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JUEGOS 2016 | ATLETISMO
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Despertando de la hazaña de Van Niekerk

Van Niekerk tras ganar el 400.
Van Niekerk tras ganar el 400.LUKAS COCH (EFE)

Como los buenos vinos el veredicto incontestable de una impresionante marca lo da el paso del tiempo. Casi dos décadas después de la carrera de Michael Johnson en el mundial de Sevilla del 99, Wayde van Niekerk bate en Río el legendario récord del americano. En Sevilla el estudio biomecánico del campeonato fue realizado por especialistas españoles. La profesora Amelia Ferro fue quien analizó la carrera del récord de Johnson mediante 12 cámaras de vídeo fijas, colocadas en diferentes lugares del estadio de la Cartuja. La carrera de Johnson fue impresionante. A mitad de carrera, con un tiempo de 21,22s era tercero. Corrió los 200 últimos metros tan solo 7 décimas más lentos que los 200 primeros. En la meta le sacó más de un segundo al brasileño Claro Parrela. A pesar de no tener rivales que le hicieran sombra al final de la carrera, corrió el último 100, el del lactato, el del inmenso dolor que te paraliza, en el impresionante tiempo de 11,52s.

Van Niekerk estuvo impresionante. El segundo 100, que fue el más veloz, lo completó 3 décimas más rápido que Johnson en Sevilla (9,8 frente a 10,12s). Hasta el 200 llevaba una velocidad promedio ligeramente superior a los 35 km/h. Johnson, que hizo una carrera más compensada, no consiguió llegar a los 35 de promedio en ningún tramo de 200. Niekerk completó la carrera en tan solo 163 pasos, con una amplitud media de 2,45m en cada paso.

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El sudafricano, igual que la mayoría de nosotros, tardó en reaccionar y no parecía creérselo al acabar la carrera. Había mejorado un récord de solera y lo hizo corriendo al revés que Johnson: mucho en la primera parte de la carrera y evitando hundirse en la segunda. En Río no tuvo muchas alternativas si quería asegurarse la victoria porque estaba en la calle 8 y eso le evitaba tener referencias de sus rivales. Justamente este aspecto nos hace pensar que el sudafricano alberga un cierto margen de mejora. Además, hemos visto que corriendo de una manera diferente se ha batido una marca legendaria, lo que nos hace pensar en la importancia de aprovechar al máximo las cualidades diferentes de cada atleta y de adecuarlas a las condiciones de cada competición.

Con el paso del tiempo seguro que vamos a dar valor añadido al impresionante registro que acabamos de ver, aunque analizando el correr del sudafricano albergamos la esperanza de no tener que esperar dos décadas para que vuelva a ser batida esta marca.

Xavier Aguado Jódar es biomecánico, catedrático de la Universidad de Castilla-La Mancha

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