Anand deleita y tumba a Antón

“He jugado bien en la 2ª partida, pero en la 3ª he perdido el control. A veces quieres asegurar mucho y se te escapa; eso es lo que ha pasado”, admitió Anand. “Sí, Vishy ha arriesgado mucho en la 3ª, y ahí me he recuperado; pero luego no he podido aguantar la presión en la 4ª”, repuso Antón. El indio bromeó: “Quizá se me haya adelantado el síndrome de los 50 años, aunque todavía me faltan cuatro para llegar ahí”.

El habitual montaje elegante del torneo en el Auditorio de León se ha enriquecido este año con una representación del gran trabajo de promoción –tanto de ajedrez deportivo como del educativo- que se está haciendo en la ciudad. La presencia de un grupo de niños ajedrecistas, seleccionados en varios colegios y acompañados de sus padres, se tradujo en calurosos aplausos a los dos gladiadores mentales cuando fueron presentados, al estilo del boxeo, por el árbitro, el sevillano Joaquín Espejo, presente en las 29 ediciones del Ciudad de León.

Tras un empate inicial poco interesante, la tensión aumentó mucho en el segundo asalto. De pronto, Anand hizo una jugada muy profunda (20 Da4) que nadie comprendió, ni siquiera el octacampeón de España Miguel Illescas, comentarista del torneo en directo junto a su esposa, la gran maestra Olga Alexándrova. La idea del indio brilló con luz cegadora con su siguiente lance, un brillante sacrificio de calidad (diferencia de valor entre una torre y una pieza menor) que dejó a Antón en una posición estratégicamente perdedora.

Pero incluso los genios son humanos. Y aunque Anand parece estar en gran forma y muy mentalizado (llegó desde la India el martes para acostumbrarse a la diferencia horaria), pecó de exceso de confianza en la 3ª partida de las cuatro previstas. Sólo así puede entenderse su flojo rendimiento en ese asalto, que terminó perdiendo porque el madrileño supo aprovechar su oportunidad.

La gran sorpresa era posible, dado que todo dependía de una sola partida. Pero el genio salió de nuevo de la botella, esta vez en forma de una trampa sibilina (la maniobra De2-De1) que volvió a poner a Antón contra las cuerdas. Su esperanza estaba en el ritmo rápido del torneo (20 minutos por bando + 10 segundos por movimiento), y de hecho aguantó muchas jugadas más, pero el oficio del pentacampeón acabó convirtiendo su ventaja en victoria.

Este sábado será el prodigioso chino Yi Wei, de 17 años recién cumplidos, quien deberá imponer su papel de favorito ante el debutante, y estrella local, Jaime Santos, de 19. Nada más llegar de China el jueves, Yi Wei solicitó a los demás jugadores que su semifinal se jugase el sábado porque se encontraba muy cansado, y los tres accedieron. Su inglés ha mejorado lo suficiente para dejar muy claras sus preferencias para una eventual final el domingo: “Quiero jugarla contra el campeón Anand”, aseguró, mientras el indio aún luchaba contra Antón.