La justicia restaura la suspensión de cuatro partidos a Tom Brady
Un tribunal da la razón a la NFL en el escándalo por el uso de balones desinflados
La justicia estadounidense determinó este lunes que el quarterback de los New England Patriots Tom Brady debe cumplir la suspensión de cuatro partidos que le impuso la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) por su participación en 2015 en el escándalo de los balones desinflados. Es el último episodio de un culebrón que ha cuestionado la autoridad legal de la NFL, la honradez de Brady y la limpieza de un deporte que moviliza masas y millones de dólares en Estados Unidos.
La sentencia de un tribunal de apelaciones de Nueva York anula otra anterior y avala la actuación de la NFL frente al sindicato de jugadores de la liga. La defensa de Brady, de 38 años y una de las grandes estrellas de la NFL, puede recurrir el fallo. El jugador asegura ser inocente. El quarterback es el jugador clave en el fútbol americano al ser el encargado de hacer los pases.
La polémica, llamada Deflagate, tiene su origen en el partido jugado en enero de 2015 entre New England e Indianápolis. Los Patriots vencieron por 45-7 y se clasificaron para la Super Bowl, la final del campeonato, que ganaron frente a los Seattle Seahawks. En ese partido, el equipo de Boston usó balones menos inflados de lo permitido. Teóricamente, una pelota más blanda es más fácil de lanzar por el quarterback y de agarrar por el jugador que la recibe.
La NFL suspendió en mayo de 2015 a Brady, que ha ganado cuatro Super Bowl, tras determinar que dos empleados de los Patriots habían desinflado a propósito los balones y que era “más probable que no de que Brady fuera al menos consciente de las actividades inapropiadas”.
Los abogados de Brady recurrieron la decisión y en septiembre un juez federal anuló la suspensión y permitió que jugara toda la temporada. El magistrado esgrimió que Brady "no sabía" que su actuación podía equivaler al castigo que recibiría por ejemplo un jugador que se dopa.
La NFL recurrió la suspensión al juez de Nueva York, que ha considerado que la NFL y su poderoso comisionado, Roger Goodell, tenía la autoridad necesaria para castigar a Brady.
El culebrón previsiblemente continuará y seguirá golpeando la imagen de Brady y los Patriots. En 2007, el equipo fue multado por grabar cómo un equipo rival daba instrucciones a sus jugadores, algo prohibido por la NFL.
