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La juez no permite que Balla viaje a Río, a pesar de que la IAAF le autoriza

Los Mossos encontraron EPO en una maleta del deportista nacionalizado catarí

Musaeb Balla en una prueba celebrada en Estocolmo en 2015.
Musaeb Balla en una prueba celebrada en Estocolmo en 2015.Andreas L Eriksson/

El mediofondista Musaeb Balla, con una mejor marca de 1m 43,82s en los 800m, podría haber competido en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Su nombre consta en el listado de deportistas autorizados por la Federación Internacional de Atletismo (IAAF). Pero la titular del juzgado de instrucción número 5 de Barcelona que investiga caso Rial, de dopaje, se mantiene firme en su decisión de retirarle el pasaporte. Los Mossos d'Esquadra detuvieron a Balla el pasado 20 de junio, después de encontrarle en la maleta eritropoyetina, la conocida EPO. Balla alegó en todo momento que era de su compañero de habitación.

En la Operación Rial fue detenido también Jama Aden, entrenador de los mejores mediofondistas mundiales, entre ellos Genzebe Dibaba, campeona y plusmarquista mundial de 1.500m, y gran favorita para el oro en Río. La juez también le retiró el pasaporte al entrenador, al que los investigadores encontraron medicamentos prohibidos y le vieron troceando y repartiendo jeringuillas por diversos contenedores de Sabadell, y al fisioterapeuta Ouarid Mounir, al que hallaron 62 jeringuillas usadas, 23 más precargadas de EPO y seis viales de diferentes tipos de EPO (Eprex, Aranesp, Neorecormon y Eporin).

A pesar de eso, los atletas de Aden que estaban entrenando en Sabadell han obtenido también luz verde para acudir a Río por parte de la IAAF. Ninguno de ellos dio positivo en los test antidopaje que se les realizaron en el mismo hotel, de manera paralela al operativo policial. Fuentes de la IAAF confirmaron que habían concedido el permiso de competir a todos los atletas que se encontraban en el hotel de Sabadell cuando la operación policial, incluido Balla, pese a tener conocimiento de los procedimientos judiciales abiertos y contar con los autos de la investigación que le hizo llegar el juzgado y en el que se detallan el hallazgo de sustancias dopantes en su habitación. "Es un asunto muy complicado", señalaron esas fuentes. "Tenemos papeles, pero no las pruebas, y nuestros abogados no han podido hacer nada para prohibirles participar en Río".

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Fuentes cercanas al equipo olímpico catarí confirmaron que Balla no estará en Río, pero no entraron a explicar la razón. También informaron de que sí que están ya en Río, viviendo en la villa olímpica y entrenando, otros dos atletas catarís entrenados por Jama Aden, el cuatrocentista Abdalelah Harun y el ochocentista Abubaker Abdalla.

El abogado de Balla ya solicitó a la juez el pasado 13 de julio que de manera excepcional permitiese al atleta viajar a Río entre el 7 y el 22 de agosto. Proponía que citase al deportista el 5 de agosto, le devolviese el pasaporte, y que este, el día 23 regresase de nuevo al juzgado la documentación, "apercibiéndole de las consecuencias de no comparecer de nuevo", según consta en el auto de la juez.

Pero la magistrada refrendó la decisión tomada por la juez de guardia de retirarle el pasaporte. El hecho de que Balla quería competir en Río "ya fue tenido en cuenta por la Instructora" que decidió "con buen criterio" que el viaje "comportaba un riesgo de que el investigado no volviera a nuestro país tras viajar a Río de Janeiro".

La juez considera que no "no se ha alegado ni acreditado una variación sustancial" de las causas que llevaron a Balla a ser detenido por la policía catalana en la Operación Rial. Y señala que el deportista, que es de Sudán, nacionalizado catarí, y que viaja con frecuencia a "competiciones internacionales" y a entrenamientos en el extranjero, sin que ni siquiera haya designado un "domicilio para notificaciones" en España. Por todo ello, la juez considera que retornarle el pasaporte supondría "asumir el riesgo de que el investigado no retornara".

Balla negó en todo momento que la EPO fuese suya. Dijo que únicamente tenía medicamentos, que podían ser ilegales en el país, pero que él lo desconocía. Además, dijo que estaba lesionado, hecho que esgrimió en su defensa para señalar que no tenía sentido que estuviese dopándose.

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