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Rosberg gana en Bakú

El alemán supera a Vettel y Pérez y pone distancia con Hamilton, que acaba quinto. Sainz y Alonso abandonan con problemas mecánicos

Rosberg, durante la carrera en Bakú.
Rosberg, durante la carrera en Bakú.ANDREJ ISAKOVIC (AFP)

La fortaleza mental que esta temporada está demostrando Nico Rosberg se vio favorecida en el Gran Premio de Europa por el tropiezo que sufrió Lewis Hamilton en la clasificación y que le relegó hasta la décima posición en la parrilla. Rosberg pudo realizar una carrera impecable, sin apenas presión, cogiendo distancias a sus rivales desde las primeras vueltas y no cediendo el liderato ni siquiera en los cambios de neumáticos. Su estrategia de una sola parada resultó la más acertada. Y su victoria fue incontestable. Ganó con una autoridad incuestionable, administrando a la perfección su ventaja y demostrando de nuevo que Mercedes no solo es el mejor coche de la parrilla, sino que además está muy lejos de todos los demás. La segunda posición fue para el Ferrari de Sebastian Vettel y la tercera para Checo Pérez (Force Indian), que superó a Kimi Raikkonen en la última vuelta.

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Mientras Rosberg ganaba su 19º gran premio en la F-1 y el quinto de esta temporada, Hamilton sufría mil y un problemas. El británico volvía a mostrar su agresividad y comenzaba una remontada que le llevó hasta la cuarta posición, justo cuando decidió entrar en el taller para colocarse los neumáticos blandos y abandonar los super blandos (15ª vuelta). Volvió a caer hasta la novena plaza. Pero se reincorporó y prosiguió su lucha, hasta que su coche comenzó a plantearle unos problemas que no sabía cómo resolver. Preguntó a su ingeniero por la radio. “No puedo darte instrucciones por el reglamento”, le respondieron. Y él se desesperaba: “Pues voy a tocar todos los botones y a lo mejor tengo que parar”.

Pasaron unas cuantas vueltas antes de que encontrara el botón adecuado. Pero al final lo consiguió. Su Mercedes volvió a marcar vueltas rápidas. Pero entonces, la diferencia con el mexicano Pérez era de casi 14 segundos y no pudo superarle. Faltaban 10 vueltas para la conclusión de la carrera y todo estaba ya decidido. Rosberg se había asegurado la victoria, mientras que los dos Ferrari de Vettel y de Raikkonen mantenían la segunda y la tercera posición, hasta que en la última vuelta, Pérez no quiso que le regalaran el podio con la sanción de cinco segundos a Raikkonen, y se esmeró a fondo hasta que logró adelantarle y ganarse el tercer cajón. Su carrera fue increíble, puesto que el piloto de Force India tuvo que salir desde la séptima posición, por la sanción de cinco puestos en la parrilla por haber cambiado la caja de cambios. Rosberg aumenta así su ventaja sobre Hamilton y la sitúa en 24 puntos.

Fernando Alonso realizó una buena salida y luchó durante toda la carrera para entrar en los puntos, que era su objetivo. Con los cambios de neumáticos de sus rivales consiguió alcanzar la novena posición, pero era evidente que se trataba de una situación circunstancial. Su McLaren no estaba para ello. Y la realidad se acabó imponiendo. En las rectas no podía competir con quienes le precedían. Y superadas 38 vueltas, incluso su compañero de equipo, Jenson Button, acabó por superarle, cuando el coche del asturiano comenzó a acusar problemas de potencia. Corría entonces dos segundos más lento que Button. Y comenzó a perder posiciones hasta bajar al 15º puesto. En aquel momento (43ª vuelta), le comunicaron que entrara en el taller y se retiró con problemas en la unidad de potencia y en el cambio.

El McLaren rueda sobre el circuito de Bakú.
El McLaren rueda sobre el circuito de Bakú.Dan Istitene (Getty)

“Al final fue un problema en el cambio y para evitar males mayores tuvimos que retirarnos”, indicó Alonso. “Debemos superar la falta de ritmo, porque estamos por detrás de Force India y de otros equipos que nos complicarán las cosas en los próximos circuitos. Pensábamos que habrían coches de seguridad u otras circunstancias, pero no ocurrió nada. Y ello también nos perjudicó”.

Para Carlos Sainz la carrera se convirtió en un suplicio. Sus quejas del sábado en la clasificación se confirmaron y el piloto madrileño tuvo que cambiar la caja de cambios antes de iniciar la carrera. La sanción le obligó a tomar la salida en la 18ª posición y no en la 12ª como le correspondía. Sin embargo, esto acabó siendo un mal menor. Sainz fue ganando posiciones y llegó a ocupar el octavo lugar, justo por delante de Fernando Alonso, cuando habían transcurrido ya 21 vueltas de las 51 previstas. Parecía entonces que Carlos podría incluso entrar en los puntos. Pero solo unas vueltas más tarde (32ª), el español se veía obligado a abandonar con problemas en la suspensión trasera de su Toro Rosso, lo mismo que le había ocurrido a su compañero de equipo, Daniil Kvyat, en la sexta vuelta

“Nada fue bien, pero nos recuperaremos”, señaló Sainz. “Al final, corrí con los frenos de ayer, sin confianza, y con pérdidas de potencia. Y luego llegaron los problemas de suspensión que me obligaron a abandonar. Personalmente, creo que no podía hacer nada más”.

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