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Mireia se apunta a todas las batallas

La nadadora española pretende inscribirse en cinco pruebas individuales y una de relevos porque la actividad le da confianza

Mireia Belmonte entrenando en Sierra Nevada.Vídeo: FOTO Y PEPE MARÍN
Diego Torres

“El plan es ir a por todo”, dice Fred Vergnoux, “porque Mireia quiere nadarlo todo. Ella se siente mejor así. ¡Nada más!”.

El entrenador de la mejor nadadora que ha producido España en su historia se encoge de hombros, entre emocionado y nervioso. Después de seis años de ponderar pros y contras, tras miles de horas de análisis sobre el terreno, la conclusión tiene base empírica. A Mireia Belmonte puede que le pesen los 25 años, edad que comienza a lastrar el organismo de los nadadores en determinadas disciplinas. Puede que la muchacha haya perdido resistencia para las carreras más largas, hábitat natural de las adolescentes. Puede que su capacidad de recuperación haya decaído y sea precisa una mayor asistencia de médicos y fisioterapeutas. La historia es concluyente: nunca una nadadora de más de 24 años ha ganado el oro olímpico sin recurrir al dopaje en las pruebas que afrontará ella. Pero Mireia insiste. Y la voluntad del protagonista es científicamente decisiva. Porque lo más importante en la española es su carácter. En los Juegos de Río nadará cinco pruebas individuales y una de relevos porque ella se siente más segura si mantiene su cuerpo en acción que si descansa.

El programa es colosal. Pero, sobre todo, es cuestión de confianza. La experiencia cuenta. Mireia ganó su primer gran campeonato en el Mundial Júnior de 2006, casualmente, en Río. Allí se colgó el oro en 400 estilos, con 15 años, y está convencida de que después de una década de ensayos sabrá gestionar la saturación mental y física. Solo la húngara Katinka Hosszu y la estadounidense Katie Ledecky, las mejores nadadoras de la década, afrontarán desafíos parecidos.

El catálogo de carreras no da tregua. Debuta el sábado 6 de agosto con las semifinales y la final de 400 metros estilos; el domingo nada el 400 libre; el lunes asalta los 200 estilos; el martes los preliminares de 200 mariposa y, si se clasifica, la final de 200 estilos con un margen de media hora para reponerse entre una carrera y la siguiente. El miércoles vuelve a la doble sesión, primero en la final de 200 mariposa y media hora después, si España se clasifica, en la final del relevo de 4x200. El jueves inicia la despedida con la difícil clasificación de 800 metros y, si lo consigue, el viernes 12 nada la final.

Vergnoux señala que todo es posible. Pero hay terrenos más practicables que otros. El entrenador advierte de que reeditar las platas de Londres en 800 y 200 mariposa sería una proeza. Recuerda que la prueba en la que más posibilidades es el 200 mariposa, pero apunta a otras vías para perseguir el podio.

“Si haces 2m 3s en 200 mariposa ganas los Juegos”, le repite Vergnoux. El entrenador administra sus desafíos con cuentagotas. Mireia roza la obsesión porque conoce las dificultades. Un repaso al ránking de la FINA de 200 mariposa recuerda que ocupa el cuarto puesto de 2016 con 2m 6,32s. Nunca en toda su trayectoria bajó de 2m 4s y su mejor marca data de 2013, cuando hizo 2m 4,78s en la final de los Mundiales de Barcelona.

Sus mejores marcas

Han pasado años desde que Mireia hizo sus mejores marcas en las pruebas que la examinarán en Río. En 200 estilos hay que remontarse a 2013 (2m 9,45s). En 400 libre hizo su mejor tiempo en 2014 (4m 3,84s). En 400 estilos alcanzó su pico en 2013 con 4m 31,21s. En 800 no ha vuelto a nadar más rápido desde los Juegos de Londres (8m 18,76s). A su favor pesa un argumento sólido. Las tendinitis que sufrió en ambos hombros entre 2014 y 2015 la inhabilitaron para entrenarse y debió suspender su participación en los Mundiales de Kazán. Esta dolencia fue producto de la presión extrema a la que sometió a sus articulaciones en un intento por ganar fuerza.

Completamente recuperada, reanudó hace un año la preparación insistiendo en los ejercicios de potencia. El trabajo con pesas en el gimnasio y en el agua la ha transformado físicamente. Su objetivo es ganar eficacia muscular para mantener la velocidad en los últimos 25 metros del 200 mariposa. El tramo más duro de la carrera. El segmento en el que perdió el oro en Londres.

La nadadora de Badalona se ha concentrado en los 200 mariposa y por el camino ha descubierto una mejoría notable en su estilo de espalda, lo que le ha brindado mayor velocidad en el 400 estilos, la carrera con la que debutará en la piscina de Río.

Mireia dice que necesita una dosis de acción ininterrumpida para encontrar su punto competitivo ideal. Se meterá en todas las batallas. A su favor cuenta la certeza de que ya no hay nada que la pueda sorprender.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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