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La resurrección de Eder

El delantero ítalo-brasileño recupera su versión peleona con Conte después de unos meses muy grises en el Inter

Eleonora Giovio
Eder saluda a Conte al ser sustituido ante España.
Eder saluda a Conte al ser sustituido ante España.C. PLATIAU (REUTERS)

“Empezamos como una bici con las ruedas desinfladas y ahora las estamos inflando a mano. Esto es lo que a uno le satisface”, dijo Antonio Conte, el seleccionador italiano, que siempre recurre a metáforas para describir el sentir de su grupo. Con las ruedas desinfladas llegó Eder, delantero ítalo-brasileño de 29 años, a la convocatoria de Italia a mediados de mayo. Un mes después, ha recuperado su mejor versión. Marcó el gol de la victoria contra Suecia que clasificó a la Nazionale a octavos y contra España jugó su mejor partido.

Cuestionado hasta hace un par de semanas, nadie se imagina ahora a Pellè con un compañero de baile que no sea Eder en la delantera italiana. Terminó 2015 con 13 tantos en la Sampdoria, estuvo a punto de fichar por el Leicester en el mercado de invierno, pero recaló en el Inter. Su condena. En cinco meses con la camiseta neroazzurra solo marcó un gol. Jugó poco, se le vio lento, apagado y poco participativo.

“Conte me dijo que confiaba en mí y que me esperaría, pero que tenía que estar listo y en forma. Nunca me rendí, me entrenaba solo en casa. Si miro atrás ahora y pienso en como terminó la temporada, jugando poco, me doy cuenta de lo fantástico que llega a ser el fútbol a veces. Por sus momentos difíciles, pero también por sus momentos bonitos, como el que estoy viviendo ahora. El trabajo siempre tiene su recompensa”, comentó el delantero después del gol contra Suecia.

Conte nunca dudó y lo defendió contra viento y marea. De hecho, el primero al que fue a abrazar Eder después de ese tanto, fue al técnico. A Conte le gusta Eder por su carácter peleón, su disponibilidad a trabajar sin balón (es incansable), su inteligencia técnica y su habilidad para buscar la profundidad. En esta Eurocopa ha disputado 247 minutos, ha marcado un gol, rematado siete veces— tres a puerta— y recuperado 11 veces el balón.

El delantero llegó a Italia con 17 años y su presencia en la selección –debutó con Conte, precisamente, y marcando un gol contra Bulgaria, en marzo de 2015– generó mucha polémica. “La selección italiana tiene que ser italiana, un jugador italiano se merece vestir la camiseta de la selección; uno que no ha nacido en Italia, aunque tenga familiares italianos, no”, dijo en su día Roberto Mancini, que meses después se convertiría en el entrenador de Eder en el Inter.

El punta tiene antepasados del Veneto (región en el Norte de Italia). Su bisabuelo Battista se marchó al Rio Grande do Sul cuando apenas tenía 13 años. Trabajó cavando carbón. Eder nació en Brasil e hizo el camino inverso a su bisabuelo. Con 17 años recaló en el Empoli y jugó en el Brescia, Frosinone, Cesena y Sampdoria. Allí es donde se dio a conocer (44 goles en 127 partidos).

Creció, como no, con el mito de Ronaldo. “En Brasil no tienes elección. Para las generaciones de los abuelos y de los padres, el ídolo es Pelé. Para nosotros, hijos y nietos, solo existe Ronaldo. Hacía cosas en el campo que para verlas ahora habría que juntar a Cristiano y Messi”, ha dicho el delantero. El sábado le esperan Neuer y Alemania.

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Sobre la firma

Eleonora Giovio
Es redactora de deportes, especializada en polideportivo, temas sociales y de abusos. Ha cubierto, entre otras cosas, dos Juegos Olímpicos. Ha desarrollado toda su carrera en EL PAÍS; ha sido colaboradora de Onda Cero y TVE. Es licenciada en Ciencias Internacionales y Diplomáticas por la Universidad de Bolonia y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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