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Sergio Rodríguez y los sueños pendientes

El Chacho afronta su segundo viaje a la NBA con la experiencia de “saber estar en los momentos clave”

Faustino Sáez
Sergio Rodríguez, en la Plaza Mayor
Sergio Rodríguez, en la Plaza MayorAlvaro García

“Nuestra carrera deportiva va muy rápida ¡La vida va muy rápida! Entramos en una vorágine en la que es difícil pararte a analizar las cosas. Pero por las noches, antes de dormir, aprovecho para pensar en lo que he conseguido, en todo lo vivido y en los sueños por cumplir”, cuenta Sergio Rodríguez para explicar el proceso de duermevela en el que retroalimenta sus desafíos. El lunes pasado, a la misma hora en la que el Madrid de Laso arrancaba su sexto proyecto con la foto oficial en Valdebebas, El Chacho se despedía del baloncesto europeo con un acto organizado por su patrocinador, Bridgestone, en la plaza Mayor bajo el título Persigue tu sueño. Supera los obstáculos. Después de sobrevivir a las turbulencias del messinato y de convertirse en uno de los iconos del lasismo, conquistando 12 títulos en un lustro memorable, el base canario vuelve a la NBA a los 30 años. Le esperan los Sixers de Filadelfia con los que firmó contrato en julio por un año y ocho millones de dólares.

“Ahora soy mayor que muchas de las estrellas”

Seis años después de su regreso a España, El Chacho vuelve a las canchas en las que soñó jugar desde niño, cuando desgastaba una cinta VHS de Julius Erving y emulaba al Dr. J en el patio de su casa en Tenerife. “El Doctor J siempre ha sido un referente, para mi tío, para mi padre... para todos. Cuando me tocó elegir número en los Sixers y vi la cantidad de estrellas que tenían la camiseta retirado... Wilt Chamberlain, Julius Erving, Moses Malone, Charles Barkley, Allen Iverson; sentí la importancia histórica de la franquicia”, cuenta Sergio.

“Mis padres ahora viven en Madrid, pero cuando volvemos a nuestra casa en Tenerife me vienen muchísimos recuerdos del niño que soñaba con jugar en la NBA. La primera vez pude jugar contra los ídolos que tenía en los pósters de mi habitación y ahora soy mayor que muchas de las estrellas”.

“No sería el jugador y la persona que soy ahora sin los cuatro años de experiencia en la NBA. Era muy joven y aquello fue mi universidad”, reivindica El Chacho cuando repasa, una década después, su primer viaje a la meca del baloncesto. “Afronto un desafío muy importante, personal y deportivo. La primera vez me fui con 20 años, soltero y sin preocupaciones, ni responsabilidades; ahora me voy con mi mujer y con mi hija de poco más de un añito. Todo va a ser muy distinto, menos la ilusión. Las ganas son las mismas que hace 10 años”, refrenda. En 2006, Pepu Hernández, que le había dado la alternativa en Estudiantes, le convocó para el Mundial de Japón donde se ganó un hueco en la enciclopedia junto a una generación de leyenda. Saitama asistió a su doctorado en la semifinal ante Argentina (75-74). Con Navarro desatinado y Calderón tieso, Sergio reclamó los focos, aguantó el pulso a Ginóbili, anotó 14 puntos (con tres de tres en triples) y guio a España hasta las puertas del título con una actuación memorable. Aquel campeonato le dio el impulso definitivo para hacer las Américas.

Un gran reto

“Tenía que llegar algo muy bueno, que me ilusionase mucho, personal y profesionalmente, y llegó. Volver a la NBA es un gran reto. Hubiera seguido aquí sin problema, pero sentía que era el momento de volver a Estados Unidos. Tenía una vida muy cómoda y cuando ganas todo es fantástico. Pero me ilusiona mucho la NBA. No quiero arrepentirme nunca de no haber disfrutado el momento”, prosigue El Chacho. Tras cuatro años y 290 partidos en la NBA, donde jugó en Portland, Sacramento y Nueva York, regresó a España, donde tuvo que defender su periplo estadounidense. “Jugar casi 300 partidos a una media de 12 o 14 minutos no es estar dando tumbos”, repite cuando evalúa aquel tiempo. “Con los años he aprendido a saber lo que tengo que hacer en cada momento para ser mejor y para llegar mejor a los momentos importantes, física y mentalmente.En mi primera experiencia hubo momentos en los que lo disfruté mucho y otros en los que quizá tuve demasiada prisa por querer hacer las cosas, pero no me arrepiento”, repasa.

La pasada temporada, los Sixers fueron el peor equipo de la NBA, con un balance de 10 victorias y 72 derrotas en la fase regular, y en el curso 2014-2015, solo mejoraron los registros de los New York Knicks y Minnesota Timberwolves. Pero para Sergio Rodríguez, la mística está por encima de la estadística. “Es la mejor Liga del mundo y estás compitiendo constantemente con los mejores. Somos un equipo con mucha gente joven, con hambre y talento. Podemos dar mucho de sí. Quiero ver cómo me adapto y hacerlo lo mejor posible para continuar. Aquí he vivido un sueño y he ganado todo. Más de lo que podía imaginar. Ahora voy a por otro reto”, cierra.

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Sobre la firma

Faustino Sáez
Es redactor de deportes del diario EL PAÍS, especializado en baloncesto. Además del seguimiento de ACB y Euroliga, ha cubierto in situ Copas, Final Four, Europeos y Mundiales con las selecciones masculina y femenina. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y ha desarrollado toda su carrera en EL PAÍS.

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