

A Luis Enrique le dio rabia perder el clásico ante el “eterno rival”, como él define al Madrid, pero dijo no afectarle ni suscitarle un sentimiento de pesadumbre por ser en el día que se homenajeaba a Johan Cruyff. El enfado, dicen desde el club, lo llevaba por dentro; siempre antepuso el resultado a lo demás. “Lo importante es ganar”, convenía cuando llegó al banquillo del Barça hace un año y medio. Pero ayer sí que homenajeó al Flaco con un argumento bien cruyffista —“el primer objetivo es ser mejor que el rival futbolísticamente porque eso nos acerca a la victoria”, resolvió— como también lo hace en cada partido al prolongar el modelo que instaló Johan a inicios de los 90 y que reversionó Pep Guardiola. Un claro ejemplo son los laterales, profundos por definición pero cortos frente al Madrid, lo que resultó en un ataque cojo que de repetirse frente al Atlético pondría en peligro la eliminatoria.

Piqué: “Veo al equipo y siento que nadie nos puede ganar”

Gerard Piqué quiso pasar página a la derrota liguera ante el Real Madrid (1-2). "Lo que de verdad nos pone son retos como los que vienen ahora. Después de un partido malo, jugar contra un gran rival es lo que nos gusta; demostrar por qué lo hemos ganado todo más de una vez y que tenemos las ganas de volverlo hacer". Y amplió: "Más confianza que nosotros mismos en este equipo no tiene nadie. Cuando sales al campo, miras lo que tienes alrededor y sientes que nadie nos puede ganar". Del mismo modo, negó que el equipo necesitara un toque de atención, porque dijo que el vestuario sabe que esto, ganar cada día, es muy difícil. "Tenemos el reto brutal de ganar otro triplete, un reto grandioso y fantástico. El Atlético es el primer paso".

Luis Enrique también quiso elogiar a su equipo —"tengo fe ciega en mis jugadores", resolvió—, pero advirtió del peligro que entraña el Atlético: "Nos suelen hacer daño en las transiciones, a balón parado, con las contras y con el juego directo. Nos van a complicar la vida seguro". Aunque recordó: "Cualquiera se cambiaría por nosotros porque somos los mejores de la Liga hasta ahora".

Cruyff daba y quitaba cancha a los laterales al utilizar una zaga de tres. “A veces nos decía: ‘Hoy no subas porque ellos juegan con tres puntas y hay que tapar antes que desequilibrar’. Pero en otros partidos, la consigna era: ‘Tira millas”, explica Sergi Barjuan, el defensa izquierdo del Dream Team. Con Guardiola, sin embargo, eran más carrileros que laterales sin perder la esencia de la posesión y la teoría de la triangulación del pase. “Cuando llegué al primer equipo no sabía jugar ni interpretar. No sabía nada”, reconoce Guardiola; “y con Cruyff aprendí por qué un mediocentro puede ser central para dar salida al balón y por qué un extremo es bueno como lateral”.

El porqué lo verbaliza Luis Enrique: “Los laterales del Barça son jugadores que han empezado su carrera en posiciones adelantadas [Alves, Alba, Aleix Vidal, Mathieu, Sergi Roberto, Adriano] y eso significa que somos un equipo que tiene el balón en el campo contrario y que nuestros laterales pisan el área y dan asistencias. Tiene complejidad jugar ahí, pero son futbolistas completos que también aportan en lo defensivo”. Sergi Barjuan amplía: “Una de las obligaciones es generar superioridad en ataque. Por eso juegas más veces por delante del balón que por detrás. Lo primordial es no perder la pelota”. Y añade: “Atacar o defender... Si tienes la bola da igual, atacas tú. Es fácil”.

Ocurre que ante el Madrid, Bale y Cristiano Ronaldo fijaron a Jordi Alba y Alves, hasta el punto de que solo pusieron un centro cada uno. Por lo que no se dio lo que Piqué dice que aportan los carrileros al Barça: “Nos dan mucho porque abren el campo y a las defensas que están cerradas”. Participan, entonces, del juego azulgrana como explican las estadísticas de la Champions, donde son el cuarto y el quinto en la tabla de defensas que más pases realizan: Alves ha intentado 492 y completado 434 (un 88% de acierto); y Alba ha logrado 405 de 461 (88%). No es casualidad, en cualquier caso, que los dos primeros, Lahm (557 de 601; 93%) y Alaba (509 de 539; 94%), sean del Bayern, equipo entrenado por Guardiola.

Las alas del Atlético

También destacan en Europa los laterales del Atlético, que aprovechan los pasillos que dejan los interiores con sus diagonales. Por eso Juanfran —otro extremo reconvertido— es el que más centros lanza en la Champions (36 y ocho rematados de los que dos acabaron en gol) y el tercero es Filipe Luis, con 22 y cuatro. Mientras, el quinto es Alves, con 20 centros y nueve completados de los que dos acabaron en la red, y ya lejos, en 19ª posición, aparece Alba con nueve y dos remates, cero goles. Pero ninguno renuncia a las carreras. Alba es el que más corre (10,9 km por partido), seguido de Juanfran (10,8), Alves (10,5) y Lahm (10,4). Lo que no deja de ser curioso, sin embargo, es la poca resolución que tienen los laterales en el área rival. De los 112 duelos disputados, sólo Adriano, Aurier (PSG), Alaba (Bayern) y Carvajal (Madrid) han logrado marcar un gol.

Cuestionado sobre sus laterales, Luis Enrique fue taxativo: “Estoy encantado con todos, ofrecen buen rendimiento y nos dan muchas posibilidades”. Aunque sus convocatorias y alineaciones no explican eso. A Aleix Vidal —que ayer sufrió una elongación en el adductor derecho que le mantendrá una semana de baja— no le citó para el clásico cuando tampoco estaba el lesionado Mathieu ni Adriano, relegado al ostracismo. Le alcanza con Sergi Roberto, que empezó de volante, pasó al extremo y ya no es raro verle de lateral. “Tenemos laterales ofensivos, sí”, corrobora Piqué. “Porque deben ofrecer la posibilidad de generar superioridades y más con Neymar y Messi, que no son extremos puros”, interviene Barjuan. Piqué recoge el testigo: “Aunque eso conlleva riesgos porque a veces no pueden bajar tan rápido. Pero lo asumimos porque nos ha ido bastante bien en los últimos años”. No contra el Madrid, donde no subieron y sufrieron atrás; renunciaron al juego de los laterales.

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