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Rosberg se queda helado

Un pésimo arranque del alemán despeja el camino a Hamilton, que logra su sexto triunfo en las últimas siete pruebas

Oriol Puigdemont
Lewis Hamilton con el trofeo del GP de Alemania.
Lewis Hamilton con el trofeo del GP de Alemania. Jens Meyer (AP)

Un arranque calamitoso condenó a Nico Rosberg ante su hinchada, que se desplazó en masa hasta Hockenheim con la esperanza de ver cómo su ídolo recuperaba la batuta que había perdido en Hungría una semana antes, y que se fue de allí con un bajón considerable tras asistir a un domingo nefasto para el alemán. Rosberg se quedó helado en la salida y le despejó el camino a Lewis Hamilton, su compañero de equipo, que con ese regalo inesperado salió disparado hacia su cuarto triunfo consecutivo y el sexto de la temporada, todos ellos conseguidos en las últimas siete paradas del calendario. Conociéndole, el británico se pegará unas vacaciones de traca para celebrar el gran momento que atraviesa y que le ha permitido limpiarle 62 puntos del tirón a su vecino de taller y afianzarse al frente de la tabla.

Por si abrirle la puerta a Hamilton no fuera una concesión suficientemente importante, por el hueco que dejó Rosberg antes de la primera curva también se le colaron Daniel Ricciardo y Max Verstappen, que volvió a dejar algún destello de esos que le hacen tan especial a ojos de la mayoría. Gracias a la brutal superioridad del monoplaza de la marca de la estrella, a la estrategia —rebasó a Ricciardo en la segunda visita a los garajes— y a un adelantamiento al holandés más allá del límite (vuelta 29), el corredor de Wiesbaden rodó el segundo durante un rato, poco, el tiempo que tardaron los comisarios en penalizarle con cinco segundos por haber estrangulado a Verstappen en una maniobra muy parecida a la que ya empleó con Hamilton en Austria. Los cinco segundos se convirtieron en ocho con el reloj en la mano. “Lo crean o no, los cronómetros pueden no funcionar en la F-1. Y perdimos un par de segundos porque no se puso en marcha”, soltó Toto Wolff, director de Mercedes.

Finalmente, fueron los dos pilotos de Red Bull los que terminaron subiéndose al podio, justo por delante de Rosberg (fue el cuarto), que afrontará el verano con una desventaja de 19 puntos, un cojín perfectamente recuperable a la vez que casi inexplicable pues comenzó el curso encadenando cuatro victorias.

Fernando Alonso concluyó el 12º y Carlos Sainz lo hizo el 14º. “Ya tenemos más del doble de puntos que en todo 2015”, resumió el asturiano. “Ha sido un desastre”, soltó Sainz, que se vio perjudicado en su primer cambio de gomas, en el que perdió seis segundos. “Ahora tocará descansar y volver con fuerzas. A partir de Spa [28 de agosto] tanto yo como el equipo deberemos poner el resto porque ya vemos que el coche cada vez da para menos”, resolvió el madrileño.

Red Bull acelera

Hace año un año y medio, la sanción a Rosberg difícilmente habría hecho posible que Ricciardo y Verstappen terminaran por delante de él. No obstante, Red Bull ha dado un paso adelante y ya hay quien se dedica a fantasear con imaginarse qué serían capaces de hacer los monoplazas energéticos si incorporaran una unidad de potencia Mercedes. Seguramente el RB12 siga lejos del W07, pero ya ha quedado claro que la estructura de Milton Keynes está sola en la persecución porque Ferrari se ha perdido por el camino. El búfalo rojo ya figura en la segunda plaza en el Mundial y su tropa no se detendrá en su afán de dar caza a uno de los bólidos más dominantes de la era moderna. Una máquina perfecta que no tiene rival, como ha demostrado desde que hace dos años y medio entraron en escena los motores híbridos: 43 victorias, 25 dobletes y 47 polesen 50 grandes premios.

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