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La cena de Mou y Pep que no existió

Los paparazis buscan la foto de los técninos cenando juntos por los restaurantes de Manchester

Jose Mourinho, el día de su presentación como técnico del Manchester United.
Jose Mourinho, el día de su presentación como técnico del Manchester United. NIGEL RODDIS (EFE)

El día que Jordi Cruyff llegó al vestuario del Manchester United, allá por los noventa, le avisaron: “Vigila con quien te metes en la cama o acabarás en la portada del The Sun”. No le hizo falta tener cuidado porque vivía felizmente enamorado, pero así de fácil era caer en la trampa de una foto a destiempo. La imagen que, por otras razones, obviamente, andan buscando desde hace una semana por Manchester los cazaexclusivas de la noche es la foto que ilustre el primer encuentro entre Mourinho y Guardiola. Lo sabe Jose, lo sabe Pep y lo saben los paparazzi que peinan las puertas de los restaurantes: el primer encuentro casual es una cuenta atrás.

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El martes, sin ir más lejos, se dio por hecho que estaban cenando en el Australasia, un restaurante que mezcla influencias culinarias del sudeste asiático, Indonesia, con las propias de Australia y un toque de Japón. El rumor al día siguiente corrió como la pólvora. Una camareras jura haber servido a los dos esta misma semana en su local, el Matt & Phred en el Northern Quarthern, mientras escuchaban cantar a Rioghnach Connolly, con la banda de Stuart McCallum. “Es cuestión de tiempo que se encuentren, esto es Manchester, tarde o temprano, quieras o no, te acabas encontrando a todo el mundo” dice, simpática.

La oferta culinaria es tremenda en Manchester. Por la ciudad se esparcen buenas cocinas con la misma facilidad que se encuentran lugares donde escuchar música, para deleite de Doménec Torrent, el segundo de Guardiola, amante del jazz —toca el saxo— y que se las promete muy felices esta temporada. “En Múnich no fui a un solo concierto, espero compensarlo”, bromea al tiempo que confirma y continúa: “Manchester no es muy grande, así que tarde o temprano Mou y Pep coincidirán en un restaurante. El primer día pagará uno, quedarán para que pague otro, hablarán de lo que tengan que hablar y arreglarán lo que tengan que arreglar, estoy seguro”, sostiene Torrent, vestido de gris, el color del chándal del City.

Corrió el rumor de que estaban los dos en el mismo restaurante, y allí corrieron los cazafotos; falsa alarma

“Hace años a los fotógrafos se les avisaba de las discotecas y los restaurantes, pero eso ha cambiado”, apunta un veterano portero de la noche. Atrás quedan los tiempos en que la generación de Beckham, los Neville y compañía, tenían que irse de fiesta a Londres. Ahora es fácil encontrar futbolistas por la ciudad. El sábado pasado, por ejemplo, se juntaron casi veinte personas a cenar con Soriano, Txiki Begiristain, Guardiola y el resto del cuerpo técnico del City, en un restaurante propiedad de un canario, probablemente el mejor de los locales de comida española de Manchester.

Cenaron protegidos tras unos paneles decorados con globos y cintas que evocaban un cumpleaños. Por bandera, máxima discreción y la mejor comida española de la ciudad. Estuvieron viendo el Alemania-Italia de la Eurocopa, sin que nadie les molestase. Los jugadores del United, en cualquier caso, suelen reunirse en el barrio donde viven, a las afueras de la ciudad, muy cerca de la ciudad deportiva de Carrington.

Los españoles, juntos

En ese mismo restaurante suele cenar Jesús Navas, un citizen, con su familia. El nuevo central del United, Bailly lo ha convertido en su segunda casa, y era fácil ver también a Mata, pero ahora ha montado uno con su padre. “A Fernandinho y a su familia se les ve a menudo en uno brasileño, a Zabaleta y a los españoles de los dos equipos no es raro verles juntos algunas noches…”, cuentan. El de mejor paladar, claro, era Víctor Valdés, que no salía de The Manchester House, local que está a punto de entrar en los elegidos de la estrella Michelin.

Al rumor, el martes, acudieron los paparazzi, que montaron guardia ante la puerta del local de Armani contiguo al restaurante. Esperaban ver salir juntos a Mourinho y Guardiola. Falsa alarma. Pasará, porque lo que tiene que pasar siempre pasa, pero de momento fue una falsa cena. Así que Pep y Jose aún no se han saludado. Es solo cuestión de tiempo, pero, de momento, la noticia es que no hay noticia y ya es raro que, después de una semana en Manchester, no se hayan encontrado.

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