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Amor: “Cruyff nos hizo fácil el fútbol”

El técnico del Adelaide United ha vencido la liga regular australiana y este domingo juega la final del playoff liguero

Jordi Quixano
Amor, en la ciudad deportiva del Barça en 2013.
Amor, en la ciudad deportiva del Barça en 2013.albert gea (reuters)

Lo ha sido casi todo en el Barcelona. Llegó con 11 años a La Masia, donde se formó como persona y jugador, chocó las manos con Maradona en el estreno del Mini cuando apenas contaba con 15, fue el ídolo de Pep Guardiola, Johan Cruyff apostó por él en el primer equipo, ese llamado dream team, y ganó cuantos laureles se pusieron en su camino. Guillermo Amor (Benidorm; 48 años) aceptó por dos veces llevar la dirección del fútbol base azulgrana y cuando le ofrecieron gestionar las escuelas internacionales del Barça, decidió que era el momento del cambio, quizá pasar del despacho al césped, volver a los orígenes. Le ha ido de maravilla, campeón de la Liga regular con el Adelaide United en la A-League australiana y esta noche finalista del playoff ante el Wanderers.

P. ¿Cómo sienta eso de ganar de nuevo siendo protagonista?

R. Soy competitivo y al salir del Barça uno se acostumbra a luchar por ganar. Por lo que siempre es bonito volver a vencer. Pero lo que me hace feliz es el haberlo intentado, sabiendo que sólo uno puede cantar victoria. Hay que ser consciente de que no siempre es posible, pero el deportista debe tener esa ambición además de sacrificio. Es precioso el camino y si lo consigues, te llena.

P. Como entrenador, ¿se le puede considerar otro de los hijos de Cruyff?

R. Digamos que él nos abrió los ojos a muchos. Uno ha jugado al balón desde crío, pero a nivel profesional él supo hacernos el fútbol fácil. En un deporte con tanta presión y que mueve todo lo que mueve, es vital conseguir jugar con calma y tranquilidad. Y esa era su filosofía, expresada con esa frase de la final de Wembley: “Salid y disfrutad”. Es que en el deporte hay que pasárselo bien. Además, Johan nos enseñó un modelo y somos muchos los que seguimos ejerciendo esta profesión con esa idea.

De enano viví a Jaume Olivé y Oriol Tort en La Masia y estaba muy a gusto siguiendo sus pasos. Pero decidí que era el momento de cambiar

P. ¿Se acuerda de él en ocasiones?

R. Sí. Hay muchas situaciones que has vivido y compartido con él y que tratas de aplicar en el campo. Hace poco, en un partido, perdíamos y al final decidí que el central actuará de delantero para colgar balones como él hacía con Alexanco o Nadal. Aunque una cosa que siempre recuerdo es que nunca, nunca, nunca se quejaba de que había lesionados o teníamos bajas. Eso reforzaba al grupo.

P. ¿Le quedó algo por decirle?

R. No sé… La relación con él era buena. El otro día hablaba con Van’t Schip –técnico del Melbourne City- de que ese día sería su 69 cumpleaños… y te das cuenta de que es una pena que se haya ido, pero de que todos le admiraban.

P. ¿Su grandeza es que su modelo se puede exportar a las antípodas y también funciona?

R. Bueno, se intenta. El problema es que no siempre tienes tiempo para que encaje o funcione. Aunque aquí me he llevado una sorpresa. Al llegar me dijeron que era un fútbol físico y de correr, pero he visto la otra cara, con jugadores de muy buen nivel, una liga disputada, una selección buena…

P. ¿Por qué decidió marcharse a Australia?

R. No me convencía lo que me propusieron en el Barcelona porque dejaba el cargo –responsable del fútbol base- que para mí era mi vida. De enano viví a Jaume Olivé y Oriol Tort en La Masia y estaba muy a gusto siguiendo sus pasos. Pero decidí que era el momento de cambiar. Y me arriesgué porque me fui a Australia sin contrato…

P. ¿Cómo?

R. Sí, sí. Vine aquí por un mes para ver cómo trabajaba mi amigo Josep Gombau y cómo era el fútbol australiano. Pero pasado el tiempo, encajé en el club como director deportivo y ya llevo dos años. Aunque ahora estoy en el banquillo porque Josep prefirió marcharse para hacer otras cosas y me propuso como entrenador. Acepté porque no sabía si me saldría otra oportunidad.

