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Vadillo persigue su estela en Huesca

A los 16 años debutó en Primera con el Betis y despertó el interés de los grandes, pero dos graves lesiones truncaron su eclosión

Rafael Pineda
Vadillo, en su presentación como jugador del Huesca.
Vadillo, en su presentación como jugador del Huesca. El País

"Buscaba cariño y confianza. En Huesca me lo han dado”. Son las palabras de Álvaro Vadillo, extremo fichado por el conjunto oscense, que milita en Segunda y se enfrenta hoy al Zaragoza en el derbi aragonés. La Sociedad Deportiva Huesca se ha convertido en la oportunidad de reconstrucción para un futbolista de tan solo 21 años, que debutó en Primera con 16 y después truncó sus grandes cualidades con dos graves lesiones de rodilla. Vadillo lucha por volver a ser un jugador importante después de cinco temporadas en el Betis y un estreno en la elite en plena adolescencia, cuando llegó a despertar el interés del Madrid. Internacional sub 19 y sub 21, la estrella de Vadillo dejó de brillar con el paso del tiempo. En junio finalizó contrato con el Betis.

El Huesca le ha ofrecido un nuevo escenario para recuperar su estela. Con 21 años, Vadillo lo ha vivido todo desde su histórico estreno: de la fama precoz a la caída. “Hay que tener paciencia y darle confianza”, confiesa Juan Antonio Anquela, el técnico del Huesca. Todavía no ha jugado ni un minuto con el club aragonés, donde llegó el pasado 19 de agosto. Su preparación física en una pretemporada atípica no ha sido la más correcta.

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“No lo dudé ni un momento. Era un chaval, pero se salía. Le di la oportunidad como lo hice con Adrián, Beñat, Cañas o Pozuelo”, recuerda Pepe Mel, el entrenador del Betis con el que Vadillo moldeó su despegue. El consejero del Huesca, José Antonio Martín Petón, llamó este verano a Pepe Mel y le preguntó por Vadillo. “Fíchalo, le dije. Todavía está a tiempo de ser futbolista. Depende de él”, aclara Mel.

En el Betis, Vadillo jugó cinco temporadas y fue el futbolista más joven en la historia del club andaluz en debutar en Primera. Llegó en alevines. “Era un palillo. Descubrimos a un futbolista con unas condiciones tremendas. Buen golpeo, regate, velocidad y potencia”, recuerda Miguel Valenzuela, coordinador de la cantera del Betis cuando el club andaluz fichó al extremo y durante el tiempo que se coció como futbolista. “Todos los años venían el Madrid y el Barcelona a ficharlo. Su progresión era tan grande que con 16 años debutó en el primer equipo. Mel nos dijo que era el mejor futbolista que tenía”, añade Valenzuela.

Ese Betis de la temporada 2011-12 era un recién ascendido a Primera. Comenzó la Liga lanzado. En el horizonte, un gran partido en el Santiago Bernabéu. Vadillo, que ha deslumbrado en los partidos ante el Granada, el Mallorca y el Getafe, es titular con 17 años recién cumplidos en el coliseo madridista. A los 20 minutos, en una pelea por un balón dividido con Sergio Ramos junto a un córner, la rodilla derecha se le quiebra y queda destrozada. Vadillo tardó más de un año en volver a jugar con el primer equipo del conjunto verdiblanco.

“Superó con mucho esfuerzo esa primera lesión. Le costó, pero regresó con fuerza. Siempre le dije que la mejor oportunidad para ser alguien en el mundo del fútbol se la tenía que dar él mismo”, recuerda Mel. Vadillo se recuperó. En la temporada 2012-13 juega 14 partidos en un Betis que se mete en Europa. Es llamado por la selección sub 21 y se dispara de nuevo el interés de los equipos grandes por ficharle. Ese verano disputa el Europeo sub 19, donde España cae en semifinales ante la Francia de Laporte y Martial.

Vadillo llega rodado al comienzo de la temporada 2013-14, pero ese curso es un desastre para el Betis, que baja a Segunda como colista y con solo 25 puntos. Juega 21 partidos y cuenta para el proyecto de regreso a Primera. En pretemporada siguiente, en julio de 2014, se vuelve a romper la rodilla. Ahora la izquierda. Sus dos últimas temporadas en el Betis son intrascendentes. Está a punto de salir vendido al Rayo, pero la operación no se concreta. Vadillo juega solo 10 partidos en dos años y pierde interés por el fútbol. En junio dejó el Betis. Por Huesca pasa el tren para parecerse al que un día fue.

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