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Chicharito: “En el Real Madrid pasé meses muy difíciles”

Javier Hernández reflexiona sobre su paso por el club blanco, la Liga mexicana y su etapa ahora en el Bayer Leverkusen

Elías Camhaji
Hernández celebra un gol contra la selección de Argentina
Hernández celebra un gol contra la selección de ArgentinaT. Gutierrez (AP)
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Sobre el papel, la carrera de Javier Chicharito Hernández (Guadalajara, México; 1988) ha sido un cuento de hadas. Después de debutar y ser campeón de Liga y de la tabla de goleadores con las Chivas del Guadalajara, el club de sus amores en México, dio el salto a Europa para jugar en dos de los mejores equipos del mundo: el Manchester United y el Real Madrid. Pero el viaje no ha sido sencillo. Aquejado de la falta de oportunidades al inicio de su carrera y en momentos clave de su desarrollo como futbolista en la élite europea, Chicharito recaló en 2015 en el Bayer Leverkusen, donde se ha afianzado como un referente de la escuadra y de la selección nacional.

El ariete mexicano más conocido en el mundo desde Hugo Sánchez ha empezado a remontar un inicio complicado de temporada en la Bundesliga con un triplete el pasado fin de semana en su visita al Mainz. Hernández afirma que tiene la mira puesta en el partido de Champions este martes contra el Mónaco y que prefiere no adelantar conclusiones de su regreso al seleccionado mexicano, dirigido por el colombiano Juan Carlos Osorio, tras vivir una estrepitosa derrota por 7-0 contra Chile en la pasada Copa América.

Pregunta. Acaba de anotar un hat trick contra el Mainz. ¿Qué significan estos tres goles para usted y para el Bayer Leverkusen?

Respuesta. Fueron muy importantes, porque en los partidos pasados los resultados no se dieron como los esperábamos. Habíamos jugado bastante bien, pero no se había reflejado en el marcador. En el segundo tiempo del partido del sábado jugamos como debimos haberlo hecho desde el principio. Estuvimos muy intensos, presionamos bastante, no dejamos al Mainz tener ninguna llegada de gol y creamos muchísimas oportunidades. Gracias a Dios, las pude concretar y obtuvimos los tres puntos.

P. Sus cuatro goles en la Bundesliga también son grandes noticias para la selección mexicana...

R. Gracias a Dios, llevo ya cinco goles, contando también la Copa. Siempre lo he dicho, ya sea en el Bayer Leverkusen o en la selección mexicana, ningún jugador tiene asegurado un lugar. Hay que ganarse las convocatorias con el trabajo del día a día en nuestros clubes en Europa. Es así en cualquier parte del mundo. Tengo la dicha, la fortuna y la bendición de poder representar a mi país. Cuando lo haga, me enfocaré al 100 por 100 en eso. Ahora, no han pasado ni 24 horas del partido contra el Mainz y todavía lo seguimos disfrutando. Estamos agarrando mucha confianza para lo que viene que es la Champions League, la mejor competición de clubes en el mundo. Tenemos que sacar los tres puntos en Mónaco y sabemos que será un partido muy complicado.

P. Su último partido con México fue la derrota contra Chile por 7-0. ¿Cómo se recuperó de un golpe tan duro y procesó una derrota así?

R. Como en la vida, los golpes fuertes hay que asimilarlos, digerirlos. Es un proceso de duelo. Tratas de recuperarte lo más pronto posible para que no te vuelva a pasar en el futuro. Ahora mi cabeza está completamente con el Bayer Leverkusen. Estoy muy feliz de poder estar retomando mucha confianza aquí con el equipo para poder lograr cosas importantes con mi club.

P. ¿Ha hablado con Juan Carlos Osorio sobre su regreso al seleccionado?

R. No he hablado con él recientemente.

P. Los futbolistas mexicanos en Europa son a menudo los más señalados cuando ocurre una derrota así. ¿Siente que los medios y la afición han sido injustos?

R. Estoy concentrado sólo en lo que pasa con mi club y encantado por lo que hicieron mis compañeros. Conseguimos tres puntos que necesitábamos en la Bundesliga. Habíamos conseguido una victoria, un empate y una derrota. Queríamos los tres puntos y estoy feliz de la vida acá, realizando mi sueño que es jugar fútbol y peleando para conseguir la Champions.

