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La llegada de Garay al Valencia cierra un mercado de fichajes tibio

Premier, Bundesliga o Serie A italiana gastaron más que la Liga. La contención del Madrid ejemplifica un verano sin grandes operaciones

Nasri con Monchi, tras la firma.
Nasri con Monchi, tras la firma.EFE

Ezequiel Garay fue la estrella del un último día de mercado con mucho movimiento pero sin grandes nombres. El central argentino llega al Valencia procedente del Zenit de San Petersburgo para reforzar la defensa del conjunto che, que no ha informado del coste del fichaje.

La liga española cierra el verano por detrás de la Premier, la Bundesliga y la Serie A italiana en cuanto a dinero gastado en incorporaciones, también por debajo de los 571 millones de euros gastados hace un año. Entonces se invirtieron en todas las operaciones realizadas por los veinte clubes de Primera División 170 millones más de los que pudieron recaudar por ventas. Ahora el ratio casi se iguala, las salidas supusieron 450 millones en ingresos y se fichó por valor de 470, lejos de la Premier que se dispara a los 1.400 millones. Los equipos italianos se quedaron en los 700 millones y los alemanes, en una competición con dos escuadras menos, en 550.

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El leve descenso se explica en gran medida por la atonía del Real Madrid. Tantas veces animador en estas fechas estivales, el club blanco apenas ha invertido este verano los 30 millones de euros que tenía pactados con la Juventus si quería recuperar a Álvaro Morata. Es la misma cantidad que se gastó hace cuatro años en un mercado en el que solo pagó por Luka Modric. Nunca desde 1998 ha bajado de ese mínimo. Hace 18 años se había dejado apenas cuatro millones de euros (eran tiempos de pesetas) por Iván Campo y el brasileño Rodrigo. Desde entonces y salvo en los albores de la campaña 2012-13 y en la actual no sólo se había ido más allá de los 30 millones de gasto sino que siempre desembolsó más de lo que recibió. Este verano las partidas de Jesé, Cheryshev, Medrán y Omar Mascarell le suponen casi 35 millones de euros. “Tenemos una plantilla espectacular, imposible de mejorar”, justificó ayer Florentino Pérez durante un acto en el Santiago Bernabéu. Tampoco nadie salió del Real Madrid en una jornada tranquila en la casa blanca.

Así las cosas, el Barcelona se erigió como el animador del verano. Ha pagado 122,7 millones de euros, al margen de posibles variables pactadas por rendimiento, por seis futbolistas (André Gomes, Umtiti, Digne, Cillesen, Alcácer y Denis Suárez) que no llegan con vitola de titulares, pero que le dan un fondo de armario del que careció en bastantes tramos de la campaña anterior. Con los deberes hechos entre los grandes, también para el Atlético, las últimas horas habilitadas para completar o retocar planteles vivieron un frenesí con epicentro en Granada, Espanyol y Osasuna. También en Valencia. Allí se confirmó a Mangala para paliar el traspaso de Mustafi al Arsenal y se negoció hasta el final por Ezequiel Garay, que a la postre regresa a la Liga. Se fueron otros dos centrales: Vezo, al Granada, y Orban, al Genoa. Los esfuerzos por reforzar el ataque murieron con la incorporación de Munir y la asunción de galones por parte de jóvenes como Santi Mina o Rodrigo.

El Granada fichó en las últimas horas de mercado a seis futbolistas de seis nacionalidades diferentes

En el Sevilla estaba todo más maduro. Monchi echa el candado con un balance de 25 millones de ingresos sobre gastos y dos operaciones que engrosarán esa cifra porque llega Nasri desde el Manchester City sin opción de compra y se marcha Konoplyanka al Schalke 04 con el compromiso de adqusición obligatoria el próximo verano por 15 millones más. Once nuevos futbolistas, la mayoría de perfil muy pelotero, refuerzan la idea futbolística de Sampaoli.

Primeras declaraciones de Arbeloa como jugador del West Ham.

La jornada se completó con un goteo de operaciones. La mayoría fueron cesiones, señal de que la bonanza no acaba de llegar. El Granada fue el más activo. La víspera de la traca final se había hecho con la ficha del punta ucraniano Kravets y en una tarde-noche sin parangón incorporó cinco futbolistas más de cinco nacionalidades diferentes: el mediapunta español Alberto Bueno, el extremo israelí Atzili, el lateral galo Tabanou, el central portugués Rubén Vezo y el extremo belga Carcela-González. Por su parte el Espanyol repatrió al meta Diego López, que rompió su vículo con el Milán, se hizo con el zaguero mexicano Diego Reyes y recuperó al delantero Álvaro Vázquez, que durante el día había dado su palabra al Deportivo para suplir a Lucas Pérez. Finalmente los gallegos reclutaron a Joselu, un futbolista de la tierra, curtido en la cantera del Celta y con pasado en Real Madrid, Bundesliga y Premier. Ahora hereda el dorsal número 7 que llevaba el nuevo jugador del Arsenal. A Osasuna llegan dos franceses. Digard proviene del Betis y el punta Rivière del Newcastle. También al extremo Javi Álamo. El Málaga obtuvo el préstamo de Boyko, un meta ucraniano de fugaz paso por el Besiktas, y el Alavés al serbio Katai, que llegó a estar muy cerca de Celta y Deportivo. El Villarreal reforzó su defensa con el espanyolista Álvaro, el Leganés anunció la cesión de Robert Ibáñez por parte del Valencia y el Betis redondeó su plantel con el holandés Donk, un central cedido por el Galatasaray.

En la Premier League la ventana de traspasos echaba el candado también al tiempo que en España. Para allí se va Álvaro Arbeloa, que apuraba para sellar su pase al West Ham United y regresar a la competición inglesa siete años después de dejar Liverpool. Con el club del este de Londres ya se entrenó ayer el italiano Simone Zaza. Otros españoles dan el salto a Inglaterra. El zurdo Marcos Alonso, hijo y nieto de futbolistas con el mismo nombre, deja la Fiorentina y se va al Chelsea por 25 millones de euros, un coste que le convierte en el lateral más caro de todo el mercado de fichajes veraniego y el cuarto zaguero, a la par que Umtiti y solo por detrás de Stones, Mustafi, Bailly y Hummels. También Pau López, meta del Espanyol, se va como cedido al Tottenham. Camino inverso es el que recorre Luis Alberto, que tras pasar la pretemporada en Liverpool se marcha al Lazio. Por su parte el catalán Adama Traoré deja el Aston Villa para buscar mejor fortuna con Karanka en el Middlesbrough. Quien no se va finalmente es el malaguista Ignacio Camacho, por el que negoció el West Bromwich.

Entre los movimientos más destacados sobresale el regreso de David Luiz al Chelsea. El París Saint-Germain se lo compró hace dos años por 50 millones de euros y ahora lo manda de vuelta a cambio de unos 40. Mientras se completaba ese traspaso, el Leicester cerraba el pase de Slimani, delantero argelino del Sporting luso por 35 millones. Y la jornada fue plena en salidas en el Manchester City, del que salen cedidos no solo Nasri y Mangala sino también el meta Hart al Torino, el delantero Bony al Stoke City y el central Denayer al Sunderland. Y ya sobre la bocina el Milán hacia espacio en su plantilla al mediapunta chileno Mati Fernández y el jugador del Arsenal Jack Wilshere encontraba acomodo en el Bournemouth.

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