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El Sevilla mantiene su leyenda europea ante el Athletic

Los andaluces se imponen a un gran rival en la tanda de penaltis en un choque emocionante

Rafael Pineda
Krychowiak pugna con Muniain.
Krychowiak pugna con Muniain.MARCELO DEL POZO (REUTERS)

No pudo ser más igualada y emocionante la eliminatoria entre el Sevilla y el Athletic. La casta y el buen fútbol del conjunto vasco acogotaron al equipo andaluz, al que igualó el 1-2 de la ida para forzar la prórroga con goles de Aduriz y Raúl García. Estupendo el Athletic, capaz de profanar un templo como Nervión, que acumulaba 11 triunfos seguidos en la Liga Europa. En un choque que fue un carrusel de emociones, lo mismo Susaeta perdonaba en la prórroga (tremendo pase de Beñat) que San José sacaba bajo palos una chilena de Coke. Un emotivo ejercicio que se resolvió en los penaltis. Ahí surgieron los últimos héroes de este fantástico duelo. Falló Beñat, ex bético, y paró David Soria. No erró Gameiro y el Sevilla pasó en los penaltis para mantener su leyenda europea.

Emotivo y fuerte, lleno de intensidad, como corresponde a dos equipos bien trabajados y rudos, el partido entre el Sevilla y el Athletic fue un continuo duelo en todas las zonas del campo. La presión insistente del Athletic iluminaba el juego vasco, al que Valverde dotó de más músculo con Lekue y Raúl García por detrás de Aduriz. El manual del Sevila, sin Banega, era más rudimentario que de costumbre, con el balón en largo a Iborra como argumento más utilizado. En un choque sin respiro, jugado con fuerza en cada palmo de terreno, los dos equipos penalizaron una barbaridad cada error del contrario. En especial el Athletic. Primero, un pase de Susaeta dejó solo a Aduriz. Kolo salvó bajo palos después de que el goleador internacional driblara a David Soria tras su lenta salida.

Del mismo modo, el Sevilla tuvo su gran ocasión en un centro perfecto de Krohn-Dheli que Rami falló con todo a favor. La defensa vasco salió tarde y mal. Le costaba un mundo sacar el balón al conjunto de Emery, castigado por la agresividad del Athletic. Nzonzi, bien tapado, no entraba en juego, con lo que Krychowiak tenía que tocar y defender. Trabajo doble para el polaco, como para sus compañeros, incapaces de encontrar las galopadas de Gameiro, sin el socorro de las conducciones de Vitolo. Perdido el juego con tanto choque y tanta disputa, de nuevo un error le pudo costar caro al Sevilla. Kolo intentó un regate como último hombre ante Raúl García. El navarro, con el colmillo afilado, le adivinó la intención y puso a prueba a David Soria. Por ocasiones, ganaba el Athletic. Pero pasaba el Sevilla haciendo bueno el 1-2 de la ida.

El Athletic no se descompuso. Siguió jugando con paciencia, presionando una barbaridad al Sevilla. El segundo tiempo fue una bendita locura. Marcó Aduriz en un error de David Soria y respondió el Sevilla con un fantástico gol a la contra de Gameiro. Entonces, Emery fue algo cobarde y decidió aguantar el 1-1 ante un rival que perdía a Aduriz por lesión. El Sevilla reculó demasiado y Raúl García castigó el paso atrás de los sevillistas, que desaprovecharon, eso sí, tres claras ocasiones por mediación de Iborra, Gameiro y Nzonzi. El Athletic, por fin, había encontrado su momento en la eliminatoria para forzar la prórroga. Llegaron ocasiones, pero el marcador no se movió hasta los penaltis. Y pasó el Sevilla.

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