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Modric camina hacia la leyenda y Arda pide perdón

El técnico croata dice que el madridista es uno de los mejores de la historia de su país

Modric celebra la victoria ante Turquía.
Modric celebra la victoria ante Turquía.Clive Rose (Getty Images)

“No hay mucho más que añadir. Es uno de los mejores jugadores de la historia de Croacia”, zanjó Ante Cacic, el seleccionador, cuando le preguntaron por la exhibición de Luka Modric.

Figurar en el Gotha del fútbol croata no es una cuestión menor. Hay mucha categoría, un perfil trazado desde el histórico guardameta Beara, un clásico de los cincuenta con la selección yugoslava, a especialistas defensivos como el setentero Buljan o los más contemporáneos Robert y Niko Kovac, Bilic o Simic, o goleadores como Suker o Skoblar. Croacia es patria de estilistas, de versos libres como Surjak, Prosinecki, Boban o Boksic.

El excelente Rakitic también está en ese libro de oro, pero ayer todos apuntaban a Modric. “El líder”, según le señaló Cacic. 91 veces internacional, autor de once goles con la camiseta ajedrezada, Croacia no conoce la derrota si por medio hay gol del madridista. Menos todavía si hay golazo. “Le pegué a la pelota perfecto”, rememoró. Luego se fue hacia una esquina a celebrar alborozado ante los aficionados turcos. “No pensé en eso. Nunca sabes qué hacer cuando marcas un gol así, simplemente me fui hacia allí”, se disculpó.

En cualquier caso encontró algún aliado, y no solo en sus compañeros. Un espontáneo vestido con la camiseta croata roja y blanca emergió entre el desenfreno de abrazos teñidos de azul. Con la calva bicolor teñida con los colores de su país, un aficionado burló el dispositivo de seguridad de uno de los cinco partidos señalados como de mayor riesgo en la primera fase y accedió al césped. Luego regresó a la grada y, al menos en principio, consiguió eludir las pesquisas policiales.

Modric, en todo caso, quiso poner freno a la euforia. “Somos conscientes de la calidad que tenemos y nos hemos cargado de confianza, pero solo es el primer paso”, explicó tras el partido en la zona mixta. A diez metros de él, observando la escena, se situó Emre Mor, el talento turco recientemente adquirido por el Borussia Dortmund. Allí esperó paciente a que Modric atendiese a todos los medios hasta que consiguió su deseo: una foto con él. Mor la compartió poco después en las redes sociales.

Más allá de la ilusión de un mozalbete, en Turquía flotaba la decepción. Y su seleccionador, Fatih Terim señaló a Arda Turan. “Tanto él como Hakan Çalhanoglu son dos jugadores muy importantes para nosotros y había puestas muchas expectativas en ellos, pero no dieron lo suficiente. Hay jóvenes que también deben dar más al equipo. Si mejoran, podemos pasar de ronda”, explicó Terim.

Arda fue más explícito todavía. No se tapó: “Quiero pedir perdón a todo el pueblo turco. No estuve bien”. Y ya mira hacia España. “Tenemos que unirnos, pero a veces las actuaciones individuales marcan la diferencia”.

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