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El Barcelona apela a un Palau infernal para atrapar la ‘final four’

Los azulgrana deben remontarle cinco goles al Kiel aleman para proseguir su intento de revalidar la corona europea

Bernat Coll
Jicha, ante Cañellas.
Jicha, ante Cañellas.AXEL HEIMKEN (EFE)

Nada es imposible en el Palau Blaugrana. Por muy grande que sea la proeza, el Barça de balonmano siempre encuentra en casa motivos para la esperanza. El público convierte cada partido decisivo en un embrujo de una hora. “La magia del Palau”, lo llaman. Cuando todo parece perdido, los aficionados reaniman al equipo y le reconfortan para seguir dando batalla. Es el factor Palau. Este sábado (18.30, Esport3) el Barcelona deberá vencer al Kiel en la vuelta de los cuartos de final por cinco goles –seis, si los alemanes anotan más de 24 tantos– para clasificarse para la Final Four que se disputa en Colonia (Alemania) el 28 y 29 de mayo, la quinta en las últimas seis ediciones.

“Muchos de los jugadores del Kiel no han venido antes aquí”, recuerda Viran Morros. Como si pisar el pabellón fuera una experiencia única. “La presión es muy fuerte”, aclara Gonzalo Pérez de Vargas, el guardameta azulgrana. El lateral es consciente del poder del Palau y rememora los cuartos de final de la Champions de 2013 y 2014, cuando los azulgranas levantaron cinco goles contra el Atlético de Madrid y siete contra el Rhein Neckar, para reivindicar sus posibilidades. El portero le secunda: “El público, durante el año, es más espectador, pero cuando el equipo lo necesita… Aquí se han vivido muchas batallas”.

El equipo tiene que hacer su trabajo. Si jugamos como el otro día en Alemania, perderemos Xavi Pascual

Morros estuvo en el Palau como aficionado en algunas de las míticas eliminatorias del Dream Team de Valero Rivera. “Me acuerdo del gol de cadera de Urdangarín en el último suspiro de los cuartos de 1998 y de las remontadas contra el Kiel”, explica. A pesar de tantas alegrías, el lateral no olvida la decepción de 2012, cuando el público no fue suficiente para eliminar al Copenhagen: “Hemos vivido los dos lados”.

Para clasificarse, el Barça necesita jugar mucho mejor que en la ida, ser más eficaces de cara a gol –el portero de los alemanes, el danés Niklas Landin, de más de dos metros, realizó 19 paradas, algunas decisivas para los contraataques de su equipo– y controlar las transiciones del Kiel, algo que en la ida no pudo hacer durante todo el encuentro. El jugador internacional señala la estrategia a tener en cuenta: “Se podría mejorar en todo, pero hay que controlar sus contras. Tenemos que provocar el ataque posicional, que les costó más”.

Xavi Pascual, el entrenador de los catalanes, avisa: “Se habla de la magia del Palau, pero el equipo tiene que hacer su trabajo. Si jugamos como el otro día, perderemos”. El técnico, sin embargo, no duda del esfuerzo de sus jugadores: "Nos dejaremos la vida y saldremos al 2.000%”. Pérez de Vargas, que incide en la defensa, el contraataque y en la portería como los puntos fuertes alemanes, coincide en su propuesta: “Tenemos que centrarnos en nosotros como equipo”.

Pero si los números no salen y el equipo no está cómodo, el Palau estará preparado para revertir la situación. “El otro día jugamos en el infierno del norte”, relata Pascual; “ahora que vengan al infierno del Sur”. El Palau busca la hazaña. Otra más.

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Sobre la firma

Bernat Coll
Periodista centrado actualmente en la información sanitaria. Trabaja en la delegación de Catalunya, donde inició su carrera en la sección de Deportes. Colabora en las transmisiones deportivas de Catalunya Ràdio y es profesor del Máster de Periodismo Deportivo de la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona.

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