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La NBA bautiza a los ‘hijos’ de Ginóbili

Dallas ficha a Brussino, el segundo que llega a la Liga de EE UU directo desde la argentina, y los Spurs atan a Laprovittola

Robert Álvarez
Nicolás Brussino, durante un partido de pretemporada con Dallas.
Nicolás Brussino, durante un partido de pretemporada con Dallas.AP

Nicolás Brussino vive en una nube y el baloncesto argentino divisa por fin algún brote verde como posible relevo de la generación comandada por Ginóbili. Brussino es un escolta de 23 años y 2,04 metros que acaba de firmar un contrato garantizado de más de medio millón de dólares con los Dallas Mavericks. Es el segundo jugador que logra pasar directamente desde la Liga Nacional Argentina a la NBA. El único caso similar fue el de Rubén Wolkowyski, que pasó directamente del Estudiantes de Olavarría a los Seattle Supersonics en 2000.

La carrera de Brussino transcurrió acotada por los focos argentinos. Empezó a jugar cuando tenía cinco años, junto a Juani, su hermano mayor, y a formarse en la Asociación Deportiva Everton Olimpia de Gómez Cañada, la ciudad de Santa Fe, donde nació. En 2012 fichó por Regatas Corrientes y se convirtió en jugador profesional. Durante unos controles médicos rutinarios le diagnosticaron una enfermedad congénita, el síndrome WPW (Wolf Parkinson White), una conexión eléctrica anormal entre las aurículas y los ventrículos. Fue operado con éxito y pudo reemprender su carrera. “Fue una situación difícil”, declaró Brussino a La Nación. “Al principio no sabían cuál era el grado de importancia de la dolencia y me dijeron que podía llegar a tener que dejar el baloncesto”.

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La pasada temporada lo fichó el Peñarol del Mar del Plata y promedió 14,6 puntos, 5,5 rebotes y 3,1 asistencias. Algunos clubes españoles, como el Baskonia y el Valencia, le siguieron la pista. Y el seleccionador argentino, Sergio Hernández, lo seleccionó para disputar los Juegos Olímpicos de Río. Brussino no dispuso de muchos minutos y solo jugó tres partidos, pero tras competir en un campus con Utah Jazz, su nombre empezó a subir enteros entre los ojeadores internacionales. Uno de ellos, Lisandro Miranda, que trabaja para Dallas Mavericks, vio convalidadas sus buenas previsiones sobre el jugador del jugador santefecino.

Tras haber superado con éxito las pruebas a las que fue sometido durante la pretemporada y el escrutinio del entrenador de los Mavericks, Rick Carlisle, Brussino intentará mejorar tanto su aportación e integración en el equipo. Cuenta con la ventaja de que el entrenador asistente, Kaleb Canales, nació en Texas pero es mexicano, y de que el puertorriqueño JJ Barea y Salah Mejri, exjugador tunecino del Obradoiro y del Real Madrid, hablan español y le ayudan con el idioma. “Yo le digo a todos: ‘Él habla basquetbol’. A lo mejor no habla inglés y no lo entiende como él quisiera ahorita, pero sí lo va a entender. El lenguaje del basquetbol se habla en todo el mundo”, dice Kaleb. “Está siendo proactivo e intentando dar todos los pasos adecuados para aprender”.

Carlisle ha demostrado que confía en las posibilidades de Brussino: “Es un competidor y no tiene miedo. Y lo ha demostrado. Lo está haciendo bien y tiene una oportunidad aquí”. El escolta argentino también agradece la ayuda de varios de sus compañeros en la selección. “Es una experiencia muy linda recibir consejos de jugadores como Manu [Ginóbili], el Chapu [Nocioni] y Carlos [Delfino]. Tomé las cosas que me dijeron y las voy a llevar a todos lados. Hablaré más con ellos para saber cómo se adaptaron a la NBA”.

Presente y futuro

Brussino será uno de los cinco jugadores argentinos que empezarán en la NBA esta temporada, junto a Manu Ginóbili y Nicolás Laprovittola (San Antonio), Luis Scola (Toronto) y Pablo Prigioni (Clippers). Laprovittola ha conseguido hacerse un hueco en la plantilla de los Spurs después de haber superado una criba en la que el entrenador, Gregg Popovich, eligió entre él y el también argentino Patricio Garino. Laprovittola es un base de 26 años y 1,93 metros que la pasada temporada jugó en el Movistar Estudiantes.

“Soñé mucho pero nunca pensé que iba a estar a un paso de la NBA, y además, en San Antonio, que para los argentinos lo es todo por lo que Manu significa y por lo que ganaron. Soy consciente de que no estoy a nivel de un súper base, pero tengo mi manera de jugar y de leer el juego y me siento preparado para jugar en la NBA”, afirma el base de Morón (Buenos Aires). El propio Ginóbili apostó por el fichaje de Laprovittola. “Nico es más para el hoy y Pato [Garino] para el futuro”, comentó la estrella de los Spurs en una entrevista con Espn. “Los aprecio muchísimo. Es como ver a dos niños que crecieron y ahora hacen lo mismo que yo. Lo que necesita Laprovittola es jugar. Hay cosas en la NBA que llevan su tiempo, y la única forma de lograrlo es jugando. Creo que merece un lugar en la NBA”. 

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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