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Éder, el héroe de Portugal que renació en el fútbol francés

El jugador que dio el triunfo a la Seleçao milita en el Lille desde principios de año en el que anotó seis goles en 13 partidos

Portugal conquistó su primera Eurocopa gracias a un jugador que adoraba detestar, pero que desde ayer simplemente adorará como a un héroe. El protagonista de esta historia fuera de lo común se llama Éder, un grandote de 28 años de origen humilde que arrastraba las críticas de todo un país tras su mal Mundial en 2014, pero cuyo destino ha cambiado para siempre al convertirse en el futbolista que dio el triunfo a la Seleçao en la irrespirable prórroga de la final contra Francia, la anfitriona.

Ayer, empezó el partido en el banquillo pero acabó por las nubes tras anotar en el minuto 109 un gol de oro que levantó a todo un país y silenció a otro. “Es fantástico para todos los portugueses. Es una victoria más que merecida. Desde el primer día en el que me convocó Fernando Santos trabajé muy duro para dar todo lo que podía. Sabía que iba a llegar mi momento en esta Eurocopa. Tenía mucha confianza en mí”, se sinceró el delantero tras el encuentro. Antes de la final, Éder tan sólo había disputado 13 minutos en dos partidos (seis contra Islandia y siete contra Austria). Contra Francia, jugó los últimos 41 minutos del encuentro anotando su cuarto gol en 29 internacionalidades. 

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Una gesta personal que debe, según dijo, a la estrella de la Seleçao y del Real Madrid Cristiano Ronaldo, que se retiró lesionado en la primera parte del partido. “Antes de saltar al césped, Cristiano me dijo que anotaría el gol de la victoria. Me dio toda su fuerza, toda su convicción, toda su energía y esto fue muy importante para mí. Es un gol que fue trabajado desde el primer minuto de esta Eurocopa”, relató el jugador que llegó a Portugal ya niño desde Guinea Bissau, su país de nacimiento. 

Éder no habría marcado probablemente si no hubiera recuperado la competitividad antes de la Eurocopa en un equipo francés, el Lille, en el que milita desde principios de año. Y esto, quizás, sea lo más duro hoy para Francia a la hora de repasar un partido que perdió por uno de sus recientes incorporaciones en Liga. El delantero portugués llegó cedido al histórico club en febrero tras fracasar en el Swansea seis meses después de iniciar su andadura en la Premier. Sus actuaciones fueron tan impactantes bajo la camiseta del Lille –anotó seis goles y dio cuatro asistencias en 13 partidos- que los dirigentes franceses decidieron comprarle definitivamente el mes pasado por 4,5 millones de euros. Con él, el Lille pasó de la decimoquinta posición en Ligue 1 a la quinta, un resultado que le permitirá disputar la Europa League el próximo curso. 

“Necesitábamos a un delantero de ese nivel, alto (mide 1,90 m), bueno de cabeza, hábil ante la portería contraria y capaz de guardar el balón bajo la presión rival, pero también de jugar en los espacios. Estamos muy orgullosos de haberle fichado”, comentó entonces Jean-Michel Vandamme, el ojeador que le recuperó. “Es un futbolista muy generoso, un guerrero, un combatiente que nunca se rinde. Dispone de características superiores a la media de los futbolistas. No teníamos ese perfil en nuestro equipo. Vino aquí para recuperar la competitividad y lo consiguió”, dijo antes de la Eurocopa su entrenador, Frédéric Antonetti. 

Esta mañana, el Lille emitió un mensaje en las redes sociales en el que expresaba a la vez su tristeza por la derrota de los Bleus y su felicidad por el gol histórico de su jugador. “La decepción es inmensa pero el orgullo de contar con un jugadorazo así en nuestro equipo es enorme. Enhorabuena Éder”. Ahora en Francia, Éder será aquel al que todos adorarán detestar.

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