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El mejor tridente

Neymar y Messi rompen el encuentro y a la defensa rival desde los costados al tiempo que el 'pichichi' de la Liga BBVA Luis Suárez pone de nuevo su remate

Jordi Quixano
Neymar, Messi y Luis Suárez celebran un tanto al Espanyol.
Neymar, Messi y Luis Suárez celebran un tanto al Espanyol.LLUIS GENE (AFP)

El Espanyol defendió con las líneas juntas y siempre en campo propio, poblando los pasillos interiores para evitar el juego por dentro del Barcelona. Dejó, sin embargo, las bandas desprotegidas, consciente que a los delanteros del Barça les faltan centímetros para cazar los posibles centros en las incorporaciones de los laterales. Pero Neymar y Messi leyeron la propuesta rival y se quedaron bien abiertos, aguardando a recibir el balón para expresarse como saben. El brasileño con profundidad y quiebros; el 10, con diagonales con el balón entre los pies y pases o, de encontrar la rendija, chutes. Uno agitó y el otro puso la pausa en la zona caliente, algo solo posible en Messi porque los defensas, temerosos de quedar en ridículo por entrarles en tromba, esperan a ver por dónde les sale. Aunque normalmente no les sirve de nada. El trabajo de los extremos, en cualquier caso, lo aprovechó como siempre Luis Suárez, el más listo de la clase, el rey Midas porque convierte todo en oro, reconvierte todo en gol. Anoche, otro dos. La mejor versión del tridente porque con seis pies desmontaron a 20 botas y dos guantes.

Antes de comenzar el encuentro, Messi, Neymar y Suárez se juntaron en el círculo de la medular para fundirse en su habitual abrazo y cuchicheo. Y aunque en esta ocasión no se encontraron los extremos tanto en el césped, por eso de ampliar el campo, sí que decidieron el duelo a su manera. Fue Neymar el que revolucionó desde el costado izquierdo, todo un baile con y sin pelota sobre Javi López, tan acelerado como de costumbre que ni las vio venir. Bicicletas, autopases, regates en una baldosa o en carrera y todo un manual de virtuosismo al más puro estilo jogo bonito. O lo que en la era moderna son los tricks de freestyle. Ocurrió, sin embargo, que en pocas ocasiones percutió hacia dentro porque entendió que le valía con el pase antes que con el tiro.

“Un ‘killer’ del área”

Lo mismo pareció explicar Messi, que recibía atado en la banda para luego tirar hacia dentro y asistir a Alba, Iniesta o quien le marcara el desmarque, casi siempre Suárez. Resulta que el delantero se peleó con los centrales para cobrarse su parcela, para remarcarse de nuevo. Primero recibió un pase de Messi y definió con la derecha tras un excelente ejercicio de presión. Después, cometió falta a la salida de un córner que el colegiado no vio como tampoco vio Pau el balón tras su remate. “Es un killerdel área y el juego del equipo para que haga esos goles es clave”, convino el técnico Luis Enrique.

La cuenta, en cualquier caso, la abrió Messi, que lanzó con acierto una falta desde la frontal, el séptimo tanto que hace en esa suerte esta temporada, el 23º en su carrera. Y eso que el Espanyol ya sabía quién y cómo iría el chut porque puso al bajito (Hernán Pérez) como primer hombre y a Diop y Caicedo, las atalayas, como segundo y tercero. Pero ni con la Torre Eiffel se paraba eso, balón que sube y baja en un santiamén y que saluda a la escuadra antes de alojarse en la red.

Sufrió Messi también un penalti ingenuo y absurdo de Rubén Duarte del mismo modo que un disparo suyo y posterior gol de Rakitic se anuló por un fuera de juego que no era. Pero Messi estaba de dulce, por lo que regaló un gol a Suárez —16 asistencias esta temporada—, que se reafirma como el pichichi con 37 dianas por los 33 de Cristiano Ronaldo. La fiesta, la manita, la puso Neymar, que también hizo su diana. Fue a pase de Luis Suárez. Y es que en el Camp Nou y en el derbi se vio al mejor tridente.

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