A pocos días del superclásico La Bombonera es un lodazal

El domingo se acerca un nuevo clásico en el fútbol argentino, y aunque el partido no definirá puestos de privilegio en la liga, un Boca – River siempre detiene al país. Como suele ocurrir, la previa se discute desde muchos días antes y esta semana no fue la excepción: las redes sociales amanecieron este miércoles con burlas y críticas acerca del campo de juego de La Bombonera, donde se desarrollará el encuentro. Las lluvias que cayeron sobre Buenos Aires en los últimos 20 días fueron el principal desencadenante.

El primer nombre que recibió el estadio de Boca Juniors es Camilo Cichero, en memoria del presidente que comenzó las obras del mítico escenario. Esta semana en Twitter, muchos recordaron ese dato aunque con una leve modificación. “La Bombonera se convirtió en un chiquero”, fue el comentario más repetido en la red social. La alusión responde a un antiguo concepto argentino: se entiende por chiquero al establo lleno de barro que por lo general se utiliza para criar cerdos.

El mal estado del campo pudo advertirse el pasado domingo, cuando Boca enfrentó a Aldosivi de Mar del Plata. Entonces, las bromas se convirtieron en preocupación para la dirigencia xeneize (como se llama a Boca Juniors), dado que antes del compromiso del próximo domingo, los de Barros Schelotto recibirán en su casa al Deportivo Cali por la Copa Libertadores de América. El encuentro será este miércoles por la noche pero la buena noticia es que finalmente dejó de llover.

En consecuencia, el club emitió un comunicado en el que explica que el barrial “se debe a que si bien en el último año se han realizado distintas obras y acciones para mitigar anegamientos, las fuertes e incesantes lluvias de los últimos días provocaron que en la franja ubicada del lado de palcos el sustrato se encuentre totalmente húmedo y genere un terreno blando”.

Boca advierte que “la principal razón de las dificultades para poder prevenir esta situación se deben a que el edificio de palcos, que identifica mundialmente a nuestra mítica Bombonera, lamentablemente es un gran generador no solo de sombras sino también de una pantalla contra el viento y aireación, lo que produce una zona muy crítica que dificulta las tareas de prevención”. El paredón al que refiere el escrito es un viejo problema para la Bombonera, ya que ese es el costado que obstaculiza una potencial ampliación de las localidades.

“Estos cambios climáticos hacen que nuestro equipo de profesionales especialistas en campo de juego deban desarrollar nuevas estrategias para mitigar inmediatamente el tema y que a mediano plazo se puedan realizar acciones de mejoras necesarias que incluyen un cambio de perfil de suelo total en la franja de 15 metros sobre sector palcos que es el que mayor concentración de humedad tiene. Así mismo se encuentra en proceso de compra la adquisición de tecnología específica que refuerce las obras ya realizadas como nuevas luces, ventiladores y bombas de achique de napas”, concluye el texto.

Los entrenadores de ambos equipos seguramente han tomado nota de este problema y muchos especulan con que esto ha de condicionar las estrategias de juego, y que la pelota estará mucho más tiempo en el aire que en el amarronado césped.