Nadal y Carreño triunfan en Pekín
El título de logrado por ambos en China, noveno del curso para el tenis español masculino, confirma la evolución en el formato por parejas. Murray (6-4 y 7-6 a Dimitrov) levanta el 40º trofeo de su carrera
A falta de los éxitos que antes proporcionaban los solistas, el tenis español masculino se aferra en este 2016 a la competitividad de sus jugadores en la modalidad de dobles. Ayer, sin ir más lejos, Rafael Nadal y Pablo Carreño levantaron el título de Pekín, después de imponerse en la final (6-7, 6-2 y 10-8) al dúo formado por el estadounidense Jack Sock y el australiano Bernard Tomic. Se trata del quinto trofeo por parejas que suman los españoles esta temporada, el noveno en el que participa al menos un jugador nacional. Es decir, más que ningún otro país.
La fórmula española, entremezclada en ocasiones con tenistas de otras nacionalidades, ha permitido obtener premios en Doha (Feliciano y Marc López), Quito (Pablo Carreño y el argentino Guillermo Durán), Roland Garros (Feliciano y Marc), Bastad (Marcel Granollers y David Marrero), Umag (Marrero y el eslovaco Martin Klizan), los Juegos de Río (Nadal y Marc), Winston Salem (Guillermo García-López y Henri Kontinen), Tokio (Granollers y el polaco Marcin Matkowski) y el conquistado ayer en la capital china, donde además de proclamarse campeones, Nadal y Carreño también consiguieron dejar en el camino a los hermanos Bryan, el mejor tándem histórico.
Lo que en otros momentos no dejaba de ser más que un aderezo complementario a las alegrías individuales, ahora está convirtiéndose en un filón interesante. Este curso, el tenis masculino ha obtenido la misma cantidad de títulos en singles que en el dobles. Nadal (2), Bautista (2), Feliciano (1), Carreño (1), Albert Ramos (1), Fernando Verdasco (1) y Nicolás Almagro (1) han logrado las condecoraciones individuales, siendo el Masters de Montecarlo —ganado por Nadal en abril— la recompensa de mayor envergadura. Sin embargo, las victorias con más resonancia han llegado por parejas.
Marc y Feliciano se hicieron con el Grand Slam de París, y en agosto Nadal y Marc se colgaron el oro en Río. Se trata del undécimo título para el de Manacor en esta modalidad, que a pesar de no ser un especialista (361 en el ranking) parece haberle cogido la medida últimamente. De hecho, enlaza 10 victorias consecutivas entre los partidos olímpicos, la eliminatoria de la Copa Davis en India y esta última serie de Pekín. Previamente también decidió foguearse en Qatar, Indian Wells, Miami y Montecarlo, aunque en la recta final del año no competirá más en ningún dobles. “No puedo tener continuidad, porque estoy en otras cosas”, advirtió el balear, que contempla el dúo como un buen recurso para perfeccionar algunos aspectos, especialmente la volea y la presencia en la red.
Y ahora, Shanghái
“Hay torneos en los que viene bien jugar el dobles y este era uno de ellos. Si el físico te lo permite, te ayuda a mejorar otras cosas”, expuso el mallorquín, que esta semana intentará atrapar en Shanghái los puntos que le permitan ir la Copa de Maestros. “Pero sin ninguna obsesión, porque ya he estado muchas veces y lo más importante es la preparación para el próximo año. Quiero recuperar el nivel que tenía antes de lesionarme, porque creo que era lo suficientemente alto como para competir por todo. Eso es lo que realmente me motiva”, precisó Nadal, al que previsiblemente le espera un estreno contra Viktor Troicki y que podría cruzarse con Novak Djokovic en las semifinales.
“Pablo y yo nos entendemos bien. Tenemos un juego similar y nos acoplamos”, agregó en referencia a su última pareja de baile, que vive un momento muy dulce. Con el mejor ranking de su carrera (38), Carreño está cogiendo vuelo a sus 25 años. En 2016 ha celebrado su primer título individual (Winston-Salem) y dos de dobles (Quito y Pekín), incluida la final del US Open junto a Guillermo García-López. “Llevaba cuatro seguidas perdiendo, así que era importante cortar esa racha”, indicó el asturiano, que entre viaje y viaje se entrena en Villena (Alicante), a las órdenes de Juan Carlos Ferrero, exnúmero uno mundial, y el preparador Toni Cascales.
Por otra parte, el escocés Andy Murray derrotó a Grigor Dimitrov (6-4 y 7-6, después de 1h 57m) en la final individual y firmó el 40º título de su carrera.
RAONIC, EL CUARTO ‘MAESTRO’
El canadiense Milos Raonic, en cuyo equipo técnico figura el español Carlos Moyà, se convirtió en el cuarto jugador que sella su pasaporte para la Copa de Maestros, que tendrá lugar del 13 al 20 de noviembre en Londres.
A pesar de haber tenido que renunciar a las semifinales de Pekín, por un esguince de tobillo, Raonic logró clasificarse gracias a la combinación derivada de otros resultados. Se une así a Novak Djokovic, Andy Murray y Stan Wawrinka, por lo que restan cuatro plazas a las que aspiran Kei Nishikori, Gael Monfils, Dominic Thiem, Rafael Nadal, Tomas Berdych, Marin Cilic y David Goffin.
En la carrera femenina hacia Singapur, la derrota de la británica Johanna Konta en la final de China (6-4 y 6-2 frente a la polaca Agnieszka Radwanska) mantiene a Garbiñe Muguruza en la sexta posición de la race.
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