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El Atlético impone el alto secreto

El club rojiblanco no comunica ni la hora ni el lugar de los dos últimos entrenamientos en Madrid por orden del cuerpo técnico

Ladislao J. Moñino
Los jugadores del Atlético, en el entrenamiento del martes.
Los jugadores del Atlético, en el entrenamiento del martes.Juan Carlos Hidalgo (EFE)

En la primera semana de preparación de la final, Simeone no tuvo inconveniente en que se vieran algunos de sus entrenamientos en Majadahonda o en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. Sin embargo, desde ayer, el cuerpo técnico del Atlético buscará la máxima discreción en los dos entrenamientos que realizará antes de viajar a Milán el jueves por la tarde.

 Ya en el entrenamiento de ayer en el Vicente Calderón los operarios del club se encargaron de que no quedara una rendija abierta por la que se pudieran observar las jugadas de estrategia y las tácticas que preparó Simeone.

Para las sesiones de hoy y de mañana, el club, por orden del cuerpo técnico, ni anuncia la hora ni el lugar de entrenamiento como hace habitualmente en su página web. Simeone quiere aislar por completo al equipo y de paso pulir el once en el más absoluto secreto, así como los últimos detalles de la final. Aislarse de todo en los días previos a las grandes citas es una premisa que el profe Ortega, el preparador físico, considera fundamental. Para Lisboa programó una concentración en Los Ángeles de San Rafael que no se ha repetido en esta ocasión, aunque no se descarta que en estos dos días el equipo acuda allí para sesiones de baño y masaje.

El sábado, el día de puertas abiertas programado por la UEFA, enseñó un once formado en 4-1-4-1 a toda la prensa mundial, en el que Godín formaba junto a Giménez en el eje de la defensa y el centro del campo estaba compuesto por Augusto como pivote por delante de la defensa, Koke a la izquierda, Gabi por el medio, y Griezmann a la derecha, con Fernando Torres en punta.

Más que parecer el dibujo definitivo con el que afrontará la final, Simeone pareció probar una de las variantes que suele utilizar a lo largo de los partidos. En el once que saltará al estadio de San Siro hay dos dudas cuya solución Simeone pretende esconder en estos dos entrenamientos secretos. Una es la pareja de Godín porque Savic también ha sido probado por el técnico durante los últimos días. A favor del central montenegrino juega el infantil penalti que Giménez cometió en Múnich y que enmendó Oblak al detener el lanzamiento de Müller. El error es ese tipo de detalles que pueden ser definitivos en una final.

La otra gran duda es la presencia de Augusto o de Carrasco. Simeone señala al extremo belga como un jugador determinante en la final “ya juegue 90, 60 o 40 minutos”. Su presencia significaría renunciar a esa línea de cuatro mediocentros que ha utilizado últimamente. Ya lo hizo en la ida de los cuartos de final disputada en el Camp Nou y el Atlético fue muy superior al Barcelona hasta la expulsión de Fernando Torres. Simeone opina que Carrasco no solo le da desborde, vértigo al ataque, también equilibrio cuando el equipo decide presionar arriba. La duda es si utilizarlo de inicio o para cambiar el partido como sucedió en Múnich.

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Sobre la firma

Ladislao J. Moñino
Cubre la información del Atlético de Madrid y de la selección española. En EL PAÍS desde 2012, antes trabajó en Dinamic Multimedia (PcFútbol), As y Público y para Canal+ como comentarista de fútbol internacional. Colaborador de RAC1 y diversas revistas internacionales. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Europea.

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