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Eurocopa 2016 | Opinión
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Estimado Birkir

Hasta te diste el lujo de enfadar al colosal Cristiano , que dijo que tenéis la mentalidad de un equipo pequeño que no llegará a nada

Birkir celebra su gol a Portugal.
Birkir celebra su gol a Portugal. Pavel Golovkin (AP)

Estimado Birkir,

Sé que andas liadísimo con eso de ser el nuevo héroe nacional, pero no quería quedarme sin felicitarte por tu gol histórico en el empate contra Portugal, el primero de Islandia en una Eurocopa.

Madre mía, qué alegría verte con tu melena rubia al viento y ese porte de tener todos los calcetines emparejados y ordenados por colores abrazándote a tus compañeros. Quién no hubiera querido en ese momento venir de esa isla helada, de valientes vikingos que condenan a prisión a sus banqueros.

Hasta te diste el lujo de enfadar al colosal Cristiano Ronaldo, que en un derroche de generosidad puso su boquita de piñón al servicio de tu leyenda y dijo que tenéis la mentalidad de un equipo pequeño que no llegará a nada. De ahí que vosotros, y el 8% de la población islandesa que pidió entradas para la Eurocopa, festejárais el empate como si hubiérais ganado el torneo.

Eso dijo el crack, que ya sabes cómo se le tuerce el morro en las malas noches. Pero qué más da, tú ya vuelas en business hacia la gloria de los invitados sorpresa, a un par de filas de Ranieri y de Los Dragones de Bale.

Aunque también tengo que decirte, si me permites el atrevimiento, que tu gesta hubiera quedado un poco deslucida por aquí si hubieras sido mujer. Heroína, desde luego, pero rubia y de largas piernas también, dos detalles que probablemente se habrían merendado tu gol. Eso en un mundo multicolor donde el deporte femenino no fuera en muchos países ese hermano pequeño al que tu madre te obliga a que saques con tus amigos.

Sospecho que en ese planeta paralelo, los cámaras de la Eurocopa no me hubieran mezclado con la cena los insospechados trayectos de la mano de Löw por su anatomía y la FIFA establecería como uniforme obligatorio los pantalones de pijama del portero de Hungría.

Pero discúlpame, Birkir, que te estoy amargando el rato y tú no tienes culpa de nada. Ya sé que en Islandia estáis a tope con la paridad, que las mujeres de la selección son vigésimas del ranking FIFA y ya han participado en tres Eurocopas.

Aquí pasa que el equipo líder de la Liga femenina da una rueda de prensa cuando se está jugando el campeonato y no va nadie.

Menos mal que muchas de estas mujeres a las que se les ocurrió dedicarse el deporte son como vosotros, guerreras vikingas que ya han conquistado importantes territorios como meter a España por primera vez en un Mundial femenino el año pasado. No debió estar tan mal cuando la victoria de Estados Unidos ante Japón en la final se convirtió en el partido de fútbol más visto de la historia de su país en una cadena de habla inglesa.

Una explosión que a muchos les está pillando como al jugador turco Ozan Tufan frente al golazo de Modric, atusándose el pelo al trote cochinero.

Y ahora a por Hungría, que ya no nos para nadie.

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