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“Perder la final no sería un fracaso”

Zidane desdramatiza el partido y sostiene que la clave será correr, correr y correr

Zidane durante el entrenamiento.Foto: reuters_live | Vídeo: Alejandro Ruesga

No parece accidental que Zinedine Zidane compareciera escoltado por los jugadores determinantes de Lisboa. Ramos y Marcelo arroparon al entrenador francés y predispusieron un discurso estajanovista, como si quisieran demostrar que han llegado hasta Milán con los mismos méritos de abnegación que se le atribuyen a los rivales rojiblancos.

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De hecho, el propio Zidane subrayó hasta donde pudo el verbo trabajar. Y concluyó su carismática intervención con una emulación del discurso cholista: "Lo que hay que hacer es correr, correr y correr", sentenció Zidane en la vigilia de su primera final como entrenador. Ha disputado dos como jugador -derrota con la Juve, victoria con el Madrid- y una como ayudante de Ancelotti, de forma que Zizou quiso evocar las palabras que su mentor italiano le confió en Lisboa, a media de una premonición cumplida en tiempo récord: "Ojalá tú puedas vivir esto como primer entrenador".

Y cerca, muy cerca está Zidane, pero el héroe de Glasgow no considera que perder significaría una frustración absoluta de la temporada. "La derrota no sería un fracaso. El fracaso sería no plantear la actitud adecuada. El fracaso sería no sacar lo que llevamos dentro, pero también digo que estamos muy preparados".

Y lo está Cristiano Ronaldo. Aseguró el míster que se encuentra al 100%. E ironizó con que ya había dicho lo mismo en la eliminatoria contra el City -Ronaldo no jugó la ida-, pero resolvió las contradicciones con una sonrisa de telepredicador, perseverando en la mímesis atlética de los padecimientos: "Sufrir, también sabemos sufrir. Y es lo que va a ocurrirnos en la final. Para ganar hay que pasar por el sufrimiento. La idea de este equipo es siempre la misma: unión, esfuerzo, compañerismo".

¿Qué partido espera encontrarse Zidane? Un partido difícil pero no duro. Un partido intenso. Reconoce en sus muchachos "mirada de campeones", pero estas sensaciones no implican que atribuya al Madrid un papel de favorito: "La final está al 50%. Estamos aquí porque los dos equipos lo hemos merecido. Y no es que el Atlético nos haya cogido la medida a nosotros, sino que se la ha cogido a todos. Por eso está aquí".

Le habían preparado el camino Marcelo y Sergio Ramos, equilibrando ambos los buenos recuerdos de Lisboa con la tabla rasa que implica el partido de San Siro. "Que se decidirá en los detalles", propuso Marcelo. "Y que exigirá un gran esfuerzo de concentración", apostilló Sergio Ramos como remedio al perfeccionismo cholista.

Fueron concesiones diplomáticas que no contradicen el hambre propia. Ramos no la considera saciada con diez títulos. Al contrario, sostuvo que tienen tantas ganas o más que en Lisboa, así es que ha decidido repetir las supersticiones que le funcionaron entonces. Sin mencionarlas. Porque sería una manera de malograrlas.

"Lo que hay que hacer es correr, correr y correr"

"Nos ha costado la vida llegar hasta aquí, como a ellos. Es una final. Y es la oportunidad de volver a vivir un grandísimo día", matizaba el capitán madridista.

Se desprendía de la rueda de prensa un cierto consenso en el predominio de la defensa sobre el ataque. Y se le atribuía a Casemiro un papel determinante en el equilibrio y en el balance, más o menos como había matizado Simeone en la rueda de prensa matinal.

La vespertina del Madrid consolidó el mensaje de que perder la final no sería un fracaso -lo dijo Ramos antes que Zidane con idéntica contundencia-, pero podría tratarse de una superchería verbal para inducir exactamente el objetivo contrario

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