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El Rayo, a un paso de la salvación

Con intensidad, el equipo de Jémez logra derrotar a un Villarreal rebajado que dio la cara hasta el final

Miku celebra su gol al Villarreal.
Miku celebra su gol al Villarreal.Víctor Lerena (EFE)

El Rayo es un superviviente que se encamina hacia la salvación una temporada más sin renunciar al impuesto estilo ofensivo de Paco Jémez, impropio de los equipos que se juegan la vida. Los vallecanos, al calor de su afición, con gran intensidad, lograron vencer a un Villarreal rebajado que dispuso de dos jugadores del filial de 20 años recién cumplidos (Alfonso y Rodri), y otros dos futbolistas de 19 años pertenecientes al primer equipo (Adrián Marín y Nahuel), consecuencia del bendito sueño de la Liga Europa. En todo caso dio la cara el equipo de Marcelino derrotado por el gol de Miku en el tramo final que permite al Rayo respirar, cerca de certificar un año más su presencia en Primera con humildad y buen gusto.

Le iba una gran oportunidad al Rayo para alejarse del descenso y así se lo hizo saber al Villarreal desde el inicio. A los siete minutos de juego ya mandaba en el marcador el conjunto de Paco Jémez tras un disparo de Miku que rechazó como pudo Aréola y aprovechó Javi Guerra. El gol no alteró el equilibrio del Villarreal maduro en situaciones adversas.

Obligado por las ausencias por lesión o sanción, dando descanso a futbolistas importantes y gestionando los minutos de juego disputando dos objetivos importantes, la Liga y Europa, Marcelino renovó el once una vez más, competitivo siempre. Nada nuevo en el Villarreal, así lo ha dispuesto el técnico asturiano durante toda la temporada sin mermar el rendimiento de su equipo, quizá ahí radique el secreto del éxito. Destacaba la presencia del jugador del filial amarillo Alfonso Pedraza, debutando en Primera en la segunda mitad Rodri. Significativa resultó la no presencia de Bruno, capital el capitán en el engranaje del equipo castellonense, baja por acumulación de amonestaciones, merecedor de una pausa.

Más reconocible en su alineación, el Rayo puso la directa en la búsqueda del gol. Lo consiguió pronto y dejó hacer al Villarreal. Mala cosa si en el centro del campo rival se asocian futbolistas livianos y técnicos como Denis Suárez, Trigueros y Jonathan dos Santos. Del mexicano surgió un pase picado para que Adrián López, con sutileza y de primeras, enviara el esférico a la red de Juan Carlos tras una larga acción amarilla.

La formación de ambos equipos, con jugadores de buen pie, auguraba un encuentro entretenido, de llegadas continuas y alternas a las áreas. Atacaba bien el Rayo y contestaba con peligro el Villarreal, bien posicionado, aprovechando cada pérdida vallecana y el desorden consiguiente del equipo de Jémez con tendencia al caos.

Ya en la segunda mitad, aplicado como acostumbra en defensa el Villarreal, el Rayo se veía incapaz de llegar con claridad al área de Aréola. Tampoco el grupo castellonense se asomaba a la portería de Juan Carlos. El juego discurría en el centro del campo, las defensas cobraban más protagonismo que los ataques. Lesionados los dos centrales vallecanos, Jémez envidó con la entrada de Jozabed por Zé Castro, retrasando la posición de Llorente. Un mensaje ambicioso del técnico cordobés que terminó el partido con tres delanteros con Manucho en el terreno de juego. Contestó Marcelino incorporando al goleador Bakambu, no renunciando a nada el Villarreal. Pero fue Miku quien iluminó al Rayo con un cabezazo a centro de Nacho que sitúa a los vallecanos a un paso de la salvación.

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