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La tricefalia del gigantón Raonic

Dirigido por Moyà, Piatti y McEnroe, el canadiense iguala su techo en un grande

Alejandro Ciriza
Raonic, durante el partido contra Querrey.
Raonic, durante el partido contra Querrey.S. Botterill (Getty)

Cuenta el mallorquín Carlos Moyà que en su elección por Milos Raonic responde a un reto, y que ese desafío consiste en configurar un futuro campeón que desde hace años apunta maneras, pero que nunca ha terminado de dar el gran salto. “Fue algo así como una entrevista de trabajo”, precisa el preparador español; “su equipo quería incorporar a otro técnico, alguien que pudiera mostrarle el juego desde otra perspectiva. Su manager [Austin Nunn] se puso en contacto conmigo y llegamos a un acuerdo. Después hablé con Milos y percibí lo que necesitaba: él tenía hambre y hubo química, así que comenzamos a trabajar juntos”.

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El canadiense (Podgorica, Montenegro; 25 años), que emigró a los tres años desde su país de origen a Montreal, es un gigantón durmiente desde hace algunos años. Tenía la planta, el saque y la pegada como para ir ascendiendo e ir situándose poco a poco entre la élite del circuito. Sin embargo, su crecimiento ha sido casi tan pausado como sus movimientos sobre el rectángulo de juego. “Es algo en lo que incidimos a diario, pero en realidad, para la altura y el volumen que tiene no lo hace nada mal en este sentido”, defiende Carlos Moyà.

Sea como fuere, este año puede marcar un punto de inflexión en la carrera de Raonic. De momento ya ha alcanzado las semifinales —su techo en un gran torneo—, al igual que hace cinco meses en el Abierto de Australia y hace dos años también en el All England Tennis Club. Este 2016 tal vez pueda ser, el tiempo y los resultados lo dictaminarán, el de su despertar definitivo. Y a ese despertar están contribuyendo en gran medida la visión de Moyà, los consejos de siempre de Ricardo Piatti y la reciente asesoría del inefable John McEnroe, contratado para la gira sobre hierba de esta temporada para potenciar sobre todo la volea y las aproximaciones a la red.

Murray-Berdych, la otra semifinal

"Sí, sin duda que está teniendo importancia John", detalló Raonic, en cuyo expediente ATP figuran ocho títulos, pero ninguno de ellos de trascendencia; "ese es no de los motivos por el que hemos empezado a trabajar con él. Me está enseñando como poner en práctica los recursos y el momento más oportuno para utilizarlos", precisó. "La primera semana insistió en que no debo dejar pasar la oportunidad de ir adelante y en que debo presionar al rival, intentándole hacerle sentir lo más incómodo posible", ahondó el canadiense, cuyo ídolo es Pete Sampras y seguidor de los Raptors en la NBA.

De cara a las semifinales, la estadística sustenta a Federer, pero en el único pulso de esta campaña (Brisbane) habla a favor de Raonic. Ambos chocarán este viernes por una plaza en la gran final londinense. Mientras, por el otro lado se cruzarán el checo Tomas Berdych (7-6, 6-3 y 6-2 al francés Lucas Pouille) y el escocés Andy Murray (7-6, 6-1, 3-6, 4-6 y 6-1 al galo Jo-Wilfred Tsonga).

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Sobre la firma

Alejandro Ciriza
Cubre la información de tenis desde 2015. Melbourne, París, Londres y Nueva York, su ruta anual. Escala en los Juegos Olímpicos de Tokio. Se incorporó a EL PAÍS en 2007 y previamente trabajó en Localia (deportes), Telecinco (informativos) y As (fútbol). Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra. Autor de ‘¡Vamos, Rafa!’.

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