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Rosberg: “La penalización apesta”

El último roce entre el alemán y Hamilton provoca la ira de la cúpula de Mercedes, que se plantea imponer órdenes de equipo

Oriol Puigdemont
Rosberg, después del encontronazo, con el morro de su coche roto.
Rosberg, después del encontronazo, con el morro de su coche roto.Kerstin Joensson (AP)
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Después de cada carrera, normalmente sentado ya en el avión que le llevará de vuelta a su casa, en Mónaco, Nico Rosberg graba un videoblog para su hinchada. En el último, al alemán se le ve devastado por las consecuencias que tuvo la colisión con Lewis Hamilton en la última vuelta del Gran Premio de Austria. Después de liderar toda la prueba, Rosberg se equivocó al tratar de defender la primera posición con una maniobra a la desesperada que terminó de la peor manera posible para él: la pérdida de dos posiciones (terminó el cuarto) y una penalización de 10 segundos que no tuvo ninguna influencia en el resultado final aunque sí en su honor, puesto que la sanción presupone que el responsable de lo ocurrido fue él.

“Aunque no tuviera ningún efecto en la carrera, esta penalización da a entender que los comisarios me culpan a mí y eso apesta. Respeto esa decisión, aunque obviamente opino de forma distinta”, dejó claro Rosberg. “Es evidente que lo que ha ocurrido es horrible desde el punto de vista del equipo aunque no hayamos perdido muchos puntos”, añadió el chico de Wiesbaden, que en Spielberg trató de ser agresivo, lo que se le pide muchas veces, pero seguramente eligió mal el momento y se pasó de frenada.

"La sanción da a entender que los comisarios me culpan a mí de lo ocurrido", dice Rosberg

Después de un roce como el del domingo, es muy llamativo observar la reacción de los dos implicados. Hamilton, que de ocupar el lugar de su compañero probablemente habría montado el cólera, le quitó importancia a lo ocurrido, lo relativizó tanto como pudo para evitar la intervención de las altas esferas de Mercedes. Algo muy comprensible desde su punto de vista si atendemos a que en las últimas cuatro citas le ha recortado a su vecino 32 puntos en la tabla general (ahora se encuentra a solo 11).

“¡Que nos dejen correr! Nunca hay que estar a favor de las órdenes de equipo. Las carreras son así, y no siempre lucirá el sol y habrá cielos azules. Vamos a más de 300 por hora, no esperarán que no nos toquemos nunca, ¿verdad?”, rogó Hamilton, que en las últimas cuatro paradas del calendario se ha adjudicado los tres triunfos que acumula hasta el momento. “Espero que esto no cambie y podamos seguir así. Esa es mi opinión a partir del amor que le tengo al deporte”, zanjó el actual campeón.

"Imponer órdenes de equipo me da náuseas. Pero es consecuencia de que no sepan correr sin chocar", advierte Wolff, el director del equipo

Mucho menos claro que el británico dijo tenerlo su jefe, Toto Wolff, el director de la escudería de las flechas de plata, que en el instante del choque fue presa de la ira y pegó un puñetazo en la mesa, como bien certificaron las cámaras que le enfocaban. En Montmeló, a mediados de mayo, el austríaco vio cómo sus dos coches terminaban en la grava después de empotrarse el uno con el otro. Esta vez, los daños fueron mucho menores pero su cabreo infinitamente mayor. “En Barcelona lo digerí mucho mejor porque llevábamos 30 pruebas sin ninguna colisión. Estaba claro que eventualmente podía volver a ocurrir, pero desde la ingenuidad pensé que habían aprendido la lección. Y va y se repite la historia”, convino Wolff. “En este punto hay que valorar las opciones que tenemos, y una de ellas es imponer órdenes a partir de un momento determinado de la carrera, que es una medida muy impopular y que me da náuseas”, prosigue el ejecutivo, antes de advertir: “Me encantaría verles correr libremente, pero si no pueden hacerlo sin chocar, esa es la consecuencia”.

Llegados a este punto, y en el supuesto caso de que finalmente se decida coartar la libertad de sus pilotos en un momento dado, Wolff no tiene dudas de que tanto Hamilton como Rosberg lo respetarían: “Sin ninguna duda, en mayúsculas”.

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