_
_
_
_
_

El Deportivo saca un buen empate ante un Sevilla cansado

El equipo de Emery, plagado de suplentes, da vida a un rival que se repuso a tiempo

Rafael Pineda
Kolodziejczak cabecea ante Juanfran.
Kolodziejczak cabecea ante Juanfran.Jose Manuel Vidal (EFE)

Cascado y plagado de suplentes, un Sevilla irreconocible no pudo con un Deportivo angustiado, que supo corregir su defensiva imagen en una mala primera parte para llevarse un punto que le sabe a gloria. Los de Emery fueron un caos, un equipo sin chispa que todo lo ha fiado a los torneos de eliminatorias y vaga en plena cuesta abajo en la Liga, donde es séptimo y lleva cuatro partidos sin ganar. Paga, además, tener una plantilla de menos profundidad que la de la pasada temporada. Su primer tiempo fue aceptable, cuando jugó a colgar balones a Llorente e Iborra. El segundo no tiene más explicación que la de ser un equipo fundido y sin sus mejores hombres, reservados por Emery. Sin Rami, Krychowiak, Vitolo, Krohn-Dheli y Gameiro, el Sevilla es un conjunto vulgar. Y no solo es un factor físico. Muchos de los titulares ante el Deportivo no lo fueron en la Liga Europa. El problema es que no dan el rendimiento adecuado, por lo que las rotaciones de Emery fueron un auténtico fiasco. El Deportivo, en el fondo, desaprovechó una gran oportunidad para conseguir el triunfo en Nervión. Lo que ocurre es que tampoco está para muchos trotes y Víctor fue demasiado reservón de inicio. El resultado, un punto de concordia en el Sánchez Pizjuán.

Metido en mil batallas, pues es el único español inmerso todavía en tres competiciones, el Sevilla necesitaba aire fresco para afrontar el encuentro ante el Deportivo. Emery, después de darle mil vueltas a la cabeza, acabó por innovar para sacarse de la manga un planteamiento con dos delanteros a la vieja usanza, dos auténticas torres como Llorente e Iborra. Al recurso de los gigantes, el Deportivo reaccionó, quizás esperándolo, con una defensa de tres centrales, Lopo, Sidnei y Fernando Navarro, en un esquema poco usual en el fútbol español. El Sevilla tiró de armario, pero no encontró apenas el ritmo adecuado para desarbolar al Deportivo, al que da la impresión de que la temporada se le ha hecho muy larga. Cuando más lo necesitaba, al equipo de Emery le fallaron las rotaciones. El partido olía a resaca, ferial y europea, con un ritmo muy bajo, sin que Banega ni Reyes aparecieran. Fueron Konoplyanka y Escudero, por la banda izquierda, los que mejor entendieron el juego.

De repente, el Sevilla empezó a romper el partido con centros desde la izquierda al área en busca de sus torres. En apenas seis minutos, desde el minuto 18 al 24, la defensa del Deportivo naufragó ante el acoso del Sevilla. Llorente remató en dos ocasiones, hasta que a la tercera prolongó al segundo palo un excepcional centro de Reyes. Iborra irrumpió para hacer el 1-0. Se cumplía el plan de Emery. Pase al área y gol, con la defensa del Deportivo en la luna.

El gas le duró al Sevilla para otra ocasión muy clara. Esta vez fue Llorente el que lanzó fuera con todo a favor. Era el minuto 24.

Después llegó el tedio. El Sevilla tocaba y tocaba sin profundidad, descansando, recobrando fuerzas. El Deportivo era incapaz de tener el balón, de salir en velocidad o de buscar con alguna ventana al rápido Lucas. Un equipo encogido, demasiado metido atrás, sin soluciones ante un Sevilla que vivía con exquisita comodidad.

En el segundo tiempo, Víctor se hartó de su defensa de tres centrales y Emery quitó a una de sus torres, Llorente, con evidentes problemas para acabar un partido entero. Lo que no cambió fue el ritmo de geriátrico al que se jugó el partido. El espectáculo estaba en las gradas, con la afición del Sevilla confraternizando en cánticos con el millar de deportivistas que acudieron al choque en Nervión.

Emery metió a Curro, del filial, y a Juan Muñoz, otro canterano, pero el Sevilla no reaccionó. Su letargo lo debía aprovechar el Deportivo. Entró Riera y el Deportivo jugó con dos delanteros. El Sevilla, cascado, plagado de suplentes, resultaba irreconocible. Lo aprovechó Lucas con una carrera formidable para asistir a Riera, que marcó un gol que vale media permanencia para el Deportivo.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_