Vine aquí por un mes y sin contrato, y ya llevo dos años

P. Pues no le ha ido nada mal, a pesar de que empezó con el pie torcido, ¿no?

R. De inicio teníamos juego pero no resultados. Fue complicado. Pero con trabajo y esfuerzo fuimos capaces de darle la vuelta. Aunque no pensábamos en ganar títulos sino en el siguiente partido para ganar en confianza.

P. ¿Disfruta o sufre en el banquillo?

R. Disfruto, disfruto. Ya he dicho que adopto la filosofía de Cruyff. Es verdad que a veces hay momentos duros y difíciles, pero hay que llevarlos con calma. No te debe poder la presión. Pero es que me gusta. Me pego el día pensando, y cuando me despierto o se me ocurre algo lo apunto rápido en una libreta o el primer papel que pillo por ahí. Eso sí, no despierto a nadie a las dos de la mañana para contarle tal o cual idea.

P. ¿Cuáles son las frases que más les ha repetido al equipo?

R. Que lo primero es el grupo. Después, atención, concentración, evitar errores, cuidado con los riesgos… y sobre todo que juguemos con nuestra personalidad. En una final como la de este domingo es importante hacerlo y no tener temor a querer el balón.

P. ¿Se puede ser amigo de los futbolistas?

R. Creo que se puede tener una buena relación. Pero no de irme con ellos por ahí o hacer vida de amigos. En el fondo hay que exigirles para sacarles su máximo rendimiento, que es de lo que se trata. Pero a veces hay que hacerlo dándoles cariño.

P. ¿Le respetan por su carrera, por haber jugado en el Barça?

R. No sé qué hay en sus mentes. Cada uno me verá de una forma. Pero es posible que alguien valore que he jugado en el Barça y eso es bonito.

P. ¿Ha tenido ofertas de otros clubes?

R. No lo sé, no he hablado con nadie. Sólo pienso en este partido y luego, cuando acabe la temporada, ya veremos. Me queda un año de contrato, pero nunca debes cerrarte la puerta a nada.

P. ¿Le gustaría regresar algún día al Barcelona, esta vez como técnico?

R. Ni me lo planteo. Lo veo muy lejos…Suena muy bien, pero es que sólo llevo un año en el banquillo.

Los que salimos de la base tenemos un sentimiento y lo defendemos como nuestra casa. Por eso se acuerdan y nos tienen en cuenta

P. Pero tampoco sería tan extraño si se tiene en cuenta que usted lo ha sido casi todo en el Barça, ¿no?

R. La gente de la casa, los que salimos de la base, nos sentimos muy identificados y queremos mucho al club. No es solo lo que se ve en el primer equipo porque muchos, como Xavi, Iniesta, Pep, yo… ya llevábamos 10 años en el club. Hay un sentimiento y lo defiendes como tu casa. Por eso se acuerdan y nos tienen en cuenta.

P. ¿Le gustaría que le citarán a los niños que llegan a La Masia?

R. ¿A mí? Soy un monigote.. Y hay muchos que hacen y han hecho mucho por el Barça.

P. ¿Pero siente que le debe algo al Barcelona o viceversa?

R. Bufff… Tengo 48 años y he repasado muchas veces lo que he hecho en la vida, casi toda dedicada al Barça. Pienso en lo que gané, perdí y todo… Pero no sé responder a esa pregunta.

P. Aunque a usted, primero como jugador y luego como responsable del fútbol base le dijeron adiós sin reparos.

R. No lo sé. Cada uno que haga su análisis. No estoy dolido ni triste. Puedo decir que tengo la conciencia muy tranquila porque siempre he intentado hacer las cosas lo mejor que he podido. Ahora prefiero mirar hacia delante. Como a esta final.

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