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Rafa Nadal y Marc López ganan el oro en dobles

La pareja española se corona tras superar el oficio de la rumana (2-6, 6-3 y 4-6) en una intensa final

Robert Álvarez
Nadal y Marc López con la medalla de oro.
Nadal y Marc López con la medalla de oro. Clive Brunskill (Getty Images)

Marc López y Rafa Nadal, Rafa Nadal y Marc López, tirados por el suelo de la Pista Central del Parque Olímpico coronaron de la manera más espléndida y gratificante su amistad y su compenetración, fuera y dentro de una cancha de tenis. Ganaron la medalla de oro tras superar por 2-6, 6-3 y 4-6 en una intensa y apasionante final a una pareja de acreditados especialistas, los rumanos Florin Mergea y Horia Tecau, números 14 y 10 en la clasificación mundial.

El doble español se impuso porque fue más fuerte en el momento decisivo, en los intensos e igualados toma y daca en los que derivaron los últimos juegos del tercer set. En ese tiovivo, en ese juego de alternativas, planeó la excelencia competitiva de Nadal. Los rumanos, muy bien compenetrados, lograron romper el servicio de Marc López y pusieron el 4-3 que ponía a España contra las cuerdas. A partir de ahí, cada bola ardía, cada intercambio provocaba la taquicardia. Devolvió el break España y a partir de ahí siempre dominó los dos últimos juegos, igualmente igualados, pero siempre rematados por Nadal y Marc López.

El doble español se había llevado de calle el primer set, a pesar de que empezó perdiendo el primer juego. El quinto juego marcó un punto de inflexión. Lo ganó en blanco el dúo hispano, con una gran dejada de Marc López como remate. Pero Mergea y Tecau reaccionaron y dominaron con solvencia en la segunda manga.

Tras su victoria en el torneo individual de Pekín 2008, Nadal conquistó en Río su segunda medalla de oro. El jugador mallorquín jugó la final solo dos horas después de haber superado en un duro partido de cuartos al brasileño Tomaz Bellucci. Comió, intentó descansar lo que buenamente pudo, física y mentalmente, y volvió a la central junto a Marc López. Nadal mantiene su idilio especial con los Juegos Olímpicos. Hace cuatro años se le quedó una espina clavada cuando solo una semana antes tuvo que renunciar a los de Londres y, de paso, a ser el abanderado de España. Una lesión en la muñeca izquierda llenó de dudas y, apenas cinco días antes de empezar el torneo, el escepticismo sobre su estado físico le hizo declarar: “Vamos a ver qué puedo hacer”. La respuesta, de momento es una segunda medalla de oro olímpica en su carrera y un billete para las semifinales individuales en las que se enfrentará al argentino Juan Martín Del Potro.

Reconfortante para Nadal y culminante para López

Una medalla olímpica de oro siempre atesora mil y una historias, de esfuerzo y de superación. En el caso Nadal, no por repetida deja de ser menos sorprendente. Su capacidad para reinventarse, para volver al primer plano mundial, sin importar los malos momentos de forma o las lesiones. A sus 30 años regresa a la cima, o es que tal vez no se ha ido realmente nunca.

El oro es reconfortante para Nadal y culminante para Marc López. El tenista catalán, a sus 34 años, ha cuadrado la temporada. No quería retirarse sin conquistar un Grand Slam. Tras dos finales perdidas en 2014, lo consiguió en Roland Garros haciendo pareja con Feliciano López. El remate del oro en los Juegos supone para él un colofón increíble, según sus propias palabras.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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