P. Con el Bayer Leverkusen ha recobrado protagonismo. ¿Qué ha cambiado en comparación con el Real Madrid y el Manchester United?

R. Estoy jugando más, tengo más minutos. Tuve pocas oportunidades en el Madrid, fueron dos semestres muy difíciles. En el primero casi no tuve oportunidad y en el segundo respondí a la confianza que me dieron. Con el Manchester United tuve el cuarto mejor promedio de minutos por gol en la historia de la Premier. Por eso creo que lo único que ha cambiado es la regularidad.

P. ¿Echa de menos España? ¿Le gustaría volver?

R. No. En realidad, lo que más echo de menos es a mi familia y a mis seres queridos en México. En todos los lugares que he estado, he sido feliz, relativamente. Me han tratado muy bien y ahora estoy encantado con Alemania y con Colonia, que es donde vivo. Leverkusen es una ciudad muy buena y el clima es mejor de lo que muchos me dijeron. Mientras salgan bien las cosas en la cancha, todo lo de alrededor se te facilita más.

P. ¿Cabría la posibilidad de ver a Javier Hernández con la camiseta del Barcelona o del América?

R. (Risas) Ahorita Javier Hernández está pensando sólo en el Bayer Leverkusen. He jugado en México, en Inglaterra, en España y ahora en Alemania. Estoy feliz y vivo en el presente para disfrutarlo, para aprender y para lograr un mejor futuro.

P. Ahora en el fútbol mexicano se han establecido reglas que complican la participación de los jugadores locales, en especial los jóvenes. Es algo que usted padeció en carne propia. ¿Qué opina al respecto?

R. Sí, es algo que padecí, pero también pude beneficiarme de otras reglas. Cuando yo jugaba, la regla 20/11 [diseñada para dar participación a los futbolistas menores de 21 años] me ayudó muchísimo a mí y a otros jugadores. Ahora mismo, la regla 10/8 [que aumenta el número de extranjeros que pueden estar dentro del campo] no ayuda en absoluto al fútbol mexicano. Es una pena que no se confíe en el futbolista local. Los directivos maquillaron la regla para hacer legal lo que ya pasaba en torneos anteriores. A fin de cuentas, es injusto.

P. ¿El jugador puede influir en este tipo de decisiones, se le considera?

R. No lo sé. Lo cierto es que la gente de pantalón largo es la que manda en el fútbol mexicano. Esperemos que puedan pensar más en los jugadores y que los resultados puedan llegar. Se han hecho bien las cosas en divisiones inferiores, con triunfos en campeonatos mundiales y la medalla de oro en Londres 2012. Esperemos que puedan cambiar su manera de pensar y confíen en el producto nacional. El sistema del fútbol mexicano tampoco es favorable. Al jugarse torneos cortos, los equipos buscan ser campeones o no descender inmediatamente. Eso también afecta muchísimo al futbolista mexicano. Es una pena, porque creo que hay muchos que no han tenido tantas oportunidades como otros compañeros y yo.

P. Muchos mexicanos que juegan en Europa han salido de la cantera de Chivas. ¿Qué se hace diferente en el Guadalajara?

R. No me gusta comparar a Chivas con otros equipos, pero creo que desde que llegó Jorge Vergara como dueño se ha seguido una visión más humanista, que está más fuera del renglón y de lo acostumbrado. En Chivas tratan de darte una formación escolar, las instalaciones están bien. De los clubes que conozco, Pachuca también está haciendo bien las cosas. Se trata de humanizar más y darle todas las armas al futbolista para que llegue mejor preparado dentro y fuera del terreno de juego. Creer que se puede separar los factores cancha y extracancha es imposible. Somos seres humanos y tenemos que tener una vida balanceada para rendir al máximo dentro del campo. Eso es a lo que ha apostado Chivas desde hace mucho. A mí me ayudó muchísimo. Ahora lo están retomando y tratando de llevarlo a cabo.

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Sobre la firma

Elías Camhaji
Es reportero en México de EL PAÍS. Se especializa en reportajes en profundidad sobre temas sociales, política internacional y periodismo de investigación. Es licenciado en Ciencia Política y Relaciones Internacionales por el Instituto Tecnológico Autónomo de México y es máster por la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS.

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