_
_
_
_
_

Laura Nicholls: “Esta medalla de plata es un broche de oro”

Las jugadoras de la selección de baloncesto reconocen la dificultad de enfrentar a Estados Unidos

Robert Álvarez
Laura Nicholls, izquierda, festeja con sus compañeras el pase a la final.
Laura Nicholls, izquierda, festeja con sus compañeras el pase a la final. M. RALSTON (AFP)

La zona mixta del Carioca 1 de Río de Janeiro se convirtió en una pequeña fiesta, una por cada jugadora española que se arrimaba a la valla para dar rienda suelta a su euforia, con frases emocionadas, entrecortadas. Laura Nicholls, tras su espléndida actuación ante Serbia, determinante cerca del aro, resumió su sentir ante una victoria que pone a España en la final. Laura Nicholls: “Tendré que tener nietos para contárselo. Seremos la primera plata en el podio que estaremos contentas. He hecho toda mi carrera con Alba (Torrens), desde que tenía 13 años, son muchos años, es el premio a un ciclo muy largo. Es el broche de plata, que es un broche de oro”, afirmó alineándose a lo que todo el mundo, implícitamente ya daba por hecho, que el rival de España en la final de mañana sería contra las jugadoras de Estados Unidos, ya horas antes de que esa selección se midiera en la otra semifinal contra Francia. Estados Unidos ha ganado las cinco últimas ediciones de los Juegos y cuatro de los últimos cinco Mundiales.

Más información
Basketball - Women's Quarterfinal Spain v Turkey
España, en la final de baloncesto femenino
Sin titulo
La canasta de nuestras vidas

Anna Cruz bromeó también al respecto “¡Ojito que estamos en racha!”, se carcajeaba. “No, no. Sabemos que Estados Unidos está un paso por delante. Aunque por supuesto, siempre hay que creer y no dar el partido por perdido desde el principio”. Laia Palau, que a sus 36 años está en sus últimos Juegos, era de las más visiblemente emocionadas, con lágrimas en los ojos, eufórica. “Es alucinante. Es historia”, decía.

Ndour fue la última en ser reclutada. La jugadora con pasaporte español pero nacida en Senegal fue llamada para suplir a Sancho Lyttle, cuando esta se lesionó a mitad de julio. “Yo estaba en San Antonio entrenándome cuando me llamaron. Ya había oído rumores, porque Sancho se lesionó allí en Estados Unidos. Y me decían: ‘vas, vas’. La gente ya me dijo que no asumiera la responsabilidad de ser ella. Somos diferentes. Al final, todo ha salido bien”.

Todavía resta la final, pero parece utópico ganar a EE UU. “Por nosotros no va a quedar. No vamos a salir al partido conformándonos. Lo que han hecho estas chicas es muy grande, jugar dos finales en tres años, una en el Mundial y ahora aquí, en los Juegos. Tengo pocas palabras. Estoy más contento de lo que creo”, apostilló. El seleccionador español recordó parte del camino recorrido. “Cogimos al equipo cuando estaba fuera de los Juegos de Londres. El objetivo era volver a los Juegos. Lo conseguimos, y con nota alta. Pero el ciclo no se acaba. Este grupo tiene hambre, cada año se reinventa, cada año empieza de cero. La mayoría de jugadoras están en plenitud, y ahora tenemos por delante un Europeo [en la República Checa en 2017] y el Mundial de 2018, en casa”.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_