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El Athletic castiga al Levante

El equipo de Valverde empata en el descuento, se asegura jugar en Europa el próximo año y hunde en la tabla al conjunto de Rubi

Lerma y Camarasa, tras el final del partido.
Lerma y Camarasa, tras el final del partido.Kai Försterling (EFE)

Cruel. El fútbol siempre tiene un escondite para la crueldad, pensará el Levante, que vio como se le escapaban dos puntos en el tiempo de prolongación. Peor aún, vio como el Athletic le igualaba dos goles en apenas cuatro minutos después de haber hecho un partido pésimo, deslavazado, lento, impreciso y estático. No es que el Levante fuera la quintaesencia del fútbol, pero solo por ímpetu, velocidad (o sea, el colombiano Cuero que es una bala, aunque atolondrada), por acierto, por entrega, merecía algún premio y no tanto castigo.

El Athletic comenzó con un error defensivo colectivo que aprovechó Casadesús para batir con templanza a Iraizoz. Fue como si los cuatro defensas del Athetic no se conocieran y asistiesen a su primera cita. Un error al que le siguieron una suma de errores consecutivos, colectivos y personales. Tenia el balón, pero como quien tiene una nube: que no sabe qué hacer con ella. Jugadores sólidos como Balenziaga iban acumulando falo tras fallo, mientras Cuero, con su velocidad, Rossi con su habilidad y Morales con su tenacidad agujereaban a un Athletic que jugaba con una lentitud sorprendente. Beñat e Iturraspe acumulaban errores en el pase.

Todo le venía bien al Levante, conducido por Camarasa, aunque su posición en la tabla delata una falta cierta falta de puntería. Muniain, muy lejos de su mejor forma, sufrió la dureza de Pedro Leon, primero, y de Lerma después, con la aquiescencia del árbitro. Lo cierto es que el navarro, desapareció y cayó en la indolencia. Necesitaba además pasar consulta el Athletic sobre la levedad de sus centros, impropios de su nivel. En un partido lento del Athletic y bullicioso del Levante, Rossi se sacó de la chistera otra jugada muy grande (aunque muy larga) que acabó con un barullo monumental en el área pequeña y un disparo final de Cuero que se marchó alto. Todo había comenzado con otro error individual de Balenziaga. Para mayor desgracia del Levante, el árbitro le anuló un gol legal a Rossi, porque el fuera de juego de Morales era posicional. El primer peligro rojiblanco llegó con un remate de Viguera, muy ausente del juego.

Valverde tiró de banquillo la entrada de Lekue y Susaeta fue mortal para el Levante.. Arrasaron la banda de Juanfran, aunque Etxeita culminó un error en el pase con otro error al intentar interceptar un centro de Morales: lo mandó a la red. Todo parecía acabado en el Ciutat de València. Pero quedaban dos matrioskas en el partido. La primera la sacó Susaeta tras una pared con Williams. San José, después, se colocó como delantero centro y llegó un centro de Williams. El central-centrocampista no le hizo asco a su nueva posición y actuó como un ariete al uso: se anticipó al defensa y remató a la red de un desangelado Mariño. No era justo, pero era válido. Un punto que le asegura matemáticamente la Liga Europa al Athletic y casi le condena al Levante al descenso.

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