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Mantovani: el sueño del líder humilde

El capitán del Leganés recibe al Barça tras una carrera forjada en el fútbol modesto de Argentina y España

Alejandro Prado
Mantovani en un partido con el Leagnés.
Mantovani en un partido con el Leagnés.Miguel Lopez (Cordon)

Con 32 años y una carrera forjada en campos de Tercera y 2ªB, encontrarte con Messi, Luis Suárez y Neymar es más un premio que un suplicio. Así lo ve Martín Mantovani, el capitán del Leganés, un tipo que siente tanto los colores que los lleva en el pelo. “A mi mujer le gusta, así que no hay problema”, comenta el defensa argentino sobre el tinte azul y blanco que decora su cabello desde que el equipo madrileño subió a Primera en junio.

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Mantovani es el ejemplo individual de lo que está viviendo el Lega. La ilusión de estar en la élite está por encima de todo. “Pensé que nunca me iba a tocar jugar en Primera, ahora lo disfruto. El hecho de que mis hijas puedan verme en esta categoría es un orgullo”, asegura este central que sufrió para salir adelante en el mundo del fútbol y que este sábado tendrá que marcar a los mejores atacantes del mundo. “Ojalá jueguen todos. Son gente de otro mundo, pero yo quiero poder decir que me enfrenté a ellos”, apunta el capitán, que espera que las rotaciones de Luis Enrique no le birlen un episodio más de su sueño.

Pero antes de encararse con los cracks azulgrana Mantovani probó de todo en el fútbol. Creció dentro de una familia humilde que se esforzaba para que Martín, el menor de sus hijos, pudiese jugar al balón. Siempre en categorías modestas, su llegada a España se produjo de la mano de Juan Eduardo Esnáider, ahora entrenador del Getafe, que apostó por un grupo de jóvenes y les dio la oportunidad de probar en la cantera del Atlético de Madrid. Tras unos años con los filiales rojiblancos en los que el salario apenas daba para vivir, Martín buscó fortuna en un equipo rumano. “Todo salió mal. Cuando perdimos el primer partido, me cambiaron el contrato, me amenazaron, así que me marché”.

A pesar de que el éxito parecía una quimera y de tener un océano entre su familia y él, nunca pensó en tirar la toalla y regresar a Argentina. “Las cosas estaban jodidas, y te das cuenta de que la realidad del fútbol es otra. Pero no pensé en volver, tenía más posibilidades aquí que en Argentina”, recuerda. Mantovani se agarró al fútbol y forjó su carrera en clubes como la Cultural Leonesa, el Atlético Baleares y el Oviedo.

El éxito llegó con la treintena

Martín Mantovani nació en San Miguel, provincia de Buenos Aires, en 1984. Tiene pasaporte italiano.

Sus primeros pasos en el fútbol los dio en las categorías inferiores de Banfield y Atlético Kimberley.

Atlético de Madrid. Jugó cuatro temporadas en los filiales del club rojiblanco.

Carrera en 2ªB. Tras una breve y fallida experiencia en el Tirgu Mures rumano, recala en la Cultural Leonesa. Atlético Baleares y Oviedo serían sus otras paradas.

Leganés. LLegó en 2013 y desde entonces es la pieza clave de la defensa pepinera, donde ha jugado 114 partidos.

El argentino se convirtió en un clásico de la 2ªB, pero cuando estaba asentado en Asturias tras realizar un buen año con el Oviedo en 2013, un supuesto intermediario le hizo llegar una oferta del Nancy francés. Con Mantovani y su mujer ya buscando casa en Francia, se descubrió que el intermediario era un estafador y las directivas nunca se reunieron para tratar el traspaso. “Me culparon de todo y tuve que salir de Oviedo. No fue agradable pero de aquello salió mi llegada a Leganés”, rememora.

En principio, el aterrizaje en el sur de Madrid no fue un salto de calidad, el equipo pepinero transitaba también en 2ªB, pero lo mejor estaba por llegar. Dos ascensos en tres años y Mantovani convertido en capitán y líder de un equipo de Primera. El carácter de un superviviente del fútbol. “Siempre he tenido una personalidad fuerte, pero las vivencias te dan fuerza y te hacen aprender. Si todo eso no me hubiese pasado, no sería la misma persona”, sostiene.

Tras salir vivos de su primer encuentro con un grande, el Atlético hace dos jornadas, la visita del Barça es la culminación del sueño para una ciudad obrera y para un equipo de currantes. “Mantener siempre la humildad de estos años es la clave de este Leganés. Eso y el trabajo continuo. Aquí se entrena como si se jugase y eso es básico para mantener nuestro estilo”, subraya Mantovani, que cree que al Barça “se le puede hacer daño, a pesar de las diferencias evidentes”. El sábado, a la hora del aperitivo, se verá.

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Sobre la firma

Alejandro Prado
Redactor en la Mesa de Edición del diario EL PAÍS. Antes prestó sus servicios en la sección de Deportes y fue portadista en la página web. Se licenció en Periodismo en la Universidad Carlos III y se formó como becario en Prisacom.

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