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Atlético-Málaga: Carrasco, un galgo con gol

El extremo belga firma otra exhibición de velocidad y remate con dos goles y lidera la victoria del Atlético ante el Málaga

Ladislao J. Moñino
Carrasco dispara para hacer su segundo gol ante el Málaga.
Carrasco dispara para hacer su segundo gol ante el Málaga. Víctor Lerena (EFE)

En los metros finales, el fútbol es el arte del engaño y de la técnica. Este Atlético más tocón, en el que hasta Simeone ahora aplaude un pase atrás de cincuenta metros, va bien servido en sus onces de jugadores desequilibrantes. Griezmann, Gameiro, Carrasco, Koke, Correa, Saúl Gaitán… Y dos laterales, Juanfran y Filipe Luis que atacan tanto como defienden. La radiografía del equipo, más allá de la trabajada presión colectiva, dice que los dos centrales más Gabi son los especialistas más posicionales en cuestiones de equilibrio, aunque haga concesiones como en la de los dos goles que le endosó el Málaga. Por ello vivió el Atlético en el alambre. Fue más por la estrechez del marcador, por jugar con diez durante media hora por la expulsión de Savic, que por el juego en sí. Carrasco acabó con la incertidumbre de ese 3-2 engañoso con una carrera en la que enseñó de nuevo el poderío de su conducción y subió unos cuantos escalones más en la idolatría de la grada. Un galgo con gol anda suelto por el Calderón. Primero abrió el marcador y después cerró el partido.

Ante este equipo de más balón y más pegada los entrenadores rivales están optando por jugarle con tres centrales. Lo hizo el Alavés (1-1) en la primera jornada, una semana después el Leganés (0-0) repitió la fórmula en el segundo tiempo, el Rostov (0-1), lo mismo, y también el Sevilla (1-0) de Sampaoli, el único equipo que le ha hecho doblar la rodilla. La misma receta que se le aplica a la selección española (Holanda, Chile en Brasil 2014 e Italia en la última Eurocopa), canon del fútbol tocado, se le presenta ahora al Atlético en este inicio de temporada. Otra señal de ese cambio en la forma de manejar los partidos. Ya no es solo desde el dominio de los espacios, ahora incluye también la pelota.

Juande Ramos también insistió en ese dibujo de tres centrales que busca reforzar el centro de la defensa, tapar el juego por dentro y generar superioridades en el medio con los laterales. No le valió de nada. Se llevó el Málaga cuatro goles y fue agujereado desde el inicio por el punto débil de ese dibujo, los costados. Al escarnio contribuyó también y por la tibieza de sus centrales, en especial de Kone, lento en las reacciones y blando en los despejes.

Juanfran, que sigue en la línea que le concedió la internacionalidad, Filipe Luis y Carrasco pusieron la tuneladora a funcionar muy rápido para apurar a Rosales y a Jony, obligados demasiadas veces a defender en uno contra uno. Fue Carrasco, a los cinco minutos, el que comenzó tramitar el partido. Agarró un balón que venía de una jugada confusa al borde del área, cambió de ritmo para retratar a Kone y descerrajó un zurdazo cruzado y raso que superó a Kameni. Una vez más el extremo belga sacó el gen goleador para abrir un partido. La trascendencia de sus goles tiene que ver con las veces que lograr ser el que abre la lata. Su explosión goleadora también evita la agonía de la dependencia de Griezmann para el gol. Este El ejemplo de este también parece haber cundido en Carrasco, capaz ya de ser determinante en ataque y de protagonizar robos y cortes de jugada cerca de su área. Ese acompañamiento de Carrasco en las tareas de goleador y también de Gameiro permiten a Griezmann estar más al juego que al remate en muchas ocasiones y su equipo lo agradece porque genera muchos espacios y distrae rivales con sus viajes a la mediapunta y sus detalles técnicos, un regate, una dejada o un pase filtrado.

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Expulsión de Savic

La superioridad del Atlético la concretó Gameiro cazando un balón suelto en el área para fusilar a Kameni. Kone despejó de Ese segundo tanto, pareció convertir el partido en un trámite en el que observar a Saúl como recambio de Koke junto a Gabi. Ese es su puesto natural y en el que Simeone debe trabajarle y ofrecerle continuidad cuando el calendario y las circunstancias se lo permitan. El técnico tiene entre sus manos a esa pareja Koke-Saúl que con el paso de los años marcará diferencias con muchos de los mejores centros del campo. Saúl estuvo muy pendiente de no perder la posición y se soltó en algún pase, como uno en largo a la espalda de la defensa del Málaga que plantó a Griezmann ante Kameni.

La tranquilidad para el Atlético se rompió a la vez que Gaitán. El volante argentino, que no acaba de sacar su mejor versión, se lesionó defendiendo un contragolpe del Málaga en el lateral derecho del área de Oblak. Sandro hizo tragarse al sorprendido y despistado meta esloveno su imponente derechazo directo. Nada cambió sin embargo el devenir del juego. El Atlético seguía gobernándolo y Gameiro volvió a marcar distancias en el marcador. Fue otro pase aéreo, esta vez de Filipe Luis, a la espalda de la zaga visitante. Griezmann se lo durmió con la cabeza a Gameiro para que este llegando desde atrás lo reventara.

Solo la expulsión de Savic por doble amarilla y otra concesión en su área, esta vez dejando rematar a placer a Camacho a la salida de un córner, volvió a poner en el Atlético y en su hinchada el culebreo del miedo en el estómago. Carrasco se lo quitó con esa carrera de galgo.

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Sobre la firma

Ladislao J. Moñino
Cubre la información del Atlético de Madrid y de la selección española. En EL PAÍS desde 2012, antes trabajó en Dinamic Multimedia (PcFútbol), As y Público y para Canal+ como comentarista de fútbol internacional. Colaborador de RAC1 y diversas revistas internacionales. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Europea.

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